La Unión Inesperada » BaekSoo

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Resumen:

«Nadie se espera ver al mismísimo Byun Baekhyun, experto en molestar a los demás, ser recibido entre los brazos de Kyungsoo sin ningún tipo de golpe o insulto. En cambio, el máximo castigo que reciben las caricias del muchacho hablador es una mirada sumida en cariño, y nadie puede comprender cómo es que aquello pasó.»

Extensión: 1.3K

Género: AU/Fluff.


Le era inevitable reírse al ver las reacciones sorprendidas de cómo plantaba un beso cariñoso en la mejilla de su pareja y no recibía ninguna mueca de odio ni golpe, sino que en cambio ponía una mano en el respaldo del sofá para que se pudiese sentar pegado a él como tanto gustaba. Sentía su brazo detrás de su cuerpo y podía sentarse desparramado sobre los cojines.

Rebotaron con suavidad por el sofá de resortes viejos del apartamento de su mejor amigo, colocando una pierna sobre una de las de su novio mientras sonreía al cruzar los brazos. Pero, al ver a sus amigos, dos de estos estaban completamente congelados.

—¿Cómo...? Yo--... ¿Vieron lo mismo que yo...?— El dueño del apartamento, Chanyeol, preguntó en incredulidad, volviendo la vista a los otros dos muchachos a su lado. Uno tenía la boca abierta en sorpresa y el de piel morena llenaba la sala con su característica risa, pues ya estaba enterado del nuevo estatus de Baekhyun y Kyungsoo.

Lo único que el muchacho de la cabeza rapada hacía era alzar las cejas y tomar un trago de su café. —¿Qué?— Mientras miraba al de orejas grandes, que parecía que tenía un error en su memoria principal.

Jongin reía en todo su esplendor, dándole palmadas en el hombro al mayor de los tres que estaban en aquél sofá, totalmente entretenido por la situación. Era una de las pocas ventajas que tenía el estar revoloteando al rededor de Kyungsoo era que, por defecto, también estaría Baekhyun y se había enterado hace un mes de la relación.

Entonces finalmente el silencio fue roto con un: —Hyungs, felicidades.—, perteneciente a Sehun que hablaba con una pequeña sonrisa en el rostro, una vez había pasado el primer estado de sorpresa.

Baekhyun sonrió con picardía, acomodándose en su lugar y tomando el brazo de Kyungsoo para pasárselo por encima de los hombros sin que aquél protestara, tomando otro trago de se café. —¡Gracias, Sehunnie! Al menos alguien tiene algo de modales y nos felicita, ¿verdad, Soo?— Y volvía a mirar a su pareja, quién emitía un pequeño sonido de afirmación seguido de algo similar a «No me digas Soo aquí», pero cayó a oídos sordos.

Así es como Chanyeol volvió a hablar, balbuceando por un segundo. —Pero-- Yo-- ¿Hace cuánto que están saliendo?— Pues aquello era lo único que podía pensar entonces.

Está vez fue el más bajo de todos que habló, sin reacción alguna mientras dejaba su taza en la mesa de café. —Seis meses y dos semanas.— Y tras hablar, se recostó en el respaldo del sofá, haciendo que su pareja se acurrucase a su lado.

El de orejas grandes abrió la boca en sorpresa, y Baekhyun quería sacar su celular para tomarle una foto para usarla en un futuro como reacción, pero para cuándo ese pensamiento había llegado el muchacho ya estaba volviendo a hablar. —¡¿Y sólo ahora me entero?! Byun Baekhyun, te conozco desde que usabas pañales, ¿qué es esta traición?—

—Yo sé desde hace un mes.— Aclaró Jongin, echando leña al fuego mientras alzaba una mano y reprimía su risita, como si no quisiera interrumpir la pelea.

Baekhyun simplemente alzó el mentón, aunque se notaba que estaba divertido por la diversión detrás de su farsa ofendida. —Es lo que te ganas por regalarme medias por mi cumpleaños.—

Una mueca se formó en el rostro del muchacho, pero luego de unos segundos abrió los ojos, llevándose una mano a la frente, causando que sus amigos lo mirarasen en curiosidad.—Eso... Eso quiere decir que cuando los dejé a cargo de mi apartamento...—

Y sólo la mención de eso ya había hecho que Baekhyun empesace a reír a carcajadas, quién estaba al tanto de que el tiempo daría resultado a fin de cuentas. Hace unos meses el muchacho había salido de la ciudad por unas semanas y había dejado a cargo a Baekhyun de su apartamento, a lo que Kyungsoo terminó involucrado por "precaución".
Cuando Chanyeol volvió, una de las teclas de su piano tenía «malvavisco» pegado y Mongryoung supuestamente había roto uno de sus vasos. También había encontrado un rayón extraño en uno de los sofás de cuero, justo el mismo en el que estaban sentados en ese instante, lo que pasó cómo que la mascota de su amigo se había subido allí y con sus uñas había dejado la marca.

Mientras alzaba la voz, Chanyeol se levantó del sofá, horrorizado. —¿En mi sofá? ¡¿En mi estudio?!—

Los dos menores se levantaron del sofá, dejando las tazas aún tibias en la mesa de café, sin poder decir nada mientras de partían en risa, pero aún rechazaban el entrar en contacto con el sofá que había quedado manchado de por vida. Probablemente, se lo regalaría a Barkhyun en menos de una semana.

Entre risas, Baekhyun terminó cayendo en los brazos de su pareja hasta terminar con la cabeza sobre su hombro, las carcajadas escapándose de sus labios mientras se abrazaba el estómago. Entonces Kyungsoo clavaba su vista en él, en las líneas que se formaban en su rostro cuando reía con tanta fuerza que pataleaba y una sonrisa no tardó en aparecerse en el rostro de aquél que aparentaba siempre tener malhumor.

Aquella sonrisa se volvió una de dientes expuestos, porque aquella reacción tenía el cantante sobre él, había hecho un pequeño punto débil en el que ya se había vuelto inmune a sus molestias y en cambio se perdía en sus detalles. No podía decir exactamente cuándo, pero en algún momento ver a aquél tontear sólo le sacaba una sonrisa más que molestarle o solo querer burlarse.

Había cedido al contacto físico obsesivo del mayor una vez ya se había cansado de luchar en contra y al final terminó con aquél entre sus brazos, llenando su cuello con besos sin saber cómo habían llegado allí. Pero no se quejaba, en realidad, porque su vida era más agradable cuando escuchaba la risa de Baekhyun mezclado con los ladridos de su mascota en su sala mientras él cocinaba la cena, la misma que sería bañada en cumplidos.

Era realmente agradable tener alguien que te alegrase, distrayera y subiese su autoestima entre caricias, cuando dejaba de ser ruidoso y se acurrucaban en la cama para ver una película de perritos en la que el mayor terminaría llorando.

Y quizás él no era tan demostrativo, al menos no tanto como Baekhyun, porque él si contaba con la desventaja de temer las miradas y no querer llamar la atención. Así que cada vez que quería conectar sus manos con las de él pero se arrepentía a medio camino, el mayor las entrelazaba sin dudar y cuando alzaba la vista, lo veía sonreír con amplitud. Algunas veces el hecho de decirle a sus padres que tenía pareja y que está era un hombre le sumía en nervios, pero Barkhyun comenzaba a besar su cabeza, siendo el primer fan de su cabeza rapada y le calmaba.

Su novio era siempre quién se ocupaba de hacerlo sentir mejor mientras él no demostraba nada ni le ayudaba tanto como era ayudado. Pero quería empezar a hacerlo, quería comenzar a ser un mejor novio antes de que cumplieran un año juntos, así que empezaría con cosas fáciles como colaborar con las travesuras más simples de Barkhyun.

Así es como alzó la vista del rostro sonriente de su novio y miró al dueño del apartamento, riendo por su parte, aunque fuese mucho más calma de la de su pareja. Aún así era extraño verle sonreír con tal amplitud y sinceridad, por lo que los otros tres se congelaron por un momento.

Habló, habiendo que su pareja se riese con más intensidad y los tres foráneos hiciesen una mueca de repulsión al pensar que habían bebido café.

—También lo hicimos en la mesa de tu cocina, deberías limpiar mejor la cafetera.—

Love Me Right » EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora