Capítulo Trece

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Obsesión y Descontrol

*Maia*

Anteriormente, conocíamos a Viviana Jiménez, la primera mujer a quien Sebastián Leaño le llamó como la "sumisa pionera". Sabemos que ella es madre soltera, tiene un único hijo de nombre Orlando quien aspira a ser tenor y por eso, fue a estudiar ópera en Italia, además fue amiga de quien vida fuera Irene Arzubiaga, la amante de mi padre y que murió de una penosa enfermedad. Ella tiene 33 años, cabello ondeado largo castaño con iluminaciones rubias llegando hasta diez dedos antes de su cadera, cuenta con un tatuaje en la muñeca con el símbolo del "infinito" y en la otra se tatuó su nombre, pero jamás pudo hacerse uno con él porque, cuando fueron pareja más allá del contrato de sumisión que los identificaba como amo y esclava, la mujer fue captada besándose con otro hombre enfureciendo al Sr. Leaño y jamás la volvería a ver hasta ahora. ¿Qué tiene que ver ella conmigo? Fácil, Sebastián nos metió a ambas en la boca del lobo queriendo tener sexo con él, todo como parte de la tercera sesión de BDSM que tengo con mi amo esta misma noche. ¿Qué habrá pasado por la mente de Viviana al saber que su ex dominante se aprovecharía de una menor de edad?

"¿Acaso te volviste loco? ¿Quieres que me preste para esto? ¿Yo? ¿Cómo me pides que haga semejante barbaridad, Sebastián? ¡Y encima con esta chica que es menor de edad!", protestaba Viviana y claro, estaba en lo cierto.

"Es parte del juego, Viviana. No me importa que ella sea menor de edad, Maia se está adaptando a mis reglas puestas en el contrato y se comporta como una buena sumisa porque se prestó a esto sin que otros la obliguen a que entre a este juego", dijo Sebastián contradiciendo a Viviana.

"¿Parte de tu juego? Ya estás demente, Sebastián. Ponte en el lugar de Maia, ¿qué harías si sus padres se enteran de que ella tiene relaciones contigo? Te van a denunciar y acabarás preso por invasión de privacidad, ¿eso quieres?... Pues, acaba con ello y déjala en paz", dijo Viviana que le pone punto final al contrato.

"¿Me vas a retar, Viviana? A mí no me gusta que me desafien, yo quiero tener razón en todo y controlar lo que esté a mi alcance para sentirme un ser superior a cualquiera", dijo Sebastián pecando de soberbio y altanero.

"Te desconozco, Sebastián, no eres el mismo de antes... Cambiaste por completo antes de conocer a Maia, ella es una niña que no llega a la mayoría de edad. ¿Qué hiciste tú? Le quitaste su virginidad usando tu mejor arma: el arte de la sumisión", dijo Viviana cantándole sus verdades en la cara del mismo Sebastián.

"¿Sabes? Maia me da todo lo que ninguna otra sumisa me dio en años y por eso, la quiero hacer muy feliz a costa de quienes se opongan a ello. Y estoy feliz porque ella se convirtió rápidamente en tu sucesora", dijo Sebastián, pero recibió una cachetada por parte de una furiosa Viviana.

"Maia, espérame en la sala... Yo seguiré conversando con Sebastián y tratar en lo posible de arreglar esta situación antes de que se me salga de las manos", dijo Viviana que me pidió dejarla sola con mi amo para seguir hablando y me conviene porque, tras ver como Sebastián recibió un merecido golpe por parte de Viviana, no quería meterme en este escándalo que ellos mismos lo provocaron.

"Gracias señorita, es un placer conocerla... Y perdóname si se sintió ofendida por lo que habló Sebastián de usted", dije, saludandola con un estrechar de manos y yendo a la sala para no escuchar como ella seguía discutiendo con Sebastián.

¿Cómo no se iba a sentir mal Viviana si Sebastián abuso de mi desde que me convertí en su sumisa? Lo que no sabe es que tener sexo con él era estimulante, placentero, excitante y por supuesto, mi amo no trataba de lastimarme, quería que me sintiera cómoda en cada sesión. Sin embargo, yo no me siento segura en sus brazos porque ya me maltrató una vez y seria capaz de hacerlo de nuevo como si no tuviera piedad de nadie y lo peor es que mi familia acabaría siendo afectada por esto si logran saberlo aunque me propuse ocultar esto hasta que finalice el contrato que me ata a él. La sociedad actual esta llena de hombres machistas, pedófilos, abusadores, infieles, agresores, etc y son portadas en los periódicos más importantes del país porque ellos ultrajaban, violaban y hasta asesinaban a su pareja o a sus niños por motivos que van desde lo más ridículo hasta lo más espantoso, pero cuando se entregan a la policía o esperan juicio, son absueltos y terminan libres haciendo q la justicia quede por los suelos en lugar de recibir un castigo que les sirva de lección para no volver a cometer los errores que los mandaron a prisión.

Maia: La Sumisa Joven | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora