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Hola Suga!

Cuando me decidí por alejarme de ella y seguir con tu búsqueda Tamayuhi beso con pasión al hombre que tenía en frente, mientras el tipo de atrás tocaba con descaro sus pechos; sé que la reacción normal sería enojarme y "rescatar" a mi novia de esos idiotas pero ella fue la que se lo buscó, ella coquetea con cualquiera que aparezca y tenga algo colgando entre las piernas, ella es ese tipo de persona, así que lo único que hice fue alejarme de ese lugar, a estas alturas ya no me importaba lo que Tamayuhi hiciera.

Los cuerpos llenos de sudor chocaban contra mí al son de la música, saltaban y gritaban llenos de euforia, entre toda esa masa de personas no te podía encontrar, caminaba y caminaba pero no te encontraba, lo único que mis ojos eran capaces de observar eran cientos de cabezas inquietas, sin ningún rastro de tu hermosa cabellera gris.

Me estaba empezando a impacientar, tenía miedo de que algo malo te llegará a suceder, ¿Y sí volvías a salir lastimado por mí culpa?, jamás me lo perdonaría, el hacerte daño nuevamente es algo que no quiero repetir jamás, así que Suga, vamos coopera conmigo para poder encontrarte e irnos a algún lugar dónde podamos estar solos, sin Tamayuhi ni personas molestas que no nos dejen en paz, sólo nosotros, Daichi y Suga.

De verdad como me hubiera encantado poder hacer realidad ese pequeño anhelo, sin embargo son pocas las veces en dónde la suerte está de mí lado, y hoy lastimosamente no es una de esas veces.

En una pared cerca del baño estabas recargado besando con fiereza a un chico un poco más alto que yo, el chico tenía sus manos cerca de tus pantalones, con una lentitud hacia movimientos ascendentes, acariciando la pálida piel debajo de tu camisa, el tipo parecía muy emocionado con tener el privilegio de poder pasar sus asquerosas manos por tu cuerpo. Por tu parte parecía que estabas disfrutando en grande sus caricias, permitiendo que sus inmundos labios tengan contacto con tu precioso cuello, moviendo levemente la cabeza para que él tenga más alcance, con tus brazos le acercas para que siga, ¿Porque tienes que hacer esa expresión?, joder Suga, ¿Porque, porque, porque?, dime, responde, ¿Porque permites que él haga eso?, mierda, mierda, Suga, ¿Porque pareces disfrutarlo?.

Mi cuerpo se haya estático en medio de este lugar; la música ya no llega a mis oídos, los cuerpos sudorosos a mí alrededor siguen saltando y golpeando, las personas siguen en su fiesta, sigues concentrado en el tipo que te hace sentir lujuria, todo sigue funcionando, todo aún se está moviendo, yo soy el único que está quieto, soy incapaz de moverme; ¿Porqué no lo alejas?, ¿Porque le permites que te toque?, eh Suga, dime, vamos dímelo, ¿¡Porque él puede y yo no!?, mierda, ¿¡Porque él puede hacer que te sientas de esa manera!?, ¡¡Eh Suga!!.

«¿¡Porqué él lo tiene permitido!?»

Tus ojos se abren con lentitud, la lujuria y excitación bailando por esos oscuros iris, hacen contacto conmigo, y joder Suga, lo único que consigues es que quede desarmado, por tu parte el terror se dibuja en tu rostro, por fin alejas al asqueroso ese de tu cuerpo, pero ya es demasiado tarde, él ya ha marcado su presencia.

No puedo aguantar la mirada por mucho más tiempo, mis ojos los siento temblar para evitar que las lágrimas rueden sobre mis mejillas, en mi campo de visión se colan tus zapatos, esos que te regale en tu cumpleaños pasado, ejerzo más presión en mis puños, no debo llorar, no debo llorar, no debo... mierda, lo siento Suga, por sentirme de está manera.

Hago un par de respiraciones, levantó mi cabeza y como lo esperaba estás frente a mí, cabello desordenado, respiración agitada y esas malditas marcas moradas quemando en tu piel; intentas pedir disculpas pero no te permito terminar, estás en todo tu derecho de estar con quién te de la regalada gana y yo no debo ser un obstáculo para ello, así que Suga ahorrate todas las disculpas que tengas y regresa con ese chico si es lo que quieres, que por mi parte voy a regresar a mi casa es lo que respondí; me mirás con arrepentimiento.

«También quiero ir a casa Daichi»

Te seré sincero, el alivio invadió mi cuerpo después de esa simple oración, en el camino de regreso no pude decir palabra alguna, cuando te estabas por bajar te pedí que me dieras tiempo, tu aceptación sin titubear me sorprendió, pero me mantuvo tranquilo, necesitaba tiempo para procesar todo lo que sentía.

Tiempo que pretendía ser sólo unas cuantas semanas, pero cuando me di cuenta ya había pasado un largo año.

«¿Y sabes qué Suga?, aún sigo intentando eliminar estos sentimientos por ti»

Hola Suga!  [Daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora