➢ Prólogo.

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Alessia Price, la chica, de cabellera castaña brillante y larga, tez pálida y brillante, mirada llena de ternura y dulzor; era una mujer bellísima, con una mirada profunda y llena de brillo, una sola mirada y tenía a cualquier hombre a sus pies.

Paso de ser una dulce, divertida y amorosa chica a una que era fría e indiferente, cruel la mayoría de las veces; ella podría tener a cualquier persona pero ella callo a los pies de él.

Recién concluyo sus estudios universitarios, la universidad pudo haberse convertido en una de las etapas más hermosas para esta chica, pero más tarde que pronto callo en redes del amor, tenía un novio, llamado Adam, ellos llevaban una relación de ensueño como de cuento de hadas o bueno eso es lo que parecía; el chico de tez pálida y cabellera oscura como su mismo corazón, al principio todo parecía normal el chico la trataba como a una princesa o al menos eso le hacía creer, todo iba por un buen camino.

Los tortolos decidieron llevarlo hasta un altar después de un año de una relación perfecta.

Hasta que el decidió terminar con eso, justo una semana antes de que ambos pudieran unirse como marido y mujer; Alessia lo encontró con su amante, eso la destrozo por completo, casi al punto de enloquecer, no quería aceptarlo se negaba a aceptar que su dulce príncipe azul le había sido infiel, la sola idea le hacía quedarse sin aire y sentir una presión en el pecho tan fuerte que parecía que su corazón explotaría de un momento a otro, para ella lo más fácil fue hacer como que nada paso.

Vivir en un engaño siempre es más fácil que aceptar la realidad.

Por tanto decidió callar todo después de todo estaba a punto de casarse, ¿Cómo iba a ella arruinar su propia boda?.

Resistió hasta que él fue quien decidió terminar con el corazón de la pobre chica; contuvo todo lo que sentía, al escuchar de la viva voz del amor de su vida un:

No estoy seguro de querer casarme, creo que deberíamos terminar con esto.

No lloro, ni emitió un sonido alguno, ni mucho menos un reproche, tampoco hablo sobre la infidelidad, ni quiso pelear con él, solo se lo trago todo, y le respondió con un:

Está bien.

Dio la vuelta y salió de su vida para siempre.

Pasaron unos pocos días, ella decía que lo olvido todo, simplemente paso, es como si solo hubiera bloqueado un mal recuerdo de su mente, como seguir viviendo en una ridícula fantasía.

Pero un día, al pasear por las adoquinadas calles se topó con Adam pero él no estaba solo, estaba con la misma chica rubia de aquella vez, la amante que muy pronto dejaría de serlo puesto que lo último que Alessia vio fue a su amado hincarse a los pies de otra chica para pedir su mano en matrimonio. Ella fingió no ver nada, decidió seguir con su camino pero alzo la mirada en el peor momento.

La ahora feliz y comprometida pareja se besó casi frente suyo, quizás él sabía que ella estaba ahí observado, tal vez lo hizo a propósito; pensó ella.

Eso termino por destrozarla por completo, rompió la poca cordura que le quedaba a la chica, porque a pesar de todo ella creía ingenuamente que algún día podría regresar a lado de su amado; pero el abrupto golpe la hizo despertar a la realidad, vio que estaba sin amigos y sin familia todo lo cambio por un amor verdadero que le seria fiel para toda la vida.

Los recuerdos comenzaron a aparecer y a caer sobre ella como un balde de agua helada. Todas esas palabras que él le decía:

Te amo, Tú y yo estaremos juntos siempre, No hay chica más linda y perfecta que tú, Estaré a tu lado por el resto de mi vida.

Ese no es mi lindo novio, no más —dijo, y una lágrima de agua salada recorrió su mejilla.

Ese día algo cambio en la linda chica, esa dulce, tierna y prospera mujer desapareció, y fue remplazada por una nueva Alessia.

Ya no hablaba más, con nadie, y como hacerlo si no tenía a nadie con quien hacerlo, era una total ermitaña, una antisocial, ni si quiera se molestó en volver a su trabajo, después de todo la gente solo hablaría mal de ella a sus espaldas, la única amiga que podía tener era ella misma.

La soledad jamás es buena, ahora la pobre Alessia no hace más que hablar con ella misma, susurrar sus penas y secretos a su interior, ya juraría que lo escucha responderle.

ℙerdida 》Mort Rainey//Johnny DeppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora