Taehyung en sueños escuchaba sonidos de fricción de ropa sobre la piel, de alguna forma lo calmaban, cuando soñaba era el único lugar tranquilo, lejano de peleas, bueno, en realidad nunca había peleado con Jungkook.
Simplemente, cuando ellos estaban juntos, no sabía de qué hablar, no sabía qué expresión poner. Él lo amaba, quería acercarse y besarle, abrazarle, pero se sentía culpable, como si la sociedad en conjunto le gritara '¡Huye!'
Y por su parte, Jungkook tampoco hacía mucho, sólo salía a beber espontáneamente en medio de la noche. Taehyung despertó al ser capaz de escuchar el sonido de las puertas del armario chocando entre ellas -¿Eh?
Abrió los ojos y vio a Jungkook, más bien su espalda, alejándose del cuarto -Espera...no vayas...- Quiso detenerlo, se despertó con un deseo de cambiar las cosas.
Kim corrió fuera de la cama para encontrarse a Jeon ya saliendo de la casa -¡Espera!- Jungkook se detuvo y lo miró neutral -K-Kookie...cambiemos todo esto...deja de ir allí...por favor
El castaño poco a poco fue acercándose hacia el pelinegro, este último acarició su mejilla con calma y consiguió que el más bajo cerrara los ojos -Yo también estuve pensando en dejar de ir...es cierto, me quedaré esta noche, y las siguientes- Murmuró con una sonrisa.
La felicidad de Taehyung era inmensa, quiso acercarse más a Jungkook para besarlo, pero antes de lograrlo sintió una sensación extraña.
Ah, claro, todo fue un sueño.
El castaño abrió los ojos de repente y recordó todo lo que había pasado anoche -Ah...- suspiró con dolor y se sobó la moreteada mejilla, levantándose lentamente de la cama, cerró los ojos de vuelta y tragó saliva.