¿De fiesta? I.

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— Spencer — Le estrecha la mano — Spencer Hastings. Un gusto conocerte oficialmente Em. ¿Está bien que te llame así, verdad?.

Spencer tiene casi la misma estatura de Emily, posee piel blanca y tanto su color de pelo como de ojos son café. — Cla-claro. — responde un poco tardío la morena al tiempo que le sonríe. — Es un gusto para mi también. — Sueltan sus manos y Emily nota que hay otra un chica al lado de Spencer que es más pequeña que ellas dos, mucho más pequeña, con pelo corto y ojos verde avellana.

— ¡Oh! — Muestra sorpresa Spencer al notar que la morena está mirando a su amiga. — Y ésta es

— Aria. Aria Montgomery — Interrumpe la otra chica. — Puedo presentarme sola, Spencer.

— U-un gusto, Aria — Pronuncia tímidamente la piel morena. — Yo soy-

— Emily Fields — Suelta una carcajada. — Lo acabo de escuchar. — Le ofrece la mano para que se la estreche. Emily acepta un poco sonrojada por olvidar que ya se había presentado.

— Y bien Em, ¿No tienes clases?. — Pregunta la de pelo largo.

— Sí pero la verdad...— Hace una pausa para pensar bien que decir y no soltar más de lo necesario. — Venía a pedirte los apuntes de Historia de la clase pasada, ya que no estuve muy atenta. — Levanta su mano para rascar su nuca mientras pone cara de disculpa.

La otra casi morena sonríe y suelta una pequeña risilla. — Supuse que algo así pasaría. No tengo problema alguno, sin embarrrrrrrrrgo. — Alargo la letra "r" para demostrar que había un inconveniente. — No estoy al cien por ciento segura que ande con el cuaderno.

— Oh.

— Así que si quieres me acompañas al casillero a revisar si está ahí.

— ¡No! — Dice de forma bruta Emily. — Quiero decir, no, no puedo acompañarte. — Emily estaba faltando a clases y si llegase a entrar y por casualidad se encontrará con algún profesor o cierta alumna, no sería lo mejor. — Co-como te dije antes tengo clase este bloque y si entro puedo tener problemas.

— Entiendo — Dijo por segunda vez la de tez blanca. — Puedo ir yo mientras Aria te hace compañía. ¿Hay algún inconveniente con eso, Aria? — Gira su cabeza para mirar a su pequeña amiga.

— Claro que no. Adelante.

Spencer comienza caminar rumbo a su casillero dejando a las dos chicas solas.

— ¿Puedo preguntar por qué no quieres entrar a clases?

— Ya lo estás haciendo ¿no? — Em responde queriendo sonar a broma.

— Eso es verdad — Aria vuelve a reír. — Entonces ¿Me responderás?. — Emily no sabía porque está nueva chica estaba siendo tan insistente con el tema. No quería hablar de sus problemas con alguien que venía recién conociendo, sería incómodo para ambas pero podía contarle algo, no una mentira sino cierta parte de la verdad. — No es que quiera ser copuchenta. — Soltó la más bajita como si hubiera leído sus pensamientos. — Pero vi cuando venias acercándote y tu cara no era la más feliz que digamos.

Por segunda vez en el día habían notado su estado de ánimo y lo sorprendente está vez es que era alguien con quien recién entablaba conversación. — Tú si que eres perspicaz. — Responde recordando a Alison. — No estoy en mi mejor momento, la verdad.

— Y no quieres entrar a clases porque no quieres encontrarte con la persona culpable de ello.

¡¿Qué?! ¿Está chica era bruja o algo por el estilo? — Exacto. ¿Cómo lo supiste?.

— Es el único motivo por el cual creo que no entrarías sintiéndote mal, porque si estuviera mal yo, haría de todo para mantener mi mente ocupada y una forma sería estando en clases.

— Cierto. — Más que bruja, esta chica era muy razonable y eso le gustó a la morena, necesitaba a alguien que la ayudase con sus problemas y Aria era una buena candidata.

— Volví. — Dijo Spencer mientras se acercaba a las otras dos chicas. Emily notó que no traía nada en sus manos por lo que ya sabía lo que le diría. — Y traigo malas noticias. No tenía en mi casillero el cuaderno. Lo siento, Em.

— No te preocupes. Igual y mañana puedes traérmelo, ¿Cierto?.

— Es Sábado. — Dice Aria obviamente.

— ¿Eh?. — La morena la mira no entendiendo el punto.

— Que mañana es Sábado, Em. — Spencer responde.

— ¡¿Deberás?!. — La más alta no quería que sonará como una pregunta pero no pudo evitarlo. — Lo siento, he estado un poco perdida estos últimos días.

— A cualquiera le pasa. No te preocupes. — Suelta relajadamente la más pequeña de las tres. — Sin embargo, igual sería posible que Spencer te prestará su cuaderno mañana. Verdad Spens. — La mira para que entendiera de lo que hablaba, lamentablemente no le entendió y la miro extrañada. — Mañana hay una fiesta a la que iremos, podríamos pasar por tu casa y Spens aprovecha de pasarte el cuaderno.

— ¡Cierto! — La más alta de las amiga responde tronando sus dedos. — Por mi no hay inconveniente, así tienes el finde para ponerte al día con la materia.

— Me parece buena idea. ¿A qué ho-

La más pequeña levanta su mano interrumpiendo a Emily y logrando que ésta guarde silencio. — O podrías ir con nosotras y después te preocupas de ponerte al día con esa aburrida materia que nunca más volveremos a usar. — Termina sonriendo maliciosamente.

Emily nunca había asistido a una fiesta y la verdad sonaba como un buen plan, como antes había dicho Aria, una forma de olvidar sus problemas era manteniéndose ocupada y que mejor manera que en una fiesta ¿O no?, además le serviría para acercarse más a las dos chicas que se encontraban expectantes a su respuesta.

— Aria, no pongas en aprietos a Em.

— ¿En aprietos? ¡Por favor, Spens! Le estoy solucionando su problema de sábado por la noche. Una salida no le hace mal a nadie. — Aria no lo decía con malas intensiones ni mucho menos para que la morena fuese a alcoholizarse a la fiesta sino que quería ayudarla a salir un poco del problema que la está atormentando. — Además tiene todo el Domingo para ponerse al día... bueno si es que no amanece con resaca al otro día. — Soltó en forma de broma y Spencer la miro en forma de reproche pero falló puesto que terminó sonriéndole. — ¿Em?.

Emily salió de su transe. — A mi me sigue pareciendo buena idea.

— ¡Excelente!. — Celebró la pequeña. — Tipo 10/10:30/11 de la noche pasaremos a tu casa a buscarte.

— ¿Podrías ser más exacta al menos, no Aria?. — La de piel blanca le dijo a su amiga. — Mejor, Em, danos tu número y así te llamamos cuando estemos por salir a buscarte.

— Está bien. Dame tu teléfono. — Spencer le acerco el celular a Emily y ésta anoto su número no obstante no se puso nombre. — Ponme tú el nombre con el que quieras guardarme. — Le dijo sonrojándose un poco.

— Listo, guardado.

— ¿Y a mi, no me darás tu número?. — Preguntó la más pequeña cruzándose de brazos.

— Qu-Que Spencer te lo de.

— Vamos Aria, que yo te lo mando por Whatsapp, no la molestes.

— Que injusto, yo la invito y tú te quedas con los créditos. La decepción, la traición, Hermano. — Habló dramáticamente la ojiavellana.

Spencer solo rió y tomo a su amiga del brazo arrastrándola de allí. — Nos vemos mañana, Em.

Emily solo las vio alejarse con una sonrisa en el rostro. Sin darse cuenta había olvidado los problemas que estaba teniendo gracias a esas dos chicas nuevas y el timbre ya había sonado avisando el cambio de bloque o más bien el fin de clases por ese día y bueno, también por la semana. 

La normalidad de EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora