| Capitulo - 16 |

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Pasaron varios minutos, hasta que llegaron a N.Y, la gran ciudad.

Alessia no había ido desde hace un buen tiempo, era como ir por primera vez.
No podía creerse lo que pasaba, Mort estaciono el auto frente a un pequeño pero lujoso bar.
Ambos bajaron y se  aproximaron a la entrada.

—Sin duda hoy es un día lleno de sorpresas—dijo Alessia al entrar al lugar y mirar la elegancia de este.
—Y esto aún no es nada—la tomo de la mano.
—Por cierto—se acerco a su oído para hablarle—Te vez tan sexy vestido así, me estas matando—dio un beso en su oreja.

A Mort se le erizo la piel.

—No hagas eso, sabes cómo me pone—gruño cerca de Alessia.
—Lo sé—guiño.

Ambos se sentaron, y tuvieron una pequeña cena romántica.

¿Qué? ¿Una cena romántica? Algo sin dudas pasaba con ambos, es que estaban enamorados, ¿Eso era?.

Ambos pidieron whiskey bebieron un poco demás al termino de la comida, estaban sentados en la barra, con una música de piano al fondo.

—Me encanta el aroma del Whiskey, me trae  tantos recuerdos—dijo Mort poniendo una mano en la rodilla de Alessia.
—¿Cómo cuales?.

Mort se acerco a ella para que nadie escuchara.

—Me recuerda a mí y a ti, desnudos, sobre la cama, a mi follandote sin piedad, y gemidos muchos ensordecedores gemidos—susurro, mientras movía poco a poco su mano deslizándola entre los muslos de Alessia.
—R-rainey compórtate ahora no—dijo Alice con voz entrecortada.
—¿Por qué no?, sabes si no hubiera nadie aquí te pondría sobre la mesa y te abriría de piernas para mi—rió pícaramente.
—Rainey, no me digas esas cosas—dijo Alessia casi en un susurro.
—Quiero que seas mía, mía ¡Ahora y para siempre!.
—¿Qué?.
—¡Alessia cásate conmigo! ¡Ahora!.
—¿Ahora? Rainey creo que has bebido de más.
—Para nada … Bueno tal vez si un poco, pero sé lo que digo. Ven vámonos ahora—dijo Mort parándose del banquillo, dándole la mano a Alessia para que se levantara.
—¿A dónde vamos?.
—Ya lo vas a ver, es parte de la sorpresa.

Mort pago la cuenta, y ambos salieron disparados del lugar, hacia su auto y en camino a un misterioso lugar.
Mort condujo solo un par de minutos y llegaron a una pequeña capilla.

—¿Mort?—dijo Alessia dándole la mirada al lugar y luego a Mort.
—¿Te vas a casar conmigo Alessia?—-pregunto tomándole las manos.
—Mort… ¡Claro que si! Pero…
—¿Pero?.
—Dudo mucho que alguien acepte casarnos a media noche—le acaricio la mejilla.
—Yo creo que si, vamos—le dio un fugaz beso.

Ambos bajaron, al entrar a la capilla Alessia no podía creer lo que veía, todo el lugar tenía una bella decoración. A lo largo hasta el pequeño altar una alfombra roja, cubierta de pétalos blancos.

—Se que no es lo que esperabas pero …
—¡Me encanta!—dijo Alessia lanzándose sobre él, con un abrazo mientras una gota de agua salada recorría su mejilla.
—¿Estas segura?.
—Más que nunca.

Ambos caminaron hasta el altar, donde ya los esperaban para casarlos. Y la ceremonia comenzó.

Fue tan raro y hermoso, varias sensaciones experimentadas, al mismo tiempo cuando la ceremonia comenzó, pero el momento de más tensión fue cuando.

—¿Y tú Mortón Rainey aceptas a esta mujer como tu esposa?.
—Yo, yo claro que acepto—sonrio.
—¿Y tú Alessia Price aceptas a este hombre como tu esposo?.
—Si, yo acepto.

Ambos con el anillo en sus dedos, tomados de las manos y unidos para toda la vida con un beso al decir Ahora los declaro marido y mujer.

Ya eran una pareja ¡Legalmente!.
No podía creérselo ahora era oficialmente la Señorita Alessia Rainey, no podía ser más feliz que en ese momento.

Ambos salieron maravillados de la bonita capilla sin prestar atención a lo que los rodeaba porque ahora solo estaban ellos dos y el grande amor que se habían jurado toda una vida.
Mort llevo a Alessia a un lujosísimo hotel de la gran manzana.
Ya que no podían irse ahora.
El la llevo en sus brazos hasta la habitación sin dejar de besarla.
Por un momento ambos se olvidaron, de toda esa ira, enojo, dudas, y venganza se esfumaron de sus mentes, en ese único momento solo eran Alessia y Mort.

Habíamos llegado a este punto.. la noche de bodas.

¿Lo...lo haríamos? Alessia se sonrojo un poco al pensarlo, pues ya no lo vería más como un extraño, ¡Ahora era su esposo! sintio que alguien me tomo de la cintura por atrás, sentir a Mort respirar tan cerca de ella era hermoso, sentía una corriente por todo mi cuerpo, beso mi cuello a pequeños besos, después los volvió más intensos besaba mi cuello como si fuera mi boca, sentía su lengua, ella quería guardar la compostura pero para ser sinceros era imposible hacía un buen trabajo, no lo aguanto más volteo a verlo y beso sus labios con pasión y desato una guerra de lenguas, sus manos empezaron a bajar y antes de hacerlas llegar a sus glúteos las volvió a subir, repitió ese movimiento tentándome, quito mi vestido con delicadeza, solo deslizando el cierre, haciéndola quedar en ropa interior, caminaron aún unidos entre besos hasta la cama, ambos se acostaron poco a poco, ella quedo abajo de él, tocaba su cuerpo perfecto desabrocho su camisa y se deshizo de ella, cambio la jugada y ahora Alessia quedo arriba, también desabrocho su pantalón y lo quito ahora estaban igual.

Todo era tan pasional, era algo nuevo, quizás esta vez no sololo hacían por el placer que ambos sentían al hacerlo, lo hacían con amor, porque estaban perdidamente cegados uno del otro, tanto que quizás podría asustar un poco.

El quiso volver a mandar y la hizo quedar de nuevo abajo de él, besaba su cuello y jugueteaba con sus senos, bajo y besaba su estómago sintió una ola de nervios cuando el llego al comienzo de sus bragas pero volvió a subir a su boca la hacía gemir cuando tocaba mis pechos, ahora todo cambiaria quito su sostén y empezó a lamer uno de sus pechos encorvó su cuerpo pues era demasiado placentero.

—M-mort …. — dijo entré gemidos.
—Shhh—dijo él con un dedo en mi boca y siguió con lo suyo.
—Ah—gemia Alessia.

Volvió a besar su estómago pero esta vez no se detuvo, quito sus bragas sonrió cuando llego a ese punto, ya no sentía nervios, estaba realmente excitada, llego a los labios y metió un dedo.

—Ahh—soltó un gemido, empezó a moverlo.

Totalmente excitada, metió dos dedos, y los metía y los sacaba...

—¿Te gusta no?—dijo Mort con una gran sonrisa, vio sus ojos, era obvio que verle así lo hacía desear más, cambiarón los papeles, Alessia quedo arriba de el besaba y mordía todo cuando llego a sus boxers los quito vi su miembro erecto, me sonroje un poco pero ahora era mi esposo y eso sería normal, ya antes era de lo más normal.

Lo tomo entré sus manos y decidió juguetear con él, lo escuchaba gemir, sentía satisfacción, ahora lo hacía más rápido.

Volvió a besar sus labios, que la besaban con furia, se atrevía a decir que solo con besarla las cosas subían más de tono.
Quedo abajo nuevamente.

—Empecemos— era la hora, entró poco a poco en ella, era algo doloroso pero pronto lo único que sentía era placer empezó con pequeñas embestidas.
—Más—gimoteaba.
—Entonces daré más— fuertes embestidas comenzaron.
—No pares—había sacado su lado escondido ese que ni ella sabía que tenía —Mort...

Mort salió y la hizo seguirlo se sentó en la cama y la invito a sentarse en él, las embestidas siguieron cuando cesaron un poco lo ayudo moviéndose de atrás hacía delante.

—Si nena—dijo Mort gruñendo.

Se acostó y lo monto, estaba haciendo el amor con ese gran hombre y sacaría partido, quería que fuera una experiencia única para ambos
Cuando ambos llegaron al clímax, salió le abrazo y se dejo vencer por el sueño Alessia no podía dormir estaba demasiado feliz.

Abrazada del hombre que tanto amaba, y ahora estaría con ella toda una vida.

ℙerdida 》Mort Rainey//Johnny DeppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora