La rabia que sentían se podía notar en el aire. No tenían fuerzas, de ninguna manera podían levantarse, apenas y eran capaces de levantar una mano para golpear el suelo con rabia de la frustración que sentían al no poder hacer nada.
-Se acabó, rendiros de una vez- dijo el dios bostezando, empezaba a aburrirse de la actitud de los saiyans.
-Jamás- respondió el príncipe.
-Seguiremos incluso si nos dejamos la vida en ello-
Whis le aguantó la mirada. Sabía que el saiyan iba en serio, sabía que si era necesario moriría en ese mismo lugar, pero también sabía que el mismo era incapaz de hacerle tal cosa.
-Porqué no os olvidáis de ellas? Nos harías la vida mucho más fácil a todos- suspiró el albino.
-No podemos olvidarnos de las personas que amamos. Ya deberías saberlo-
-Whis, matemosle, ya está delirando-
La cola del gato felino se movía de un lado a otro mientras se acercaba al menor. Estaba cansado de escuchar la voz de Goku y no había propósito de dejarle vivo si de todas maneras ya había sido derrotado.
-Señor, si hace eso me veré en la obligación de hacer lo mismo con Vegeta-
Rápidamente la mirada de Bills se encontró con la de Whis. Frunció el ceño intentando que su sirviente notará su molestia, pero para su sorpresa Whis no se inmutó en lo más mínimo y parecía mantener su postura ante la decisión que había tomado. Se alejó del pelipalmera molesto por tener que dejarle vivir
-Solo le dejaré vivir porque podría volverse necesario algún día, que no se te suba a la cabeza- dijo fastidiado.
-Bueno, ya que hemos arreglado ese asunto deberíamos pasar al problema principal. Creo que va siendo hora de que volvamos para poder ponerle final a la vida de esas dos innecesarias criaturas-
-Ya te hemos dicho que no! Tiene que haber una solución, maldita sea!-
Vegeta realmente se esforzaba por poder pensar en algo. En el pasado había salido de innumerables problemas gracias a su intelecto y sus estrategias. Ahora, siendo uno de los momentos que más lo necesitaba, se estaba quedando en blanco y realmente se maldecia internamente por ello. Bueno, eso era hasta que al fin consiguió encontrar una solución.
-Lo tengo! Porqué no habíamos pensado antes en ello?!- se maldijo ganándose una aburrida mirada de Whis -tenemos las esferas del dragón, si tanto nos queréis podríais simplemente pedir dobles de nosotros!-
-Menuda tontería- dijo el albino -para que querría un doble teniendoos a vosotros? Es ilogico-
-Pero podríais pedir que esos dobles os prestaran atención solo a vosotros...-
-Por una vez algo que dice ese cabeza hueca me parece buena idea- admitió el dios dejando que la idea pasara varias veces en su cabeza, imaginando como sería tener al fin a un Vegeta que le prestará total atención y no se negara a las muestras de afecto que tanto le apetecía mostrar cuando estaban solos.
-Señor, realmente está considerando la idea?-
-Claro, al fin y al cabo si no nos convence siempre podemos volver a por ellos y matar a esas crías- estirandose de mejor humor empezó a caminar-vamos Whis, tenemos algo que hacer-
-Si, señor- respondió acercándose a él no sin antes volver a echarle una mirada a Goku. Tarde o temprano volvería a por él, de eso estaba seguro.
Con un golpe de bastón ambos, tanto dios como maestro, desaparecieron ante los ojos de los guerreros, los cuales al fin fueron capaces de respirar aliviados.
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Al otro lado del planeta
FanfictionVegeta y Goku entrenan con Whis. Entrenando Goku encuentra un agujero tapeado en el suelo. Whis le muestra y le dice que al otro lado existe un mundo en el que viven dos guerreras muy peligrosas, tan peligrosas que una sola le podria dar muchos prob...