In This Dress » ChanKai

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Resumen:

«Porque Jongin nunca lograría conseguir otro papi tan dulce y caliente como el que era Park Chanyeol; uno que lo tratara como todo un príncipe, pero que también lo llevara al cielo cuando quisiera...»

Advertencias: Lenguaje semi-vulgar. No es incesto. +18.

Géneros: smut, leve Daddykink.

Extensión: 1.9K.

Autor: @MissHeretic.

     Crujidos, crujidos, crujidos. Chanyeol sólo podía escuchar crujidos que provenían del otro lado de la cortina porque, obviamente, su pequeño turrón de miel se encontraba allí, haciendo quién sabe qué. Y desde luego le estaba haciendo perder la paciencia.

     Un, dos, tres, cuatro palmaditas en su muslo mientras miraba el reloj en su muñeca... ¡Treinta minutos! ¡Treinta minutos llevaba esperando en la cama del pequeño! Y no es como si la compañía de un sinfín de amigos de felpa fuera tan plena, pero es que Chanyeol se sentía algo desconcertado y observado en medio de la pieza.

     _¡Kim Jongin! ¡¿Dónde estás y por qué tardas tanto, santo cielo!?_ —pensó.

     El pequeño había pedido anteriormente un poco de atención para aquél ordinario día; únicamente necesitaba que el pelirrojo visitara su habitación por algún tiempo y le acompañara en aquella grata sorpresa que Jongin se traía entre las manos. Chanyeol, sin objeciones, aceptó. De todas formas, no tenía razón para negarle algo a su pequeño consentido.

     Bien podemos aclarar, Chanyeol y cierto morenito han estado juntos durante algunos años. Ambos se conocieron en la universidad cuando Park cursaba su último semestre de ingeniería mientras que Jongin era un estudiante de nuevo ingreso en la facultad de artes. Oh, claro que no, Kim nunca imaginó que terminaría entre los protectores brazos de Chanyeol, así como él no esperaba enamorarse de aquél dulce y pequeño osito.

     Ambos supieron acarrear una relación y volverla la mejor de todas a su manera. Porque en el proceso, reconocieron roles tan exactos y perfectos a sus formas de ser que no dudaron en llevar y desarrollar hasta el día de hoy.

— L-lo siento por tardar, papi.

     Los ojos verdes del mayor se volvieron a la cortina protagonista de los crujidos, cual ahora era invadida nada mas ni nada menos que por la presencia de un jovencito.

— Oh Dios, Jongin —llamó en un susurro.

     Su mirada recorría todas las partes posibles e imposibles. En cuanto su pequeño hizo aparición, también lo hicieron un par de medias pantys blancas, un traje colegial rosa y unas orejitas de oso que hacían juego con el cabello rosado de Jongin. Sus inocentes manos detrás de su espalda y su mirada juguetona al suelo. Para Chanyeol no había nada tan esplendido como aquella escena, como su pequeño turrón de miel.

— ¿Para qué has solicitado a papi, hm? —cuestionó con su tono aún más grave e intentando mantener su postura.

— Porque... Porque quiero jugar a algo.

     Los pies del moreno jugaban contra el suelo en un acto de total inocencia cual crío de cinco años. Chanyeol estaba a punto de mandar su autocontrol al infierno, pero estando allí, en la habitación de su pequeño, tendría que ir a su ritmo hasta que el otro decida lo contrario. Así indicaban las reglas.

— ¿A qué quieres jugar, amor? —sonrió. Su cabeza ladeándose con curiosidad.

     Y, aunque ya podía suponer la respuesta a su propia pregunta, aquella sonrisa ladina se intensificó cuando Jongin subió una pierna sobre la suya, acercándose a él y paseando sus manos por los hombros y cuello del mayor.

Love Me Right » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora