Ridding The Bull (Cowgirls #1)

Capitulo 14

JESSIE

Donde nos dejaba esto ahora, sobre todo a mi, Keith, no volvería a verme igual, de hecho yo no se que fue lo que me paso, pero cuando sentí aquello, fue especial, me sentí poderosa, fue como si hubiera domado a un toro, y lo hubiera agarrado no por los cuernos, sino por las pelotas, Keith y yo terminamos de almorzar y regresamos a la camioneta, íbamos a por Tommy, al fin conocería la versión en miniatura de Keith .

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- Jessie, ¡que alegría verte querida! - dice Meg, una vez me acerco a Keith que esta parado en la puerta de la casa de su hermana - Meggie, gracias, ha sido un placer el acompañar a Keith hasta acá - digo - Por cierto Chris y tu están invitados a mi fiesta de cumpleaños el próximo domingo, obvio, si están disponibles -  digo 

- Gracias Jessie, que agradable invitación - dice Meg y le da un codazo a su hermano y le hace señas - Si, Meggie, Jess ya lo sabe - dice Keith y entra en la casa llamando a Tommy 

-Thomas, Thomas, Tommy - dice y finalmente un mini Keith asoma desde una habitación y sale corriendo a los brazos de su padre  - Hey campeón ¿como estas? - dice Keith sosteniendo en brazos a su pequeño.

- Toy ien papa - dice el niño y yo me derrito de ternura, si fuera mi hijo nunca lo dejaría ir - Pai, quien e ea ? mai? - el niño pregunta con timidez y yo solo siento un nudo en mi garganta, justo cuando Keith va a responder yo me adelanto, abrazo a Keith por su cintura y le sonrío al pequeño.

- Hola, yo soy Jessie, como la de Toy Story y seré tu mami - digo con una sonrisa - Keith me mira asombrado y yo solo niego - Meg, ¿puedes tener a Tommy un momento? - dice Keith, su hermana se acerca y toma al pequeño de sus brazos.

-Jess, se que Tommy, te importa pero no podemos mentirle - dice Keith rascando su cuello y dejando el Stetson en una silla junto con el mio - No estoy mintiendo, he dicho que seré su mami, no que lo soy, por favor Keith, si algún día su mama llega para llevárselo el lo sabrá, y cuando tu vayas con ellos, yo lo sabre - digo y sin mas las lagrimas que dije  jamas derramar delante de Keith comenzaron a fluir por si solas, el solo podía limpiarlas, mientras me pedía que no llorara.

Lo mire y con una sonrisa que no sentía en mis labios le dije - Déjame tener al menos un pedacito de tu vida en mi, ¿si? Déjame pensar que alguna vez fui parte de su vida y de la tuya - digo - No soy tu dueña pero quiero algo tuyo que me pertenezca - añado 

-Esta bien, ya deja de llorar - dice - Lo haremos juntos y lo haremos bien, hasta donde podamos - añade y me abraza.

- Tia, quieo mai y pai - dice Tommy y Megan baja al pequeño que camina con pasitos bien pensados hacia nosotros quienes nos agachamos para recibirlo en brazos, en ese momento, no me cambiaba por nadie, nadie podía quitarme eso que estaba sintiendo en mi vida en aquel instante.

Me sentía plena y llena de vida, sentía que tenia un propósito, debía sanar, las heridas de Keith y estar  a su lado hasta que el lo considerara oportuno y en ese momento diríamos nuestras despedidas sin remordimientos y seguiríamos adelante.

Quería ser el soporte de Keith en sus momentos duros, ser el abrazo que necesitaba cuando se sintiera débil, ser el beso cuando necesitara ser amado y ser una mujer en el momento en que la necesitara, quería ser su todo, pero eso solo lo podía decidir el, y hasta que el no lo pidiera, no podía ser la primera en ceder, aunque tal vez ya hubiera ido demasiado lejos.

Alguien dijo una vez: "Todo se vale en el amor y en el rancho" , eso era lo que yo tenia que hacer y si debía presionar, era lo que tenia que hacer, tal vez suene mal, pero cuando se ama, se esta dispuesto  a hacer sacrificios, aunque nadie te lo pida, y eso es lo que cuenta sacrificarse por amor, no por deber.