Nuestro adorado Cielo [KHR]

Cap -6- Las lagrimas de nuestro Cielo

Reborn, había recibido la llamada de ayuda, de los trabajadores del noveno, que estaban por el momento en la mansión, donde él vive, con el Cielo y sus guardianes, y por la manera de pedirle que volviera de inmediato, era por que algo grave tendría que haber sucedido, por lo que pidió, a cuesta de su orgullo, que le acompañaran por un asunto urgente, al resto de arcobalenos, en donde estaba el castaño.

Luego de que concluyeran, rápidamente, la reunión, se sorprendieron, de que incluso Bermuda y Jeger accedieran en ayudarles, ya que, un mal presentimiento, les recorría por la espalda a todos y cada uno de ellos.

Le habían informado, que algo había pasado con el Cielo, por lo tanto, no podían tomárselo con calma.

Lo primero que escucharon, cuando pisaron la entrada de la mansión, al traspasar el portal, que había abierto Bermuda, fueron explosiones.

Venían del otro lado de la mansión, que daba directamente vista, al cuarto del Décimo Vongola.

Por ello, los ocho arcobalenos, más Jager y un par más de los Vindice, corrieron hacia el sitio, solo encontrando a un castaño consciente, o al menos eso parecía, en una parte del jardín, en una posición, que les dejaba con preocupación al verle.

Estaba medio inclinado sobre si mismo, que ante el ojo experto, de cada uno de ellos, se le notaba temblar.

Y alrededor, como en varias partes del suelo, u las paredes de la mansión, se encontraban, los cuerpos de algunos de los guardianes, del Cielo Vongola, Adelheid de Shimon, además de Squalo de Varia.

Los únicos, que se veían, aún, en pie, por alguna razón, magullados y sangrando, eran, principalmente Xanxus, que parecía estar, en un estado deplorable ante la sorprendida mirada de todos, Hibari Kyoya, Chrome, quien estaba tratando de respaldar desde lejos, al cuidar a Mukuro quien parecía estar inconsciente, y a Flan, que al haber chocado, contra el tronco, de uno de los árboles, con una fuerza increíble, lo habían dejado noqueado, Gokudera, quien parecía, recientemente, haberse incluido a la pelea, Enma, quien estaba demasiado serio y triste en partes iguales, con su piel bañada en sangre, en lugares preocupantes, y Byakuran, quien se encontraba, en un estado aparente de seriedad, como no le habían visto jamas, y sangraba por varias partes de su cuerpo.

- ¿¡Qué se supone que esta sucediendo!?

Nadie le puso realmente atención, al grito del ex arcobaleno del sol, ya que estaban más concentrados en el peligro, que amenazaba ante ellos.

Xanxus pareció tensarse, junto con Byakuran, pero solo el ojo experto pudo notarlo, y solo entonces, todos parecieron caer en cuenta de que el cuerpo del castaño, que se encontraba más alejado, comenzaba a incorporarse lentamente.

Hasta dejar, a la vista de los únicos conscientes, un hecho aterrador que estaban por vivir, en carne propia.

Los ojos de su Cielo, se encontraban vacíos, y perdidos en algún lugar que ellos mismos, no podrían alcanzar jamas.

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La nube entre abrió sus ojos con esfuerzo, su visión no podía adaptarse para nada.

Le costaba mantener sus parpados separados.

Su cuerpo estaba entumecido, no podía mover sus brazos, siquiera sus piernas.

Se sentía frustrado, al no poder recordar nada, del como había terminado en ese estado, u el que estaba pasando.

Pero eso cambio, cuando de un segundo a otro, todos los recuerdos, relacionados con su Cielo, regresaron de golpe, a su memoria.

Pero ahora si que se sentía impotente, y preocupado, muy preocupado por su castaño.