“Palabras que hieren
a los que quieres,
odiado por lo que
te estás convirtiendo.
Lo sabía mejor que
confiar en mí, en alguien más,
en las mentiras
que se resbalaban de mi boca” ~ Trust, Christina PerriEl Baile de Halloween se estaba acercando a la velocidad de la luz. Hogwarts ya se había empeñado en lucir sus paredes y salones adornados. El Gran Comedor estaba repleto de calabazas enormes y esqueletos que se movían persiguiendo alumnos al azar. Todo el mundo ya respiraba esa atmósfera de fiesta.
Una rubia que solía ser tan temperada y fuerte, se encontraba muy deprimida y enfadada.
«No quiero ir a ese estúpido baile sabiendo que veré la perra de mi hermana pegada al cabrón de Theo. No voy a ir, fin de la discusión» volvió a explicar Daphne cortante.
«¡Pero no puedes dejarme sola!» exclamó Hermione preocupada y desilusionada.
«¿Y yo qué soy? ¿Un palo de escoba?» preguntó Ginny ofendida.
«Claro que no, Gin, es sólo que tú bailarás toda la noche con Harry, como tiene que ser, mientras que yo me quedaré sola todo el tiempo» la intentó tranquilizar la castaña.
«¡Qué va! Estoy segura de que más de uno te pedirá que seas su pareja» afirmó con seguridad la pelirroja. La otra leon bufó poco convencida.
«Si quieres te cedo con creces uno de mis caballeros idiotas tan coladitos por mí...» le sugirió la rubia.
«Ehm, si están tan coladitos por ti, dudo que se contenten de venir conmigo, Daphne, pero gracias por el pensamiento» suspiró la ojos miel.
«Te puedo asegurar que sí vendrían con gusto. Sólo quieren un hueco donde meter su juguete» explicó con nonchalance la slytherin.
«Entonces seguro que prefiero ir sola...» rebatió horrorizada la prefecta.
La ojos cambiantes se encogió de hombros, mientras que la más pequeña del trío seguía riendo como niña. La leona lo tomó como señal de permiso para irse a la biblioteca tranquilamente. Saludó deprisa a sus amigas y salió del salón a zancadas muy agraciadas.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hermione estaba sentada en una mesita de la biblioteca, en un rincón bastante cerca de la entrada, haciendo sus deberes hasta noviembre como mínimo.
Estaba tan concentrada en su actividad que no se dio cuenta de la llegada de un chico, hasta que él, perdiendo la paciencia por el tanto carraspear sin éxito, dejó caer sus pergaminos en la cara de la gryffindor.
«¡¿Pero qué?!» gritó alarmada.
«Por fin te dignas de hacerme caso» dijo el muchacho sonriendo.
«¿Qué quieres, Nott?» preguntó molesta.
«¿Podrías echarme una mano en transformaciones?» soltó franco y algo avergonzado, pero sin abandonar la sonrisa.
La castaña levantó una ceja asombrada «¿Yo?» cuestionó dudosa.
«Por supuesto, Granger, ¿Si no por qué vendría aquí a molestarte?» explicó obvio el ojos azules.
La leona lo pensó un rato, se encogió de hombros y aceptó «Pero a una condición»
«¿Cuál?» sonrió malicioso el slytherin.
«Quiero que me contestes a unas preguntas como: ¿Qué te traes con Astoria Greengrass?» exclamó directa.
«Vaya, Granger, no sabía que tenía una admiradora entre las leonas» se burló.
«¡Idiota! No te diré porque quiero saberlo pero te aseguro que no es porque me gustas. Si quieres mi ayuda contesta...» amenazó la ojos miel.
«De acuerdo, si tanto deseas saberlo… Entre Astoria y yo no hay nada más que odio. Esa víbora chilló en la sala común que se había acostado conmigo, cosa que no es cierta ¡Qué asco! Además me estropeó la reputación. Todas las mujeres me evitan porque ella le dijo que soy un inepto en la cama, como venganza para haberla rechazado en público» confesó el moreno fingiendo arcadas.
Hermione abrió los ojos como platos ante esa revelación. Lo miró intensamente para vislumbrar rastros de mentiras, pero todo lo que vio fue la más creíble sinceridad.
«¿No te acostaste con ella? ¿Por qué se inventó semejante cosa?»
«Y yo que sé… Tal vez para llamar la atención de cierto rubio que conocemos muy bien» supuso la serpiente.
«¿Malfoy verdad?» cuestionó ella algo fastidiada.
«Sí. Yo siempre he sabido que está coladita por él. Todo el mundo lo sabe en efecto. Sin embargo, el sofisticado Príncipe de las Serpientes no le hace caso, porque la considera sólo una niñata inmadura» explicó Theodore.
La muchacha estaba más tranquila.
«¿Qué? No me digas que la valiente leona le teme a la concurrencia...» dijo con burla el joven.
«¿De qué hablas, Nott?» preguntó extrañada ella.
Él soltó una carcajada divertida y negó con la cabeza «Sois propio iguales vosotros dos. Tan testarudos, orgullosos y fingís caer de las nubes cuando os encontráis con una realidad que os espanta»
«No entiendo a que te refieres» exclamó levantándose de la silla dispuesta a salir del lugar por la situación comprometedora.
«Vale, vale. Ya no te molestaré tranquila. Con vosotros es inútil discutir, así que no me meto, aunque tenga razón… » la chica estaba por rebatir, pero él la calló «Hasta el lunes por la tarde, Granger».
Theodore se dirigió a la salida pero Hermione de repente lo agarró por una manga «Espera, Nott»
«¿Te sirve algo?» cuestionó aún riendo como bobo.
«No, ¡o mejor sí! Si no te gusta Astoria, ¿Quién es la chica que te gusta?»
«¿Cómo sabes si me gusta alguien?»
«Simplemente lo sé. Una chica se da cuenta de estas cuestiones» le sonrió sinceramente con superioridad.
El ojos azules suspiró «Vale, te lo digo porque sé que eres leal siendo una férrea gryffindor y en general porque sé que eres buena persona. Pero tendrás que adivinar. Indicio: es una serpiente perfecta, pero ella nunca me prestó atención»
«¿Es rubia?»
«Ehm sí...»
«¿De nuestro curso?»
«Aja»
«¿Bonitos ojos cambiantes?»
«Puede ser» dijo ruborizado.
«¿Su nombre empieza por D?»
«Quizás» susurró con un hilo de voz. Hermione sonrió triunfante «Pídele que venga al Baile de Halloween contigo»
«¿Qué? ¿Acaso estás loca? ¡No quiero ponerme en ridículo también delante de ella!»
«No pasará. Confía en mí. Pero tendrás que explicarle lo de la arpía Greengrass antes»
«¿Por qué estás tan segura?»
«Tú confía y ya está. De verdad, te juro que no te arrepentirás»
«De acuerdo. Pero si meto la pata tú en cambio tendrás que besar a Draco delante de todo el colegio» la retó la astuta serpiente.
«¡¿Qué?! ¿Por qué tendría que hacer semejante asquerosidad?» gritó la chica espantada.
«Porque así sé que no me estás engañando con lo del baile»
La castaña asintió entendiendo las intenciones del compañero. Ella estaba segura al 100% que Daphne le habría correspondido, así que no tenía nada que temer. Aunque la verdad era que se había sonrojado hasta las orejas ante el pensamiento de besar al rubio. Su seguridad y su orgullo tomaron la decisión por ella «Tenemos un acuerdo, entonces» afirmó con determinación la leona ofreciéndole la mano, que el slytherin estrechó satisfecho.
Luego el moreno se apresuró a abandonar la biblioteca, no sin antes murmurarle en el oído «No crees que conseguiste engañarme. Sé por cierto que no te desagradaría en absoluto un besito de nuestro Príncipe, ¿Verdad?».
No esperó la respuesta de la chica, que de cada manera no habría llegado, porque ella se quedó estática como una estatua asumiendo el color del pelo de su mejor amigo.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Ya era casi la hora de cenar y Hermione terminó las últimas tareas. Estaba por ir a su habitación, cuando un joven bastante guapo la detuvo.
«¡Hola, Hermione! ¿Todo bien?»
«¡Hola, Michael, claro que sí! ¿Y tú?» preguntó amablemente la gryffindor.
«Muy bien, gracias. Oye, dentro de poco empieza la cena, así que seré directo» soltó el ravenclaw algo colorado, mientras se rascaba la cabeza nervioso.
«Dime, Michael, no te hagas problemas conmigo» le sonrió alentadora.
El cuervo suspiró hondo y preguntó esperanzado: «¿Te apetecería venir al Baile de Halloween conmigo?».
La ojos miel no se esperaba esa pregunta. La tomó completamente desprevenida, tanto que no se dio cuenta de tener el joven pendiente.
«Bueno, si no quieres no pasa nada… No te preocupes, lo entiendo… Espero que puedas olvidarte de esta tontería y podamos quedarnos aún amigos y estudiar junt...»
«SÍ» interrumpió la leona emocionada «¡Claro que quiero ir a la fiesta contigo!».
El ojos chocolate estaba en el séptimo cielo. No pudo resistirse a estrechar en un abrazo a su futura pareja. La muchacha se sorprendió al principio, pero enseguida le devolvió el gesto.
«Muchas gracias por la oportunidad. ¡Intentaré no decepcionarte!» afirmó animado el prefecto.
«Estoy segura que no lo harás» lo incentivó positiva. Sucesivamente le rozó levemente la mejilla con sus labios y agregó: «Vamos a cenar, Michael».~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Lo que los prefectos perfectos no sabían era que cierto slytherin, furioso, había presenciado a la escenita. Tenía ganas de partirle la cabeza a ese desgraciado cuervo.
“¿Cómo se atrevió ese insulso empollón a adelantarme? ¡Ella tenía que venir al baile conmigo¡" se quejó el rubio golpeando la pared hasta casi hacerse sangrar los nudillos.
“Admito que he perdido la primera batalla, pero la guerra, oh, Corner, no la vas a ganar. Yo seré el verdadero vencedor. Yo seré el único dueño de su corazón. Ya verás” pensó más decidido que nunca el ojos grises acudiendo hecho una furia al Gran Comedor.
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~Hermanastros~
Fanfiction¿Y si la historia de Harry Potter y sus amigos no hubiese terminado como nos la contó nuestra J.K. Rowling? Aquí os encontráis en un universo diferente a lo que solemos conocer, un mundo en el que el extraordinario "Niño que vivió" fue sólo un simpl...