Suga..
He intentado tener paciencia y respetar las decisiones que está tomando en su vida; no tengo la menor idea de que es lo que ha estado sucediendo para que tengas que llegar a este extremo, de aislarte de todo el mundo, sin dar explicaciones, sólo haciéndolo sin más.
A lo que quiero llegar es que me estoy cansando de esperar una respuesta que nunca va a llegar y obviamente usted tiene todo el derecho de guardar silencio si es lo que desea, no tiene porque contarme todo lo que este pasando en su vida si usted no quiere, sin embargo ¿No somos amigos?, me gustaría que confíes en mí para ayudarte con tus problemas, servir de soporte cuando sienta que ya no puede más, me encantaría poder ayudar a que esa hermosa sonrisa regrese, pero creo que yo no soy capaz de ello.
Estos pensamientos han estado rondando mi cabeza una y otra vez, taladrando con insistencia para que yo logre encontrar una solución a todo esto que me aqueja, todo lo que te molesta, pero no sé que hacer...
«Lo lamento.»
La mano de Asahi pesa en mi hombro dándome a entender que ya es momento de ir a entrenar, de fingir que aún estás con nosotros.
Mientras hacemos el calentamiento, la sonrisa de dientes perlados y chispas doradas atraviesa mi cabeza como si de un tornado se tratase; ojos cenizos que brillan llenos de anhelos que no entiendo; esas carcajadas ruidosas que se asemejan a campanas y bosque. Todo eso y más pasa por mi mente en unos rápidos segundos que yo puedo calificar como largas y preciadas horas, sin embargo el sonido de la puerta al ser abierta me despierta de mí ensoñación y sin saber el porque lo único que soy capaz de escuchar son los emocionados latidos de mi corazón.
Y en mi campo de visión hacen aparición los ojos cenizos que se les nota llenos de vergüenza y arrepentimiento, pero el brillo que les caracteriza no está tan presente como antes, lo que queda es una leve iluminación que hace a aquellos iris aún más misteriosos de lo que son en realidad. Y antes de darme cuenta ya estoy corriendo en tu dirección, ansioso de contacto, lleno de anhelo, alegre de ya no tener una maldita puerta de por medio, con el miedo latente de que esto sólo sea una ilusión.
Pero los latidos igual de emocionados que los míos me confirman que estás aquí, con nosotros, entre toda esta bola de brazos y cuerpos amontonados en que nos convertimos todo el equipo, que estás nuevamente aquí...
«Conmigo.»
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Hola Suga! [Daisuga]
Short Story«Mi corazón es muy tonto, ya le había advertido que contigo las cosas eran imposibles.» Daichi necesita escribir para poder desahogarse de lo complicada que podía llegar a ser su vida. Dónde Daichi escribe notas a Suga pero tiene...