Al otro lado del planeta

Quien es mejor?

La peliazul volvió al calabozo después de dos días para ver si el peliflama seguía igual de mal o se había recuperado un poco. Abrió la puerta y tomada por sorpresa fue lanzada al suelo con peso encima el cual no la dejaba levantarse.

-Suplica por tu vida o prepárate para morir- dijo Vegeta apretando fuertemente el agarre contra Bulma.

Gracias a un musgo extraño que habia encontrado sus huesos habian podido recuperarse completamente y tenia la mayoria de sus fuerzas consigo.

-Te felicito- dijo calmadamente la peliazul -no pensé que encontrarías el musgo que crece por aquí y que es capaz de curar heridas en una sola noche-

- Déjate de felicitaciones y empieza a suplicar por tu vida-

-Estas seguro de estar en una posición en la que puedas pedir tal cosa?-

-Por supuesto que lo estoy- respondió el azabache -al fin y al cabo soy yo el que te tiene inmovilizada-

-Pero y si te dijera que aunque ese musgo te haga recuperarte no deja que recuperes la fuerza entera de tu ki? Por ende no tendrás fuerza suficiente para poder matarme por muy cerca que estés. Lo mejor será que me sueltes y dejes de hacer el tonto- decía como si tuviera todo el tiempo del mundo.

El azabache sin querer creer sus palabras formo una bola de ki apoyándola en su espalda y haciendo que causara una pequeña explosión pero que a esa distancia es mas que letal. Como resultado, lo que había dicho Bulma era cierto, no había tenido suficiente ki y apenas había hecho un agujero en la ropa y unos rasguños en su piel. Sin saber que hacer siguió agarrándola sin aflojar el agarre en ningún momento.

-Donde esta Kakarotto y que habéis hecho con el?- preguntó.

-Esta con Milk pero tranquilo, no le hemos hecho nada aunque creo que tu no tendrás la misma suerte- dijo para después soltar ki quitándoselo de encima.

Vegeta se levanto y se quedo mirándola. -Nada mal aunque jamás podrás estar a la altura de un saiyan, al fin y al cabo comparado con nosotros que somos dioses eso no es nada-

Bulma no pudo evitar reír -entonces me quieres decir que la forma tan patética con la que peleaste el otro día es ahora el nivel de los dioses? Que bajo han caído, no?-

-Te equivocas, esto no es ni siquiera una octava parte de lo que un verdadero dios como nosotros es capaz de hacer. Ya te gustaría que este fuera al menos la mitad de mi poder-

-Bueno, cuando piensas mostrarme ese poder divino del que tanto alardeas?-

-Tantas ganas tienes de morir a manos del gran príncipe saiyajin?-

-Es que claro, como tienes la victoria taaaan asegurada y como es taaaan seguro que voy a morir tengo un miedo que mira, mira como tiemblo- moviendo la mano prácticamente riéndose de el.

-Creeme que si supieras lo que soy capaz de hacer no te reirías tanto como haces ahora. De verdad no sabes cuantas ganas tengo de borrarte esa estúpida sonrisa de la cara-

-Y porque no lo haces? Que yo sepa no hay nada que te lo impida-

-De verdad pretendes luchar en un lugar tan pequeño?-

-Venga, hagamoslo justo. Te dejare alimentarte bien por tres días y después de ello lucharemos en el exterior para ver quien es mas fuerte de los dos-

-Me parece bien aunque vas a arrepentirte de hacer esto-

-Ya veremos si me acabo arrepintiendo yo por hacer esto o tu por alardear y quedar en ridículo-

-Sera lo primero, eso te lo puedo asegurar-

-Lo que tu digas, ahora descansa princesita-

Y antes de que Vegeta pudiera quejarse por el apodo fue noqueado por Bulma.

Milk por su parte no podía dejar de mirar al apuesto saiyan de nombre Goku. Desde que llego parecía haberla hipnotizado y por mucho que quisiera no podía cambiarlo. Que la estaba pasando? Cuando Bulma volviera tendría que preguntárselo porque de verdad que tenia la cabeza hecha un lio...

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-Whis, donde estas?!- gritaba el dios de la destrucción ya harto puesto que llevaba buscándole mas de una hora.

-Aquí estoy señor- dijo desde la biblioteca donde buscaba cosas mientras hablaba con el pez oráculo.

-Whis, cuando les traerás de vuelta? No aguanto ni un segundo mas sin ver a mi hermoso Ve- digo sin nuestros poderosos amas domesticas, tienen que cambiarme las sabanas de la cama-

-Paciencia señor además de que ya es mayorcito y puede hacerlo solo-

-Pero no quiero hacerlo solo- respondió como si fuera un niño pequeño -quiero que lo haga Vegeta, se le da demasiado bien-

-Aun así debe esperarse, sigo sin recordar exactamente donde están-

-Eres un inútil-

-Señor cuide sus palabras o tendré que mandarlo a dormir y no pienso despertarlo cuando los haya traído de vuelta-

El dios destructor mas que tomárselo enserio se puso a mover la mano como si ese fuera Whis burlándose de el y luego se fue a lo que el peliblanco solo pudo suspirar y seguir buscando el paradero de los saiyans.

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Siento actualizar tan tan tarde y feliz año nuevo.

Nos leemos.