Ilusión rota.

1.4K 78 4
                                    

La clase acabó y aún sigo sin moverme, no he mirado atrás todavía. Después de que mis ojos conectaron con los azules, desvíe mi mirada rápidamente, girándome lo antes posible en dirección al pizarrón. No soy capaz de mirar a ellos nuevamente sin derretirme, sin recordar como me miraban antes: con amor. Sólo segundos bastaron para acordarme de todo los sentimientos que tengo por esa chica. . . Debo reaccionar, pero no sé cómo, no sé qué hacer. "¿Debería hablarle?. . .5 segundos Emily, solo 5 segundos. ¡Piensa!".

− Emily. . .

Siento una voz tras de mí. Sé de quién es, pero no soy capaz de girarme.

No hablo con ella durante algunas semanas y tampoco la he visto.

Siento que una mano se posa en mi hombro. "La señal para que te gires, Emily".

− Hanna. . .  ̶ Mi giré para poder ver su cara, sus hermosas facciones, y al momento de hacerlo, me doy cuenta que somos las únicas en la sala de clases. - Hola. . .

− Hola, tanto tiempo. . . ¿Cómo has estado?. . . Te he extrañado.

− Bien ¿Y tú?  ̶  "Si claro, súper bien". Pensé, pasando por algo su última frase. Intentó no creer en esas palabras, pero mi corazón no me lo permite.

− Bien igual, gracias. . .Yo quise llamarte, pero no sabía si era correcto, después de todo lo que. . . Bueno, tú sabes.

"No, no sé" ̶ No te preocupes, lo entiendo. ̶ Pronuncie secamente.

 ̶ Deberíamos hablar, Em.

Y antes de poder responder a su declaración, alguien la llama por su nombre.

− ¡Hanna!

Miro hacia mi lado derecho, en dirección a la puerta de la sala y veo a un hombre, joven, de nuestra edad. Tiene una melena brillante y sedosa, de color café. Una sonrisa se le forma en el rostro cuando Han fija su mirada en él.

Me doy cuenta del nerviosismo de Hanna mientras se nos acerca, y cuando el muchacho esta lo bastante cerca de la rubia, éste le da un beso en los labios, ¡En los labios!. Siento como mi corazón se aprieta y como se me hace más difícil respirar. Cuando sus labios se separaron de los de mi amiga (si es que aún la puedo llamar así), ésta me da una mirada, como pidiéndome perdón por lo que acabo de presenciar.

La tensión se puede palpar alrededor de cada uno, pero no puedo evitarlo, no puedo pronunciar palabra alguna, tengo miedo de que al momento de abrir la boca, mi corazón salga disparado y se suicide tirándose por la ventana.

− Te quería dar una sorpresa; y parece que ha funcionado muy bien. Te he dejado hasta sin habla. - El chico de la melena perfecta dijo, para luego soltar una risa seca, mezclada con nerviosismo y miedo.

− S-si que me haz sorprendido. ̶ Hanna giro su cabeza para mirarme a los ojos. - Y parece que no solo a mí. Em, éste el Caleb, mi. . . «mi amigo».

− Ouch. ̶ Soltó el chico mientras tendía su mano hacia mí, dejando un eco de su sonido en la sala de clases.

Estreche su mano, sin decir absolutamente nada. Esto realmente me toma por sorpresa.

Ese «Ouch» seguía rebotando en mi cabeza, y pensé que también es apropiado para mí en este momento, pero el mío seria aún más fuerte y desgarrador que el de él.

 ̶ Encantado. ̶ Dijo con la comisura de sus labios ladeada amablemente.

Seguía sin poder hablar y en remplazó de las palabras, sólo asiento con mi cabeza en forma de respuesta.

La normalidad de EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora