Resumen:
YiFan nunca tuvo la intención de dejar atrás a KyungSoo.
No quiso comportarse como un idiota cuando estaban celebrando su tercer aniversario. Pero KyungSoo debió saber que YiFan siempre es un idiota cuando se trata de cosas importantes. Debió imaginar que algo malo iba a terminar sucediendo y que como siempre, las cámaras y la multitud los iban a terminar alejando.Pero nadie lo supo. Por eso KyungSoo se ha ido a casa de sus padres y YiFan ha ido a la ferretería a comprarse una cadena. Su objetivo es recuperar a KyungSoo y no va a moverse de su sitio hasta que lo consiga.
Título en Español: El hombre que no podía ser movido.
Partes: 3
Extensión: 12.8K.
Género: Yaoi, Romance, Comedia.
Autor: J.A. Park.
ENCADENADO
»El famoso modelo Kris Wu declaró haber firmado un gran contrato para una película cuando fue encontrado en la calle siendo dejado por su actual ex novio, Do KyungSoo.
KyungSoo corrió las cortinas de su habitación, enfocando la vista en el puesto vacío del estacionamiento. Sus padres no estaban en casa, lo que significaba que de nuevo se había levantado tarde.
»Como muchos medios saben, Do KyungSoo es el hijo de un gran productor de música que apiló una gran fortuna componiendo grandes canciones en la década de los noventa para grupos como...Estiró los brazos sobre su cabeza y arrastró los pies hasta la puerta de su habitación. Salió, siguiendo el sonido de la televisión encendida y bajó a la primera planta, encontrando el desayuno puesto en la mesa y a Amber comiendo una tostada con el traje a medio poner.
»Do KyungSoo abandonó a Kris Wu después de enterarse de su
contrato con una gran productora para una película que comenzará a ser
filmada en mayo de este mismo año. Los rumores dicen que...BaekHyun también estaba allí, pasando los canales con un gesto ceñudo mientras intenta meterse a la boca una tostada embadurnada con Nutella.
»El famoso modelo Kris Wu interpretará a un chico inocente que se enamora de una chica que es adicta a los narcóticos...
―Apaga eso ―anunció KyungSoo, pasando directo hacia el baño junto a la cocina―. ¿Qué haces aquí, noona?
Amber se enderezó un poco en la silla, acomodando la corbata de su traje en un nudo desarreglado.
―Kris me envió a ver cómo estás. Ya veo que bien, al menos estás en el baño, ¿te bañarás hoy?
―Lo hago todos los días ―dijo KyungSoo desde el interior del baño, apenas mirando con recelo su cepillo de dientes junto al de sus padres. Lo tomó para lavarse los dientes y se sentó en el inodoro con flojera, mirando a la nada―. Como si fuera su problema ―murmuró, moviendo el cepillo de forma ausente―. Idiota.
»¡Pobre chico! Me siento mal por él. O sea, su novio lo deja para irse a un bar y ahora es asediado por los medios. ¡Ya déjenlo en paz!
»Tienes razón, JoongShi, sin embargo, todos esperan saber por qué razón Do KyungSoo se ha recluido en casa de sus padres. Muchos han comenzado a decir que Wu YiFan lo ha dejado gravemente he...
― ¡QUÉ MIERDA! ―Gritó BaekHyun desde afuera, justo cuando KyungSoo estaba por abrir la puerta. Retrocedió, mirando sus propias manos temblar en el pomo―. Voy a matar a ese imbécil. Deja que salga de aquí, voy a ir a ese puto canal a prenderles fuego. ¡Ja! Como si KyungSoo fuese a dejarse golpear por un imbécil.
―Cierto. Lo que ellos no saben es que Kris era golpeado.
BaekHyun soltó una risita.
―Se lo merece.
―Claro, pero esto es estúpido. ¿KyungSoo, estás bien? ―KyungSoo negó, tomando una bocanada de aire para finalmente abrir la puerta y salir del baño―. ¿KyungSoo?
―Estoy bien. Aquí estoy, noona.
―Bien, come algo, BaekHyun ya se acabó las tostadas y la Nutella, pero hay ensalada o lo que sea que sea esto.
―Es fruta seca.
―Ah, ¿sí? ¿Quién demonios come una fruta seca cuando la puede comer en su estado natural?
―Conserva mejor las vitaminas ―dijo KyungSoo, pero Amber lo miró como si se hubiese vuelto loco―. Olvidalo, ya te puedes marchar. Dile a ese idiota que hui del país y que no volveré. ―KyungSoo se volvió para mirar a BaekHyun―. Tú también, vete de aquí.
―Pero yo...
―Dormiste en mi casa cuando te pedí ayer que te marcharas, intentaste entrar a mi habitación a hacer quién sabe qué y ahora te acabaste mi jodido recipiente de Nutella. No te quiero en mi casa.
―¿Es así como tratas a tu mejor amigo y a la representante de tu ex novio? Pensé que eras más decente, Do KyungSoo.
―Soy lo más decente que puedo cuando se trata de Byun BaekHyun, BaekHyun.
―Bastardo.
El muchacho abultó las mejillas, asintiendo tan lento que a KyungSoo llegó a parecerle que estaba por quedarse dormido. Luego se levantó, apagando la televisión y cogió el recipiente vacío de Nutella para meterle los dedos.
―Ve darte una ducha, tenemos que ir a un sitio a buscar un bidón de gasolina.
―¿Gasolina?
―Sí, vas a acompañarme a buscar un bidón de gasolina.
―No quiero salir.
―Nunca quieres desde que lo dejaste. Ese es el punto. Vas a bañarte y vamos a salir. No te estoy pidiendo permiso, Do KyungSoo. Es una orden de tu Hyung.
―Ja. ―KyungSoo se cruzó de brazos y en eso, Amber lo tomó de las piernas y lo derribó al suelo. Luego BaekHyun lo tomó de los brazos, cargándolo con dificultad sobre su hombro para subirlo a la habitación.
―Joder, pesas demasiado. ¿Para qué demonios he estado ejercitándome?
―Para verle el culo al estúpido de Oh SeHun en el gimnasio, ¡idiota! ¡Bájame que no soy un costal!
―Bien ―murmuró BaekHyun, dejándolo en la puerta de su habitación. Levantó un dedo, pidiendo permiso para recobrar el aliento y se apretó la cadera―. Demonios... ¿estás comiendo más ahora? ¿Esto es lo que hace la depresión?
―No estoy depresivo ―gruñó KyungSoo, metiéndose a la habitación―. Jódete, BaekHyun.
―Lo haría, pero espero que tú al menos me ayudes con eso mientras conquisto a Oh SeHun. ¿Qué dices? ¿Lo hacemos en el baño? Que sea sucio y rápido.
KyungSoo soltó una pequeña carcajada cuando BaekHyun esbozó una gran sonrisa y extendió los brazos hacia él.
―Idiota.
―¿Te quiero? ―KyungSoo se detuvo en la ventana de su habitación, dando la espalda a BaekHyun cuando se sintió demasiado extraño para estar sonriendo después de dos semanas enteras de amargura.
Se preguntó por qué estaba comportándose de ese modo cuando él no fue quien se fue a un bar a beber y a tomarse fotografías con cuantas zorras se le atravesaran en el camino y terminó clavando la vista en la fila de árboles que hay frente a la casa de sus padres.
Allí conoció a Kris hace tres años. Cuando estaba terminando la universidad.
KyungSoo recordó al hombre alto de sonrisa inocente sentado entre los setos, bajo el árbol grande. Para ese entonces YiFan tenía el cabello largo y era un raro aficionado de la música rock y de usar cadenas de plata en todo lo que pudiese ponerse. Vivía con sus padres en una casa mucho más pequeña cinco calles más abajo, pero después de una semana, KyungSoo notó que el muchacho pasaba mucho más tiempo allí, debajo de ese árbol que en su propia casa.
Pensó en el día de la firma de contrato y recordó la promesa que le hizo YiFan sobre llegar de Canadá y correr directo a él después de haber estado alejados por tres meses.
KyungSoo estaba esperando por él. Lo esperó toda la noche, preguntándose si algo le habría ocurrido, pero sólo le bastó encender el televisor. Aparentemente, cuando en este nuevo mundo quieres enterarte de lo que hace tu novio, sólo debes encender el televisor y dejar un buen canal de chismes.
YiFan es un desastre estando solo. No sabe cómo decir que no a sus amigos y no sabe lo que significa la palabra organización a menos que alguien lo abofetee con un cronograma a media mañana. Amber es un caso parecido y su agente, un extraño hombre soltero y melancólico, resulta mucho peor que ellos cuando no hay muchas actividades que lo mantengan en tensión.
KyungSoo dejó la mano sobre el vidrio, escuchando como BaekHyun comenzaba a quejarse por el tipo de las noticias. Lo escuchó subirse a la cama y saltar sobre el colchón, pero se mantuvo con la vista fija en el árbol frente a su casa.
Había decidido abandonar a YiFan en el momento en que notó que estaba cansado de lidiar con su actitud infantil. Cuando pensó que no podía pasarse la vida enmendando las cosas que su novio hace con sus amigos como si no fuese consciente de que es un adulto ahora y una figura pública. Se convenció de que no estaba mal y de que tenía razón y sólo recogió toda su ropa y lo dejó allí, ebrio, llorando y con un anillo en las manos.
Pero lo extraña y teme todos los días el terminar contestando sus llamadas cuando su imagen aparece en la pantalla de su móvil. Teme salir y que sus pies se dirijan a la casa que compartían juntos. Teme ser débil porque quiere a YiFan y porque sabe que él no lo va a dejar tan fácilmente. Y pensó en la posibilidad de que él tampoco pudiese dejarlo tan fácilmente.
―¿Para qué quieres ese bidón de gasolina? ―Le preguntó a BaekHyun, volviéndose de lleno para alcanzar su armario.
Su amigo estaba dormitando con una almohada colocada sobre el estómago cuando abrió un ojo y lo siguió hasta el armario.
―Voy a prenderle fuego a ese canal de mierda y tú te vienes conmigo.
BaekHyun era la clase de persona que decía que podía ser capaz de hacer el mundo arder y en cierto punto, llevaba una gran parte de su infancia haciendo las cosas arder. Desde el jardín de niños, cuando accidentalmente quemó el mantel de la mesa del comedor con un encendedor que le había quitado a escondidas a su tío hasta el día de hoy, que suele prenderle fuego a todo lo que tenga que ver con sus ex novios.
Por supuesto, BaekHyun ha conseguido asemejar con el fuego a Oh SeHun y KyungSoo todavía está preguntándose si realmente le gusta el tipo o si quiere prenderle fuego en cuanto todo mundo se descuide.
―No voy a sacarte de la cárcel de nuevo, BaekHyun, y porque no voy a sacarte de la cárcel, tampoco voy a ir contigo a cometer un delito para que también me encierren.
―Te va a gustar. En la estación está este tipo, Kim JongIn, que es más caliente que el infierno. Deberías conocerlo, no lo sé, olvidar a Kris.
KyungSoo se tensó.
―Tú deberías olvidarte de Oh SeHun, es muy pequeño para ti. Sus padres son la familia más estricta que he conocido y dudo que permitan que su hijo se revele siendo gay en la sociedad para salir con un remedo de pirómano.
―No soy un piromaníaco, ni siquiera me gusta el calor ―alegó BaekHyun, buscando con la mano derecha el recipiente de Nutella sobre la cama―. Ustedes no entienden.
―Por supuesto, no lo entiendo. No entiendo cómo es que eres mi amigo.
―Porque soy caliente, Soo. Y porque secretamente me deseas. Ya no tienes que negarlo.
BaekHyun separó las piernas, palpando la zona de su pene con un movimiento delicado. Pero KyungSoo no se inmutó, sólo continuó sacando sus cosas para tomar una ducha.
―No te toques sobre mi cama, imbécil. Ve a tu propia habitación a pensar en SeHun.
BaekHyun suspiró y se sentó en la cama, abrió el recipiente de Nutella y volvió a meterle los dedos, apenas rodando los ojos cuando se volvió a encontrar con la mirada de KyungSoo sobre él.
―Kris firmó un contrato de confidencialidad ―le dijo, desviando la mirada a la ventana―. Amber vino para decirte que perdones a Kris, dice que él probablemente va a ser demandado por la productora de la película si no lo perdonas.
―¿Y yo que tengo que ver?
―El contrato estipula que Kris no debe llamar la atención, ya sabes, un bajo perfil y todo eso ―BaekHyun se metió un dedo lleno de chocolate a la boca, succionándolo bajo la mirada extrañada de KyungSoo―. No puede estar envuelto en escándalos y tampoco debería aparecer frente a las noticias en nada que pueda contener la etiqueta en vivo en el noticiero de las doce. Amber dice que él va a hacer una estupidez si al menos no comienzas por contestarle los correos que te envía.
―No he visto ningún correo.
―Eso es porque le arrojaste tu maldita laptop a la cabeza cuando vino a pedir disculpas la semana pasada.
―Ah. ―KyungSoo perdió el paso y se aclaró la garganta―, es cierto. Lo hice.
―Como sea, esto es algo estúpido. El tipo ha estado saliendo en las noticias a causa de que lo dejaste. Nada en vivo, por supuesto, sólo la estúpida grabación de cuando lo tiraste de culo en la calle, pero me preguntaba, ¿eso no es una forma de llamar también la atención?
KyungSoo sabía que no era así. Los medios no estaban hablando acerca de la película y la imagen de YiFan no era como si estuviese siendo afectada. Además, los medios ni siquiera se habían molestado en saber realmente de qué iba la película porque sólo están concentrados en saber por qué razón pelearon, por qué Kris ahora vive solo y por qué él ahora no sale jamás de la casa de sus padres.
Eso es lo que la productora quiere: un escándalo medido que les permita filmar la película y preparar las debidas promociones. Tal vez, si perdona a YiFan, esos rumores cesen también.
Pero no lo hará. KyungSoo sabe que ahora es por orgullo y no porque realmente esté enfadado con ese tonto.
―No es mi asunto si hace una estupidez. Lo abandoné porque no puede dejar de hacer estupideces.
BaekHyun se movió en la cama, introduciendo dos dedos en el interior del recipiente de Nutella.
―¿Y qué harás si realmente hace algo muy, muy estúpido, Soo? Algo tan estúpido como para tener a los reporteros sobre él las veinticuatro horas del día.
KyungSoo estaba por meterse al baño cuando se detuvo, manteniendo una pose extraña en donde su cuerpo se encontraba inclinado hacia adelante y su cuello torcido a donde BaekHyun estaba, lamiéndose los dedos con una sonrisita despreocupada.
―No-no será mi asunto. Rompimos, tienen que entender eso.
―Lo abandonaste. El abandono siempre se puede enmendar, Soo.
―¿Te estás poniendo de su parte? ―BaekHyun se encogió de hombros―. Te estás poniendo de su parte.
―No. No me estoy poniendo de su parte. Es sólo que es Kris y es muy estúpido. ¿Cómo puedes pensar que voy a estar de su parte? Iré por ese bidón de gasolina por ti, Soo. ¿Eso no te habla del amor que siento por ti? ¿Del fuego que me recorre cada vez que tengo un sueño húmedo donde...?
―Muy bien, no te pases, BaekHyun.
―Tú lo pediste. ―El muchacho volvió a acostarse, alzando el recipiente de Nutella como si fuese un bebé.
―Me iré a bañar.
―Piensa en mí.
―¿Noona se fue? ―preguntó KyungSoo un segundo antes de cerrar la puerta.
―No. Ella espera por ti allá abajo. Quiere llevarte a un sitio.
―¿Y qué hay con el bidón de gasolina?
―Puede que le diga a SeHun que mi auto necesita combustible y puede, no lo sé, que mi auto se estropee en un sitio lejano que está casualmente a unas millas de un buen hotel. ―BaekHyun se sentó, acomodándose el cabello―. No lo sé, ¿no crees que el mundo está lleno de cosas impredecibles?
KyungSoo cerró la puerta.
―Los padres de SeHun van a acusarte de secuestro.
BaekHyun no le hizo caso. Se bajó de la cama de un salto y se despidió con la mano. Dejando el recipiente de Nutella sobre la cama.
―Voy a irme, Soo. Tengo una cita con el destino en una gasolinera. Suerte con tu asunto.
―¿Qué asunto? ―BaekHyun no dijo nada, pero le sonrió, alzando un hombro antes de cerrar la puerta.
―¡Suerte!
Para cuando salió del baño, había un ruido ligero en la planta baja de la casa. KyungSoo imaginó que Amber estaba preparando algo más en la cocina, puesto que ella siempre tiene algo más que preparar en la cocina cuando sus padres no están en casa. Así que no se preocupó demasiado hasta que debió abrir la puerta de la habitación y el ruido se volvió más que el simple sonido de alguien cocinando.
A KyungSoo se le hizo un nudo en el estómago y un hormigueo le recorrió el cuerpo de inmediato cuando asemejó el sonido a uno que llevaba escuchando desde hace dos años.
Bajó corriendo la escalera y se detuvo cuando notó que estaba demasiado emocionado por un simple ruido, se sintió estúpido por haberse sentido feliz cuando vio, allí en la cocina, a su ex novio, intentando picar algunas verduras en la mesa para desayuno sin molestarse en usar una tabla.
Kris se había teñido el cabello y apenas podía apartárselo de los ojos un segundo antes de que volviese a caerle sobre la frente, obstruyéndole la vista.
―YiFan...
El hombre se detuvo como si no esperara que KyungSoo estuviese allí tan pronto.
―Bebé, buenos días.
―¿Cómo entraste?
Kris hizo el amago de una sonrisa, tomando una toalla de papel para limpiarse las manos en un gesto nervioso.
―La puerta estaba abierta ―dijo, tomando el cuchillo de nuevo sin saber qué hacer ahora―. Lo siento, pero no pude resistir el no verte. Pensé que iba a volverme loco si...
Ambos se miraron por un segundo como si lo que estuviesen a punto de decir fuese el retazo de una misma cosa. Kris lo sintió así. Sintió que KyungSoo lo extrañaba también y que su expresión decaída tenía mucho que ver con el hecho de que no habían podido estar juntos durante mucho tiempo.
Kris se sentía culpable al estar causando aquella extraña situación, pero pensó que no había otra mejor manera de enmendar las cosas que el simple hecho de dar la cara e intentar explicar. Razonar como un adulto, esta vez sin balbuceos, palabras dulces o líneas cliché de alguna telenovela, porque KyungSoo conocía cada una de esas cosas y el haber sido lo suficientemente idiota como para usarlas en la primera ocasión fue lo que los llevó allí, a la casa de sus padres.
A ese silencio incómodo lleno de la mirada vacía de KyungSoo sobre él.
Kris decidió separarse de la mesa, dejando el cuchillo a un lado antes de tomar rápidamente otra toalla para secarse las manos. El delantal gris de mamá le quedaba pequeño y ajustado en el pecho y apenas había podido amarrarlo adecuadamente en su cintura, por lo que al caminar se le desprendió y fue deslizándose a un costado de su cuerpo hasta que cayó al suelo.
Aun así, él no se detuvo hasta llegar frente a KyungSoo, no hasta no sentir el calor de su cuerpo envuelto en sus brazos y su figura pequeña y cálida luchando por corresponder el abrazo.
―...Estoy seguro de que voy a volverme loco si continúo separado de ti, KyungSoo. Por favor, déjame explicarte. Mereces que sea claro contigo.
Se alejó un poco y le levantó el mentón, apreciando sus grandes ojos y sus labios en forma de corazón. Sus mejillas teñidas de rojo y el gesto ceñudo que comenzaba a nacer de la unión de sus cejas.
―Ven, siéntate ―murmuró Kris, tomando a KyungSoo con suavidad de ambas manos para llevarlo a una silla. Lo dejó sentarse y volvió a rodear la mesa, tomando las verduras que había picado para arrojarlas en el interior de una olla humeante que KyungSoo ni siquiera había escuchado en la estufa.
Para cuando se volvió y su expresión perfecta, asustada y nerviosa se enfocó en KyungSoo, él debió tomar una bocanada de aire para comenzar a soltar los insultos reglamentarios que se deben usar en esa clase de situación. Obligó al coraje a bullir por su cuerpo para no tener que derretirse ante el hombre majestuoso e idiota que tenía en frente y de forma desesperada, justo cuando no consiguió hacer nada de lo que se proponía, KyungSoo se preguntó qué era eso que tenía Kris para que pudiera hacerle perder la voluntad con sólo un simple gesto.
―Habla ―dijo en voz baja, sonando impaciente cuando no quiso hacerlo―. Tengo un compromiso ahora y me estás haciendo perder el tiempo.
Kris no le prestó atención, sólo se dedicó a asentir de forma distraída.
―Debes tener hambre ―le dijo con una actitud distraída―. Quiero que comas un poco antes, Soo. Me preocupa que luzcas así de pálido, Amber dijo que...
―Si no vas a explicarte como se debe, vete de la casa de mis padres. Creí que habías escuchado cuando papá te pidió que no volvieras aquí.
KyungSoo lo miró con los ojos entrecerrados, esperando que Kris se acobardara y saliera huyendo. Pero el hombre asintió, tomo un plato de la alacena y comenzó a servir algo de arroz. Recogió el desastre que había dejado sobre el mesón para desayuno y colocó algo de ensalada, pescado, algunos huevos cocidos y un nuevo recipiente de Nutella junto a algunos trozos de pan tostado. Después se sentó olvidando por completo la sopa en la estufa a punto de derramarse.
―Sé que lo sabes ―le dijo a KyungSoo, extendiendo un par de palillos en su dirección. Le sonrió―. Sé que sabes que compré todo esto, pero al menos finge que yo lo preparé, porque según yo, lo hice con mucho amor para ti.
KyungSoo estuvo a punto de reírse.
―Comienza a decir lo importante, YiFan. No tengo tiempo para esto.
―Come ―insistió―. Me explicaré y me iré si eso es lo que quieres.
KyungSoo comenzó a comer sin apartarle la mirada y Kris le sonrió de forma encantadora, colocando una servilleta junto a él.
―Quiero que vuelvas a casa, Soo. Extraño ver tu sonrisa por las mañanas, que me golpees cuando hago algo incorrecto, que me aconsejes y que siempre estés ahí cuando te necesito. Extraño nuestras citas a esos sitios clandestinos y hacer el amor contigo todos los días. ¿Recuerdas que había dicho que iba a tomarte bajo la cama? ¿Lo divertido que sonaba eso? ―KyungSoo no dijo nada―. Yo... yo quiero pasar el resto de mis días contigo aun si no está bien y si algunas personas todavía se oponen a que lo hagamos. Me importa poco lo que piensen otros, por eso... Soo, lamento ser un idiota en los momentos importantes.
―No me importa ―le dijo―. No me importa que seas un idiota la mayor parte del tiempo, YiFan. Que seas exagerado o que no sepas cómo cocinar. No me importa porque esa no es la razón por la que me fui de casa.
―Lo sé. Ahora lo sé, Soo. Falté a mis palabras sobre regresar a casa primero, sobre ir contigo a una cita y sobre celebrar nuestro tercer aniversario. Te dejé ―murmuró lo último, apretando los dedos en un puño―... y por eso tú me dejaste.
―No es la primera vez que lo haces. Te dije que habría consecuencias ―contestó KyungSoo, comenzando a reaccionar ante sus palabras. Recordando que, aunque Kris fuese bueno con él, su carrera siempre iba a estar primero. Que ambos hubiesen comenzado a ser figuras públicas desde el inicio no hizo las cosas sencillas, pero KyungSoo pensó que, cuando el tiempo avanzara y los sentimientos entre ellos se hicieran fuertes, las cosas iban a cambiar.
Que sus prioridades serían otras. Justo como él hizo.
Pero Kris no estaba preparado para eso, para saber lo que es tener una familia de verdad y lo que son esa clase de responsabilidades.
KyungSoo notó que no podía obligarlo tampoco, que no estaría bien apretujarse en su corazón para obligarlo a hacer cosas que, en un principio, Kris no puede hacer.
Por esa razón le dolió un poco el tenerlo allí intentando recuperarlo, porque sin importar lo que diga y lo mucho que se extrañen, el problema sigue allí sin ser resuelto y las palabras son demasiado duras como para dejarlas salir.
―Quiero que me perdones por no haberte llamado. La verdad fue que Amber me contactó cuando salía del aeropuerto y fue por mí para llevarme a la empresa ―le dijo, pero KyungSoo ya sabía eso―. No quería ir, Soo, quería verte, incluso había comprado algo de licor para ambos, pero como sea, tuve que asistir y ellos me mostraron ese contrato que había estado esperando. Yo no creí que fuese cierto, incluso lo primero que pensé es que podríamos viajar a los mismos sitios durante las filmaciones, que podría ser incluso más que firmar una película porque tu estarías ahí.
―¿Pero?
―Dejé el móvil en el auto de Amber. Cuando intenté llamarte, recordé que me habías contado que cambiabas de número. ―KyungSoo dejó de comer e hizo como que no se inmutaba ante eso―. Yo, bueno, no lo había memorizado, por eso no pude llamarte cuando LuHan se apareció arrastrándome a ese bar. Y yo... ¡no estoy excusándome! Sé que suena así, pero eso fue lo que sucedió, yo... tengo que admitir que me embriagué muy rápido. No lo sé, la felicidad sobre el contrato me llevó a hacer cosas estúpidas.
―Te fotografiaron con muchas mujeres ―dijo, entrecerrando los ojos, aunque eso no le importaba en absoluto―. Te besaste ante las cámaras con LuHan como si fuese tu maldito amante, YiFan.
Eso era lo que importaba, a decir verdad.
―No puedo decir nada para eso. Lo besé y todavía tengo pesadillas acerca de eso.
―Te las mereces.
―Lo sé y lo siento, Soo. Fuiste bueno conmigo después del espectáculo que armé esa noche.
―Me insultaste, YiFan. Gritaste frente a un sinfín de reporteros que era un estorbo para ti, para tu carrera. ¡Me comparaste con tu madre! ―KyungSoo se levantó de la silla, apretando los abrazos a los costados de su cuerpo. Lo miró con el dolor acumulándose en su cuerpo, a punto de desbordarse de sus ojos y YiFan se levantó con las manos temblorosas―. Sólo he dejado mi carrera desde que estamos juntos. He hecho las cosas necesarias para que estés bien. Para que ambos lo estemos, pero tu... ¿sólo piensas que soy como una madre? ¿Crees que lo único que puedo hacer es cuidar de ti y ser molesto?
―No, Soo, eso no es cierto. Yo... sí, admito que en ciertas situaciones eres molesto, pero sé por qué lo haces. Sé que siempre...
―No quiero escucharte decir esa estupidez, Wu YiFan ―le dijo, comenzando a caminar hacia la puerta―. No voy a volver a casa. No voy a volver contigo. ―Abrió la puerta, dejando que el sol de la mañana le nublara la vista por un segundo y luego, cuando notó que podía ponerse a llorar, bajó la mirada, enfocándola en sus zapatos―. No voy a perdonarte hasta que decidas cuáles son tus prioridades, YiFan. Así que si sólo quieres a alguien que te sirva de asistente y te haga sexo oral, ve y contrata a una secretaria y vuélvela tu puta.
La puerta se cerró con un estruendo cuando KyungSoo lo dejó a punto de soltar otra disculpa. Estaba luciendo patético, con el cabello metido en los ojos, el corazón acelerado y la mano extendida hacia un recibidor vacío.
En poco tiempo escuchó el auto de su novio ponerse en marcha y mucho antes de que pudiese analizar que lo habían mandado a adquirir ciertos servicios, Kris comenzó a reírse.
Apretó la mano extendida en un puño y la agitó, golpeándola con su palma abierta antes de sacar dos dedos a forma de tijeras.
―Uno, eres un idiota ―se dijo, volviendo a la cocina para limpiar un poco―. Uno enamorado de otro idiota.
Kris revisó su agenda cuando terminó de ordenar las cosas en la cocina, subió a la habitación de KyungSoo y se encontró con el recipiente vacío de Nutella sobre la cama. Lo dejó a un lado y se sentó justo donde imaginó que KyungSoo había dormido la noche anterior. Después decidió acostarse, permitiendo que sus hombros se relajaran y que, por un segundo, la sensación de estar cerca de KyungSoo, sintiendo su olor, le destensara los músculos.
Una sonrisita tonta se le vino de pronto cuando se le vino la imagen tierna de KyungSoo sonrojado y feliz. De su novio enojado y saliendo de la casa como una fiera.
Se levantó de la cama con un resoplido y miró el espacio, enfocándose en el recipiente de Nutella.
―Byun, bastardo. Sé que estabas aquí.
Abandonó la casa de los padres de KyungSoo, deteniéndose apenas un segundo al ver que el árbol donde solía dormir todavía estaba allí, de pie. Kris se acercó, olvidando su auto y la idea de ir a trabajar.
Se sentó en la grama, divisando un camino molesto de hormigas que pretendía acabar con los setos junto al árbol hasta que se cansó. Sacó su móvil, acomodando la espalda en el tronco del árbol, como en los viejos tiempos, y luego marcó un número telefónico.
Tres tonos después, alguien atendió con un tono enfurecido.
»―Bloquearé tu número ahora.
―No cuelgues. Espera.
»―No quiero escuchar tus disculpas. No voy a perdonarte, Wu YiFan. Ve y consigue a otra niñera.
―Soo, escucha esto, es importante.
»―¿Qué puede ser importante para ti?
Kris resopló, intentando mantener la calma, esbozó una sonrisa y se acomodó un poco más junto al árbol, apenas divisando el techo de la antigua casa de sus padres. Le dijo con una sonrisa:
―Si es por un día, un mes, un año, voy a mantener mi posición, aunque llueva o nieve. Eres la única persona que romperá la cadena, Do KyungSoo.
»―¿Qué quieres decir con eso?
―Que no voy a separarme de ti, Soo. Sin importar cuánto deba esperar, voy a estar aquí, esperando por ti en nuestro sitio.
KyungSoo tartamudeó algo, maldiciendo en voz baja.
»―No seas ridículo ―dijo rápidamente, sonando avergonzado―. Vete de la casa de mis padres. No quiero verte cuando vuelva.
"¡Señor, Do! ¡Es hora de comenzar!".
―Buena suerte, amor. Ten un gran día.
»―Vete de la casa, Wu.
Kris miró el móvil un segundo, esbozando una sonrisa cuando buscó entre sus contactos a alguien que podría ser mucho más cruel con sus palabras.
Lo puso en altavoz y cuando atendió, intentó no echarse a reír.
»―Maldita sea. Demonios. ¡Tu mamá, hijo de perra! ¡¿Por qué mierda me dejaste el móvil en la maldita cabeza?!
―Te jodes. Te dije que te fueras de mi departamento anoche.
LuHan resopló y soltó una risita molesta.
»―FanFan, pero si estábamos bien. Hasta lloraste en mi hombro. Hasta me dijiste que podía quedarme porque volverías a tu casita con SooSie.
―Estaba ebrio y aseguré cosas muy pronto ―aclaró, mirando las hojas sobre su cabeza―. Necesito tu ayuda.
»―¿Involucra levantarme, ducharme y esas cosas? Me duele hasta el culo hoy y personalmente, no tenía ganas de salir a la calle a ver malditos coreanos altos y en pro de blanquearse la piel con algún producto hecho en mi país. Gracias, Wu, pero no.
YiFan lo ignoró:
―¿Dónde puedo conseguir una buena cadena y un candado?
»―¿Para qué? ¿Vas a remolcar algo? Espera, ¿por qué coño me lo preguntas a mí? ¿Crees que soy Cristian Gray o qué?
―Necesito que me traigas algunas cosas a la casa de nuestros padres.
»―¿Padres? ¿Tomarás un vuelo a China? Oye, Kris, no estoy entendiendo, ¿para qué coño quieres una cadena?
Kris miró de nuevo hacia la calle. El anciano Park estaba llegando del golf y justo en ese momento, intentaba sacarse el olor a cigarrillos de la ropa esparciendo sobre su cuerpo un extraño y viejo perfume que Kris sólo ha olido en él.
―KyungSoo dijo que ha sacrificado su carrera por cuidar de mí, LuHan. Que está cansado de hacer eso.
»―Bueno, socio... ―LuHan suspiró y Kris lo escuchó moverse sobre la cama―, todos saben que eso es cierto. SooSie ha cancelado agendas enteras por quedarse contigo cuando te duele el cabello o las uñas o lo que sea. Estás jodido, pero es muy cierto.
―Lo sé. Y no lo había pensado. No se me había ocurrido que en lugar de ser su novio sólo estaba causándole problemas, por eso yo...
»―¿Lo vas a secuestrar?
―No.
»―Ah, entonces... ¿Para qué coño quieres una cadena?
Kris ignoró la pregunta de nuevo, levantando la mano a modo de saludo cuando la señora Kwon pasó frente a él tarareando una canción de Yang HeeEun.
―Tengo que llamar a Amber ahora, Lu. Levántate ya, necesito que traigas mis álbumes de fotos, esa almohada de KyungSoo y la pizarra que usamos para apostar.
LuHan decidió que no debía preguntar nada más y se levantó, haciéndole saber a Kris que iba a estar donde fuese que debía estar cuando le diera la gana. Que lo esperara o muriera de agonía. Finalmente le dijo:
»―Lo que sea que estés planeando, espero que sea bueno. Envía un texto con tu famosa ubicación. LuHan, fuera.
Kris se levantó después de eso para meterse en su auto. Decidió llamar a Amber camino a una ferretería para preguntarle por el asunto de la cadena, aunque después se le ocurrió que cualquiera podría ayudarle a comprar una buena cadena.
La mayor parte del plan se basaba en la fuerza de esa cadena. Kris imaginaba que en menos de nueve horas iba a obtener algo de atención y que para cuando se cumplieran las diez horas o quizás un poco menos, KyungSoo sabría sobre su plan.
En la ciudad los rumores corrían rápido, Kris sabe de eso, puesto que ese día no estuvo por más de tres horas en aquel bar con LuHan cuando los medios ya habían hecho al menos tres reportajes diferentes de las estupideces que estaba haciendo allí dentro justo para ponérselas en la nariz a KyungSoo.
Kris llamó a Amber mientras paseaba con un carrito en el interior de la ferretería para darle la noticia sobre comprarse una cadena.
―Van a demandarme hoy, quizás en tres horas y media ―le dijo, curioseando en los anaqueles repletos de cajas para llaves.
»―¿Demandar? ¿Qué hiciste, Kris?
―Todavía nada, pero me van a demandar en tres horas y media. Necesito que hables con los abogados yo qué sé. ¿Crees que pueda ir mucho tiempo a la cárcel? Me preocupa estar alejado de KyungSoo por mucho tiempo.
Amber repitió esta vez mucho más fuerte y claro:
»―¿Demandar? ¿Qué hiciste, Kris? ―Pero él no dijo nada. Continuó su camino a través del pasillo, comenzando a perder la paciencia al no encontrar las cadenas. Amber suspiró y se escuchó el movimiento de papel―. ¿Estás hablándome de las cláusulas de tu último contrato? ¿Estás diciendo que planeas incumplirlo?
―Sí, eso. Voy a incumplirlo. Esa era la palabra que buscaba ―dijo con algo de humor―, he estado incumpliendo muchas cosas últimamente, por qué no incumplir con eso que me arruina la vida.
Amber resopló de nuevo.
»―Trabajaste por cuatro años enteros para conseguir tu primera película, Kris. ¿Cómo que te arruina la vida? ¿Estás en otro berrinche de estrella? ¿No es justo esto lo que KyungSoo odia que hagas?
―No. Hablé con él esta mañana, justo como me aconsejaste. Le compré el desayuno e intenté pedir perdón, pero... ―Kris hizo una pausa, decidiendo preguntar a alguien por la cadena en lugar de estar perdiendo el tiempo en los pasillos―. Voy a hacer las cosas bien, ¿entiendes? Si eso significa que debo ir a la cárcel, bueno...
»―¿Entiendes que ir a la cárcel no suena mejor a que sólo hayas vuelto a tu antiguo departamento? ¿Qué demonios planeas hacer? ―Amber nunca se alteraba a menos que la situación fuese algo grande y feo. Kris sabe que por lo general él siempre está en algo grande y feo, porque sus acciones siempre tienen que ir a lo más alto, sin embargo, no pudo imaginar lo alterada que estaba ella cuando le dijo―. Incumplir el contrato puede arruinar tu reputación, dejarte en banca rota y sí, llevarte unos meses a la cárcel. ¿Crees que vale la pena arrojar todo a la mierda por dos simples meses?
―No son dos... ah, Ahjussi, ¿dónde están las cadenas? ―El muchacho de la ferretería le dedicó una larga mirada a YiFan, lo recorrió de pies a cabeza y luego frunció el ceño. Kris le dijo―. Hola, soy Kris Wu. Hoy intento comprar una cadena, ¿me puedes ayudar?
―Ah-bueno... Ssi-sí, claro. Rayos, ¿de verdad eres Kris Wu?
―Por supuesto ―Kris le dijo a Amber―: No son dos meses. Si hago esto, KyungSoo va a dejarme para siempre. Si no tomo la decisión ahora, si no dejo esto, voy a perderlo para siempre, Amber. ¿De qué me sirve tener este contrato si voy a estar solo en un departamento de soltero por el resto de mis días?
Amber pensó que Kris estaba siendo dramático, como el resto de las veces, que estaba a punto de generar una aliteración a raíz de una ruptura y que, sin duda, iba a continuar con lo que sea que se le había metido en la cabeza para ese entonces.
Ella suspiró y se acomodó el cabello.
»―Puedes sólo ir y negociar. No es necesario que cometas alguna estupidez.
―Así no funciona. Si lo dejo tranquilamente, KyungSoo va a enterarse y me va a odiar mucho más.
»―No, él va a odiarte cuando sepa que estás arruinando la oportunidad de tu vida. ¿Ya hablaste con ChanYeol sobre esto?
―¿ChanYeol qué tiene que ver con esto?
»―ChanYeol es lo más parecido a un cerebro que tienes. Cuéntale de esto. Dile que vas a joderte la cerrera porque se te... ―Amber se detuvo―. ¿Por qué estás comprando una cadena?
―ChanYeol no es mi cerebro ―murmuró―. Es mucho más estúpido que yo y no tengo deseos de hablar con él. No me interesa lo que tenga para decir. Como sea, habla con los abogados y cuéntales acerca de incumplir la cláusula cinco punto tres acerca de los secretos de confidencialidad. Diles que soy consciente de la cárcel y que no me interesa.
»―Kris, vas a dejarme sin trabajo. ¡Voy a ser la representante de un modelo lunático! ¿Acaso no te importa? ¿Acaso no temes por mi salud?
―Me preocupo y pensé que ya sabías eso.
Amber se desesperó en serio. Le dio un golpe a algo y Kris se alejó el móvil de la oreja, entrecerrando los ojos.
―Calma, bebé. Sólo voy a sentarme en un sitio después de comprar esta cadena. Nada malo va a suceder. Eres una buena representante, mira, tu cabello sigue siendo negro y sigues viéndote joven.
El asistente de tienda llevó a Kris al último pasillo, acercándolo a una pared llena de carretes grandes y vistosos que exhibían un puñado de cadenas con eslabones pequeños y otros cada vez más grandes. Kris silbó mientras Amber enloquecía del otro lado de la línea. Ella quizás estaba por colocarse maquillaje y abandonar el traje para usar una falda corta.
―Necesito atar algo con eso. ¿Cuál piensas que iría mejor para, mas o menos, un árbol? Piensa que muchas personas van a querer sacar a este algo de la cadena para alejarlo del árbol, ¿qué me recomiendas?
»―¿De qué demonios estás hablando, Wu YiFan? ¿Un árbol?
―¿Por qué ataría algo a un árbol, Hyung-ssi? Si-si me permite preguntar.
Kris sonrió.
―Ya preguntaste. Es importante ese árbol, ese algo atraerá algo mucho más importante que el árbol
El muchacho no entendió, pero le señaló una cadena con eslabones medianos. Brillaba con un fuere color plateado y cuando la puso en las manos de Kris, él notó que no pesaba demasiado. Al menos no como pensó que pesaría la cadena que necesitaba.
De todos modos, no dijo más que:
―Llevaré cinco metros. ―El muchacho ladeó la cabeza, recorriendo con la mirada la complexión de Kris, como si supiese todo desde el inicio―. ¿Qué pasa?
―Hyung-ssi, necesita al menos un metro y medio. Con eso bastará para atar ese algo.
―¿En serio?
―Llevo dos años aquí. Confíe en mí.
»―Claro, hazle caso al hijo del ferretero... Kris, mueve tu trasero a casa, voy saliendo hacia allá. No te muevas.
―No puedo, Amber, estoy ocupado aquí y necesito encontrarme con LuHan. Habla con los abogados...
»― ¡No! ¡Kris, espera, espera! ¿Para qué demonios es la cadena?
Él colgó.
―Que sea un metro y medio, Dongsaeng.
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Love Me Right » EXO
FanfictionConjunto de oneshots de EXO, con las OTPS no cannon del grupo sin relación entre sí. Proyecto ideado por @softdaeni y yo. 🖋Género; De todo. 🖋Las extensiones de cada oneshot son distintas y cada uno tiene OTPS diferentes. 🖋Cada historia es pr...