ℙerdida 》Mort Rainey//Johnny Depp

| Capítulo - 7 |

—¿Qué paso?.
—¿Dónde? Estoy...

En casa de Mort.

—Ah claro casi lo olvidaba—froto Alessia sus ojos.

Se levanto de la cama y noto la venda cuidadosamente colocada en su muñeca y aún lado de ella tomándole la mano, dormido sobre el sofá estaba Mort.

Que lindo.

—Obvio, el es perfecto—sonrió a sí misma.

Al parecer aún no salía el sol, calculo eran las cuatro y media de la madrugada.

Alessia tomo una cobija y cubrió a Mort con mucha delicadeza, salió del cuarto.

Fue hacia el computador de Mort, y noto que seguía en blanco más que por unos cuantos párrafos anteriores.

—¿Qué tenemos aquí?.

Alessia comenzó a leer, y mecánicamente un montón de ideas llegaron a ella y comenzó a escribir y escribir.

Pasaron dos horas y media.

¿Terminaste?.

—¡Claro, creo que es muy bueno!.

Tal vez.

—¿Qué es esto?.

Alessia bajo las hojas del PC y había más escritura.

‘’Shooter, John’’ ‘’John Shooter’’
‘’Shooter, John’’ ‘’John Shooter’’
‘’Shooter, John’’ ‘’John Shooter’’
‘’Shooter, John’’ ‘’John Shooter’’
‘’Shooter, John’’ ‘’John Shooter’’

¿Que es eso?.

—¿Cuándo despertaste?—dijo Mort tallando sus ojos, estaba recargado en el marco de la puerta.
—Hace unos cuantos minutos, no fue mucho.

Mort se acerco me rodeo con sus brazos.

—¿Cómo está tu muñeca?.
—Perfecta, no fue muy grave.
—Bueno aunque haya sido así, nunca vuelvas a hacerlo.
—De acuerdo—beso su mejilla.
—¿Escribiste?.
—S-si, o quise al menos intentarlo, ¿te molesta?.
—Para nada, esto—leyó un párrafo o dos—Es muy bueno, una gran prosa.
—¿Enserio?.
—¡Claro!, ¿Alguna vez has pensado en dedicarte a esto?.
—Para nada, yo, yo solo escribo para mi, misma.
—Creo que eso es un error…—me dio la mirada.

Ahora esa mirada era dulce, me miraba con … amor.

No había visto ese lado de Mort, era algo muy lindo, me hacía muy vulnerable su mirada.

—Mort…
—Alessia, yo … yo …
—¿Tu ….?
—Yo te amo.

Cuando Mort dijo eso, se que esta vez lo dijo de corazón no como la otra vez solo por decirlo solo por obtener su tan preciada venganza. Esto no era así.
Ambos nos acercamos, nuestras respiraciones se unían, su aliento era agradable y dulce.

—Yo también te amo, Rainey—susurre.

Hasta que lo que era inevitable, sucedió, me tomo por la nuca y nuestros labios se entrelazaron en el primer beso, como dirían en los cuentos de hada en un beso de amor verdadero.
Era un sentimiento real.

Como lograba erizarme la piel con cada lindo lento y delicado rose de labios.
Se detuvo por un momento.

—Alessia, mi bella Alessia, yo te pido que, ¡Te cases conmigo! Por favor.
—¿Pero … y Amy?.
—Hoy se acabara todo, lo prometo.