| Capítulo - 14 |

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Ella pasó su lengua lentamente por el abdomen de Mort, era el sabor más exquisito que hubiera probado.

—Ven aquí amor—dijo Mort levantando a Alessia por la barbilla.

Y comenzó a besarla, pidiendo paso con su lengua para inspeccionar su boca, su dulce aliento.

—Me vuelves loco—gruño Mort.
—¿Aun más cariño?—continuo el beso.
—¡Quiero hacerte mía ahora!.
—Espera fiera, esta vez no será tan sencillo—susurro al oído—No me tendrás tan rápido en tu cama—rio Alessia, a ella le encantaba ver a Mort como un perro, tan caliente, tan excitado, tan deseoso por hacerla suya.
—¿Qué quieres que haga?.
—Subamos al cuarto, amor— Alessia se levanto de encima de el, y subió por las escaleras con un leve pero sensual meneo de caderas.

Mort casi iba a rastras, Alessia podía pedirle lo que fuera en ese momento y ello haría, estaba totalmente perdido en esa chica de cabellos rojos; estaba tan enamorado. O eso parecía.

—Veamos cuanto tiempo resistes a mis encantos— Alessia aventó a Mort a la cama.
Alessia comenzó a bailar de forma sensual para Mort, pasándose la yema de los dedos por los labios.

Sin duda la meta de Mort ya estaba cumplida, el volver a Alessia una diabla y dejar atrás a esa dulce niña, que le temía todo.

—¿Me extrañaste?—pregunto Alessia acercándose tentadoramente a Mort.
—Mucho, mucho mi Alessia—trato de tomarla de la cintura, pero no lo dejo.
—Hey cuidadito con las manos Rainey todavía no puedes tocar—rio maliciosa.
—¿Te encanta hacerme sufrir cierto?.
—Me encanta—ella se subió encima de el y comenzó a besarlo desesperadamente.

Antes de que Mort pudiera tocarla, Alessia le quito las manos de encima de ella.

—¡Quieto!— Alessia llevo los besos hasta el abdomen de Mort, pasando tan lentamente su lengua por el.
—Alessia, ¡Por favor! Ya no me tortures, mejor pégame un tiro—suplico.
—Hmm, me encanta tanto verte así.

Luego Alessia le despojo de su pantalón a Mort, termino con toda la ropa que se interponía entre ella y el.
No perdió más el tiempo y tomo el gran y erecto miembro de Mort entre sus manos, podía sentirlo palpitar ante su tacto, comenzó a moverlo de arriba abajo, con un ritmo que poco a poco iba subiendo, agregándole a este unos movimientos con la lengua de ella sobre el.

Se escuchaban los grandes y roncos gemidos de Mort, en toda la habitación.

—¡Ah! Ven acá cariño ya no soporto más.

Ella se acerco a su rostro de nuevo pegándole un beso.

Pero luego Mort se puso sobre ella, bajo su mano hasta la intimidad de Alessia y comenzó a juguetear con sus dedos, sobre las mojadas bragas de ella. Y de un solo movimiento las arranco, dejando un sonido de la tela rasgándose.

Dejo a un lado las bragas rasgadas, y introduciéndose tope dos dedos en el interior de Alessia, que comenzó a mover con suma rapidez.

Ella se aferro a el, enredando sus dedos entre la despeinada melena de Mort, tirando un poco de ella, sin dejar de gemir.

—¡Ahh! Eres tan salvaje—gimió Alessia.
—Tú desatas ese lado en mi cariño.

Mort comenzó con el movimiento cada vez más rápido, hasta que Alessia se corrió, aferrándose fuerte a él.

El saco los dedos de su interior y se los llevo a la boca degustando el dulce sabor de Alessia.

Y sin esperar más tiempo se fue introduciendo poco a poco en el interior de ella.

Comenzando las embestidas lentamente, saboreando el momento, ese entrañado momento, extrañando esa ansiada sensación de estar en el interior de Alessia, siendo uno solo con cada embestida que el daba. Marcando cada vez un ritmo más rápido.

Ella se aferraba fuerte de las sabanas con cada embestida que recibía de Mort. Tanto que podía rasgarlas.
Nadie hacia aflorar todas esas emociones en Alessia, nunca.

—Mort, ¡Ahh! Mort, no aguanto más—gruño Alessia.
—Un poco más amor—gimió.

Continuo con las fuertes embestidas hasta llegar a su límite, dejando salir un fuerte gemido en el momento en el que un gran orgasmo descomunal acabo con ellos.

Dejando caer Mort su cabeza sobre el pecho de Alessia, encontrando calma con cada respiración cálida que sentía.

—Mort, ¿Me amas?...
—No solo te amo, eres mi vida—le susurro al oído.

Ella le dio un tierno beso, ambos se acomodaron en la mullida y destendida cama, y se arroparon para finalmente quedar dormidos.

Alessia se dejo perder en sus sueños y por primera vez después de tanto tiempo pudo dormir tranquila, sin tener una sola pesadilla, todas esas sombras que la perseguían se habían marchado … bueno eso parecía.

A la mañana siguiente Alessia despertó por los pequeños rayos del sol que se asomaban por las viejas cortinas del gran ventanal.
Frotó sus ojos y vio a su derecha con ternura al hombre aferrado a ella.
Luego miro su teléfono celular.

Seis mensajes sin leer y diez llamadas pérdidas.

—¡Adam!—dijo en un susurro.

Todos los mensajes eran...

"Alessia ¿Dónde estás?, ¿Qué pasa?" "¡¿Por qué no contestas?!".

Ella se había perdido tanto ayer que olvido por completo que ahora vivía con Adam, pero … ¿Qué iba a hacer?.
No puedo dejar a Mort, ¡Enseguida sospecharía algo que no es!.
¡Mierda!.

¿Qué sería más fácil? ¿Vivir con Adam y visitar a Mort sin que de den cuenta? O ¿Vivir con Mort e inventar mil excusas tontas para salir con el imbécil de Adam?.

¡Claro que todo esto solo seria por un tiempo hasta ver la venganza de Alessia cumplida.

—¿Alessia?—dijo Mort despertando.
—Aquí estoy Mort—se recostó de nuevo a su lado.
—¿Todo esta bien?—se estiro.
—Claro, muy bien, me alegra que hayas despertado … Porque tengo que irme ya
—¡¿Qué¡? ¡¿Irte?! Pero si tu acabas de llegar, de aparecer de nuevo y piensas desaparecerte de nuevo—se levanto de la cama con semblante molesto.
—No, Mort yo no me voy a ir para siempre, solo que ahora yo …—Alessia pensó una mentira—¡Vivo con mis padres! Si … es eso y yo no puedo dejarlos solos.
—¿Enserio?—la miro dudando— ¿Y eso que? Has vivido conmigo sin ellos por un año ¡¿Y ahora de pronto le tomas importancia?!.
—¡SIEMPRE le he tomado importancia!.

Ambos se levantaron de la cama.

—Alessia tu odias a tus padres.
—Okay, eso es un poco cierto ¡Pero no tenia con quien quedarme! ¡Además ellos me sacaron de ese maldito lugar!.
—¡Pero tú eres mi esposa! YO NO TE QUIERO LEJOS PARA PODER IRTE CON CUALQUIER IDIOTA—grito.
—¡Numero uno, no soy tu esposa! ¡Nunca nos casamos, solo soy tu prometida! Supuestamente, ¡Segundo ni siquiera tuviste la molestia nunca de buscar a tu prometida y ahora de repente de importa!—respondió con fuerte voz.
—¡¡Perfecto!! Sabes que ni siquiera creo que aún seas mi prometida ¡Tal vez ya te has acostado con muchos hombres más!—hizo retroceder a Alessia.
—¡Bien! No somos nada perfecto me largo ¡NUNCA VOY A VOLVER!—Alessia dio media vuelta caminando hacia la puerta—¡Hasta nunca señor Rainey!.

Pero antes de que pudiera salir Mort la tomo del brazo y la jalo hacia el tomándola fuerte de la cintura, para luego robarle un salvaje y apasionado beso, que Alessia luchaba por rechazar.

—Te odio—dijo Alessia después del beso.
—Y yo a ti, tanto que no puedo vivir sin ti—se aferro más a ella.
—Estás loco Rainey.
—Pero por ti—la volvió a besar pero esta vez el beso fue correspondido.
—Me tengo que ir—dijo Alessia librándose de él y saliendo del cuarto.
—¡No puedes irte!—dijo Mort gritándole desde arriba de las escaleras.

Alessia lo miro y subió unos cuantos escalones de regreso.

—Tranquilo señor Rainey, no me iré para siempre, volveré en la noche y ...—le halo de la vieja bata  que traía puesta para poder hablarle al oído—Cuando vuelva quiero escuchar todos los planes que tiene para su futura esposa—le dio un beso en la mejilla y salió de la cabaña dejando a Mort con las palabras en la boca y una gran excitación.

A Mort le enloquecía la actitud violenta de Alessia.

Ella condujo hasta el apartamento de Adam, y al entrar todo estaba tan tranquilo.

ℙerdida 》Mort Rainey//Johnny DeppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora