Seven O' Clock »KaiLu

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Resumen: Kai odia que su familia sea demasiado rica. Odia no poder hacer lo que el quiera sin restricciones...

Extensión: 1.5K.

Autor: @AMERICANG0THIC.

Género: Au!, angst.

El reloj marcó las siete en punto. Kai se levantó de la acolchonada y cómoda silla en la que se encontraba sentado hace sólo unos cortos instantes. Arregló los puños de su camisa y alineó correctamente el cuello de la misma. Se dirigió al perchero y tomó su saco que, desde hace unos horas, permanecía inmóvil mientras se llenaba de pequeñas esporas de polvo imperceptibles para los ojos humanos todavía.
Su rostro carecía de expresión, su mirada pesaba y sus ojos no apuntaban a otro lado que no fuese en frente de sus pies los cuales, caminaban sin titubear en línea recta.
—Saldré. —anunció. En su voz tampoco de percibían emociones.
Las mucamas sólo asintieron y enseguida se volvieron a su trabajo.

La familia de Kai era asquerosamente rica. Y Kai odiaba aquello. Una gran fortuna conllevaba un gran rango social y un alto rango social bastantes limitaciones en cuanto a comportamiento. A veces sentía que no podía siquiera respirar a gusto.
Kai tenía otros tres hermanos siendo él el mayor, el ejemplo a seguir de los otros, por lo tanto, más peso innecesario caía sobre sus ya cansados hombros que, a toda costa; debían permanecer erigidos y en una posición adecuada, como siempre le habían dicho desde niño.
BaekHyun era el menor, tenía quince años, ponto cumpliría los dieciséis. Le seguía Tao, quien acababa de cumplir los veinte. Estos dos se llevaban fatal en casa, siempre discutiendo y mirándose con odio, nunca, desde que nacieron, habían podido tener una cena familiar tranquila. Aunque claro, cuanto salían de su hogar, aparentaban ser los hermanos más cariñosos y comprensivos del mundo entero, incluso daban la impresión de que uno no podría vivir sin el otro. La realidad era que se odiaban tanto que ambos se deseaban la muerte. Por último, el segundo hermano se llamaba Kris quien tenía unos buenos veintidós años. Kai era el único que sabía (a parte de su madre, claro) que Kris había sido engendrado por un padre diferente y le estaba más que prohibido revelarlo a quien fuese, así que intentaba por todos los medios omitir aquel hecho.
Su padre viajaba constantemente, y su madre se le pasaba en las fiestas estúpidas de la alta sociedad a las que a veces se veían arrastrados. Asistían a la iglesia todos los domingos y parte de la fortuna se donaba a obras de caridad. Su familia, a simple vista, era perfecta. De las mejores familias de la cuidad.
Asqueroso. Todo en ese hogar para sus ojos era asqueroso.

Abrió la puerta del gran y ostentoso baño principal, se observó en el espejo unos segundos y luego acomodó su cabello.
—Los odio a todos. —murmuró antes de lavar su rostro.
Salió del cuarto de baño y se topó con Kris, por lo visto se acababa de teñir el cabello con un rubio bastante fantasioso, mamá se pondría como loca y él no quería estar ahí para comprobarlo. Ambos se miraron de arriba a abajo, ciertamente no tenían una estrecha relación, a penas se hablaban lo justo.
La regla era: "Quédate en tu mierda y yo en la mía."
Luego, como si se hubisen puesto de acuerdo o como si hubiesen contado tiempos, ambos comenzaron a caminar en direcciones contrarias. Kai bajó las escaleras con prisa y se apresuró a la puerta principal, Tao se encontraba sentado leyendo un libro. A saber en dónde se encontraba BaekHyun.
Un mayordomo le abrió la puerta y fue entonces que Tao alzó la mirada y le observo la espalda por unos fugases segundos.
—¿Adónde vas? —murmuró—. La cena será en breve y no quiero escuchar a mamá quejarse de que no estás. —dijo verdaderamente molesto. Kai lo miró serenamente y le habló se la misma forma:
—¿Dónde está BaekHyun? —Tao cerró el libro con brusquedad y frunció su rostro de la misma manera.
—Ese aborto fallido está encerrado en su habitación. —espetó lleno de cólera, verdaderamente lo ponía mal que le preguntaran sobre su hermano negado.
«En realidad, tú fuiste el aborto fallido» pensó Kai. Luego se aclaró la garganta.
—¿Y papá?
—Llegó esta mañana, pero se fue a arreglar unos asuntos. También volverá para la cena. Lo que quiere decir que, si no llegas a las ocho, serás el único faltante. —Mejoró su postura y miró más severamente a Kai.
—Perfecto. —murmuró.
Tao no lo escuchó, pero el mayordomo (quien seguía sosteniendo la puerta) lo oyó perfectamente y comprendía todo de igual manera. Frunció los labios por debajo de ese tupido bigote canoso.
—¿Irás a ver a ese chico verdad? —Tao se volvió a su libro, verdaderamente no estaba leyendo, sólo quería evitar la mirada de su hermano mayor—. Hay rumores de que es gay. No deberías acercarte.
Unas ganas enormes de gritarle a Tao muchas cosas ofensivas en la cara lo invadieron, sin embargo se reprimió. No era la primera vez que lo hacía.
—Si mamá se entera; no estará feliz. El hijo perfecto no querrá decepcionar a mamá, ¿verdad? —en ningún momento lo miró a los ojos.
Kai intentó calmarse como pudo, se quedó en silencio un buen rato. Cuando se disponía a hablar, un grito venido desde la punta de las escaleras lo interrumpió.
—¡Rata asquerosa! —era BaekHyun. Se notaba molesto.
En seguida Tao volvió su rostro al menor. Su semblante estaba totalmente deformado por la ira, Kai incluso juró que él estaba gruñendo como un sucio animal salvaje. Ni los perro guardianes llegaban a gruñir con tanta cólera.
—¡¿Qué quieres gay de clóset?! —le respondió en tres tonos de voz más fuerte. Fue entonces que Kai les llamó la atención con un grito bastante considerable. Ambos guiaron sus ojos molestos a su semblante. Parecían un par de gatos molestos que en cualquier momento se lanzarían a su rostro y le atacarían con garras y colmillos.
Primero calló y los miró intercalada mente un par de veces.
—Los tres somos gays de clóset y lo sabemos. Así que déjense de tonterías y vayan a conseguirse un novio que los ayude a madurar. —la severidad en sus palabras (y la verdad también) era bastante abundante. Tanto que instantáneamente ambos chiquillos cambiaron sus semblantes y quedaron inmóviles y mudos ante aquellas oraciones.
—Por cierto —los ojos de los hermanos se entornaron—, BaekHyun —volteó a ver al menor—, Oh SeHun te vino a buscar ayer. —terminó por decir.
Justo después de que él cerrara su boca, Tao volvió sus ojos furiosos al hermano menor. Nuevamente la rabia corría por su sistema.
—¡¿Con Oh SeHun mal parido?! —otra guerra entre hermanos menores explotó.
Kai les regaló una última mirada cansada y salió por fin de aquel hogar que apestaba a muerte. El mayordomo lo siguió por detrás en silencio.
Ambos se dirigieron hacia el auto de Kai, tenían un largo camino que recorrer, la casa de "ese chico" estaba a las afueras de la ciudad.

—Extrañaré escuchar a esos dos pelear. —comentó el mayordomo cuando ya se encontraban a mitad de camino. JaeYoung era el favorito de Kai. Por eso había decidido traerlo con él hasta un lugar seguro. Era el único en aquella casa que no merecía sufrir.
Kai rió con amargura.
—Yo no. —JaeYoung sonrió. Los ojos de Kai de repente se habían transformado en unos profundos agujeros negros.

Una hora después llegaron a su destino. Una modesta pero bastante hermosa casa pintada de unos colores similares a los de la casa en que una vez Kai vivió de niño.
JaeYoung y Kai se bajaron del auto casi al mismo tiempo, entonces, tras oír las puertas de vehículo cerrarse, aquel chico salió de su morada para recibir a su novio y a su mayordomo.
—Bienvenido. —espetó mientras se acercaba al moreno, su traje ya se había arrugado. A su mirar, Kai se veía el triple de guapo vestido de traje a diferencia de él.
El rostro de Kai pareció refrescarse al instante: sus ojos volvieron a irradiar vida y una gran sonrisa de postró en su hermoso rostro. Ningún ruido se escuchaba a su alrededor.
—¿Me extrañaste? —preguntó mientras pasaba una mano por el cabello de su novio.
—¿Qué clase de pregunta es esa Kim? —sacudió su cabeza. Kai retiró su mano y la puso en el hombro del menor.
—LuHan. —dijo claramente, aquel chico alzo sus ojos hasta que chocaron con los de Kai
—¿Sí?
Kai rió mientras volteaba a ver a JaeYoung.
—Es un lindo chico. —dijo el hombre que iba entrando a la tercera edad.
LuHan lo miró indignado.
—¿Lindo? Eh, eso sí que no. No soy lindo. Soy muy masculino. —JaeYoung y Kai soltaron una gran carcajada—. ¿De qué se ríen?
—Vamos, hay que entrar. Debo practicar mi cara y llanto sin consuelo para cuando me digan que toda mi familia ha sido envenenada —sus palabras salieron con total naturalidad. LuHan rodó los ojos y siguió a Kai dentro de la casa al igual que JaeYoung.

Love Me Right » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora