¿Problemas en el Paraíso? (Historia interactiva)

Capítulo 29: Tú decides, Amalia

Aquel mensaje en una época tan mágica como la navidad tenía que ser una señal. Sonreí de oreja a oreja al releer lo que Julián me había enviado. Al parecer, nuestro encuentro había sido más importante para él de lo que imaginaba.

Y, lo cierto, es que a mí tampoco me había sido indiferente. Era hora de hacer un cambio y reescribir mi propia historia. Alejandro me había decepcionado muchísimo al pedirme el todo, a cambio de migajas. Así y todo, todavía me rondaba por la cabeza de vez cuando, por culpa de tantos recados que llegaban a mi oficina (que si bien no leía, eran un recordatorio de mi viaje hacía ya casi un año). Era tiempo de darme una oportunidad con alguien más. Seguía soltera, sin compromisos, así que me dije "¿Por qué no?"

Yo también podía ser una investigadora de la web. Es más, entre mis amigas, me había ganado el apodo de stalker profesional, gracias a mis averiguaciones silenciosas sobre novios no del todo honestos con mis amigas. Bien, hora de usar mis "habilidades" para mí misma y averiguar qué era de la vida del hippie sexy.

Tecleé su nombre en el buscador de Facebook y, como era obvio, me aparecieron montones de hombres con su mismo nombre, que era demasiado común. Me paseé por Instagram y Twitter sin mucho éxito.

Con un suspiro de resignación, me metí con "San" Google, que tenía todas las respuestas. Puse "Julián Castillo" y me quedé pensando en qué más podía aportar datos para la búsqueda. Entonces recordé que él había mencionado ser productor musical. Eso tenía que servir.

―¡Bingo! ―exclamé triunfal al ver su foto, junto a su página web, y leí en voz alta― "Julián Castillo, mejor conocido como "Chameleon", es productor musical y cantante, quien nos sorprende en cada concierto con un look único, haciendo honor a su seudónimo. No tiene una especialidad en un género particular, sino que ha incursionado en distintos estilos: rock, pop, reggae, hasta ritmos tropicales y folklore latinoamericano..."

Ahora, todo era más que claro. Por eso, el cambio drástico de look. Me reí, mientras seguía leyendo y pensando en que estar al lado suyo debía ser una experiencia divertida. Me detuve en seco cuando vi que su próxima fecha sería en mi ciudad, para Año Nuevo. ¿Y si iba a verlo?

Sin pensarlo más, compré una entrada al evento y seguí stalkeando al gran Chameleon por la red, escuchando sus canciones y deleitando mi vista con sus videos y fotos.

*******

Una montaña de trabajo en los siguientes días, clásico de fin de año, relegó el tema de Julián a lo más profundo de mi mente, casi olvidándome de él. Por eso, cuando llegó un pequeño paquete sin remitente a mi oficina, me sorprendí mucho: una caja de té orgánico... del Perú.

"Ya verás que sabe mejor de lo que huele. Pronto, me dirás qué te pareció.

¡Feliz Navidad atrasada!

Con amor. El hippie sexy."

Todavía estaba secándome las lágrimas, producto de la carcajada que solté al reconocer el brebaje que arruinó una de mis blusas favoritas, cuando mi secretaria me informó que tenía un cliente esperándome en recepción. Aquello me extrañó, ya que no era algo habitual en esa época del año. Salí de mi oficina, sin siquiera preguntar de quién se trataba. Una corazonada me decía que quizás se trataba de...

―¡Julián! ―lo saludé sorprendida y con una gran sonrisa.

Otra vez estaba bastante diferente: con el cabello más largo arriba que a los lados, como estaba de moda, barba crecida y bien recortada y un look hipster que le quedaba de 10.

Me guiñó el ojo y se acercó a mí, dándome un beso en mi mejilla que hizo revolotear mariposas en mi estómago. Lo invité a pasar a mi oficina, nerviosa como quinceañera.

¡Realmente, estaba allí!

―Estás hermosa, Amalia ―me halagó con voz seductora.

―Y tú estás tan... Diferente ―me reí― ¿Qué te trae por aquí?

―Verás... Solo pasaba por aquí y quería verte. ―respondió con franqueza y añadió, juguetón― Tú decides, Amalia, ¿quieres salir a tomar algo conmigo?