Luego de semanas de discusiones, tensiones y conversaciones estúpidas con la familia de Jungkook, Taehyung estaba harto, harto de escuchar las indirectas de la inútil familia de su esposo que justo cuando este se encontraba enfermo venían como buitres.
''Somos su familia''...''Hola Taehyung ¿Cómo estás? Tanto tiempo...''...''Ya sabes, hay que organizarnos con el tema financiero''...
Kim ya estaba cansado de tantas idioteces que se vertían en un solo fin, el dinero. Odiaba cuando las personas se hacían los interesados en su vida cuando nunca lo habían estado en sus jodidas vidas, sólo por un bien para ellos mismos.
Desde ese compañerito de la escuela que se quejaba de que iba a llover mucho a la salida, sólo para que lo llevara a casa en coche, hasta este grupo de idiotas que tenía enfrente, mascullando palabras que no le llegaban, por unos pocos billetes.
El castaño tomó animo y contestó fuerte, dijo que ya no quería escucharlos hablar del tema, que Jungkook seguía vivo y que si salía de esta Taehyung le contaría todas las conspiraciones que la familia Jeon había estado haciendo.
Que antes que entrar a visitar al pelinegro, sólo pasaban el tiempo fuera, discutiendo con su esposo.
Aún así, Taehyung pensaba y se torturaba, ya que no tan en el fondo él estaba cansado. Ya no aguantaba tener que ir a quimioterapia con Jungkook, esperarlo, tener que cuidar a aquel que lo hizo pedazos.
Sólo quería que todo acabara, aunque la manera no fuera muy bonita. Y Taehyung suspiró y suspiró, casi entrando en pánico.
¿Quién es este monstruo que está creciendo dentro de mí?