ℙerdida 》Mort Rainey//Johnny Depp

| Capítulo - 15 |

—¿Adam?.
—¿Dónde estabas?—dijo cortante saliendo del cuarto.
—Solo fui con mis padres.
—Claro … ¿bueno tu crees que soy estúpido?.
—Si, mucho.

Se acerco y tomo de forma violenta a Alessia por las mejillas apretándolas muy fuerte.

—¡Suéltame idiota!.
—¿Te fuiste con alguien más?.
—No mierda.

Alessia odiaba tener que ser la sumisa con el. Solo para poder obtener su venganza. En esos momentos como anhelaba tener un cuchillo y clavárselo en el pecho tantas veces hasta verlo destrozado, cubierto de sangre.

—¿Has bebido?.
—¡Claro que no!.
—¡Te cargas un tremendo olor a Whiskey!.
—Solo bebí un poco de Jack Daniels—guiño.
—Venga Alessia parece que te has echado toda la botella encima, eres una maldita alcohólica.
—Solo fue un poco.
—Aja—la soltó por fin.
—Tranquilo que ya voy a darme una ducha—dijo Alessia entrando al baño.
—Me da lo mismo, voy a salir—miro su celular.

El enseguida salió sin decir nada más a Alessia, ya la tenia de vuelta y al parecer solo la quería para seguirla tratando como a un pedazo de mierda. ¡Se cargaba unos tremendos celos! O tal vez solo era que quería poseerla.

—Como lo odio.

¿Cuánto tiempo vas  a soportar a este inútil?.

—Hasta que pueda conseguir rebanar su cuello—dijo Alessia mirándose al espejo.

¡Apúrate porque no sé yo cuanto pueda contenerme!.

Al salir de la ducha Alessia se sentó frente a la chimenea y miro el fuego. Hasta que llego la hora de marcharse de nuevo con Mort.
Antes de salir el teléfono comenzó a sonar.

—¿Aló?.
—Hola, ¿Esta Adam?—dijo una voz chillona-
—¿Quién lo busca?.
—¡SOY Marie! La novia de Adam ¿Y quién eres tú?—dijo desafiante.
—Ahh, mira que gusto saberlo. ¡LLAME LUEGO!—grite y luego colgué.

¿Lo vez? ¡Al bastardo sigue sin importarle que tú estés con el ¡QUE VIVAS CON EL! ¡YA ALESSIA PEGALE UN TIRO EN LA CABEZA!.

—Debemos ser pacientes… La venganza se disfruta más al planearla.

Alessia fue hacia el armario tomo el vestido azul corto y con vuelo, bastante lindo.
Se lo puso se arreglo y maquillo parecía una muñequita viviente. Ya hacia un buen tiempo que Alessia no se sentía así, estaba feliz pues otra vez estaba con Mort.

Ya estaba lista y cuando estaba a punto de salir.

—¿Ibas a algún sitio? —pregunto Adam.
—Ah solo voy con mis padres, y quizá pase la noche allá y vuelva hasta el medio día de mañana.
—¿Y vas a ir con tus padres así? ,¿Vestida como mujerzuela?.
—¡No te voy a dejar que me digas así!-me acerque a el sin temor—Y de mínimo termina de limpiarte el labial rojo del cuello.

Alessia empujo a Adam a un lado y salió rápido del departamento subió al auto y sin dudarlo un segundo más lo puso en marcha.
Ella salió y se encamino de vuelta a casa de Mort.
En todo el tiempo que había estado con Adam ella nunca dejo que el hiciera el amor, siempre era que Alessia lo sacaba de sus casillas para luego no mirarlo o hacerse la digna, lo estúpido era que ella había logrado que la sacaran prometiéndole a Adam que ella le haría el amor.
Adam simplemente era un estúpido, estaba cegado con Alessia simplemente por el deseo sexual, porque no había momento o día en el que el no le hiciera mención de ello.
Pero siempre cada tarde el se desaparecía para irse con una de sus putas; pero entonces … ¿Para que quiere a Alessia aún con el?.

En el momento que Alessia se fue, Adam tomo su celular y llamo a Katherine.

—Hola gatita ¿como estas?—dijo Adam al teléfono.
—Hola cariño ¡De maravilla! ¿Pero ya vienes para acá? Hoy estoy especialmente juguetona.
—¡Ya voy para alla!.
—Acá te espero mi cielo.

Por mientras Mort esperaba el regreso de su amada.

—Auch—se quejo al caerse del sofá— ¿Cuánto tiempo he dormido?.

Dos horas, creo que se le hace tarde señor Rainey.

—¿Qué hace usted aquí?—pregunto Mort al reflejo de Shooter.

¿Qué hago aquí? Señor Rainey yo siempre estoy aquí.
Además creo que necesitara mi ayuda esta noche.

—¡Yo nunca lo he necesitado Shooter!.

Sabe señor Rainey comienza a preocuparme, me temo que la señorita Alessia lo este … ablandando una vez más.

—Cierra la boca Shooter.

Vamos señor Rainey usted y yo ya no tenemos que pelear, lo estoy diciendo peregrino porque usted está enamorado. ¡Eso es muy estúpido! Ella podría hacerle lo mismo que Amy, ¿Recuerda?.

—¡NO! Mi Alessia no es así—miro al suelo.

Es una mujer, y también va a aburrirse.

—¡CALLATE! De una buena vez Shooter—comenzo a subir las escaleras— ¡Cuando baje, espero que ya no esté aquí desgraciado!-cerró la puerta.

¿Aburrirse? La cabeza de Mort era una maraña de ideas, y ahora dudas. Que John Shooter puso en su cabeza.
Pero Mort no lo creía simplemente no podía ser así, Alessia no era así, ella era diferente.
Pero fuera de eso ¿Y si era verdad y el amor que le tenía a Alessia lo estaba haciendo débil, de nuevo ante los encantos de una mujer.

¡No iba a ser así! Pero que, ¿A quién trataba de engañar?.
Estaba perdidamente enamorado de su Alessia, era su vida. ¡Y no estaría dispuesto a perderla! Tenía que asegurarse de esto esa noche.

Busco entre su armario, la ropa más elegante que tenia. ¡Claro que tenia! Enterrada bajo toda esa ropa vieja que usaba a diario.

Le había dejado de importar su aspecto, porque no tenía para quien verse bien. Hasta que llego ella.
Se puso en sus mejores galas y espero a la llegada de Alessia.

—¿Mort?—dijo bajando de su auto.

Alessia se acerco al pórtico pero antes de que ella tocara, Mort abrió la puerta con un ramo de rosas en mano, su semblante era un poco nervioso.
Y traía consigo una bella sonrisa. ¿Sonrisa? Solo había visto esto una vez.

—¿Mort estas bien?—dijo Alessia mirándolo.
—Claro, ¿Por qué no lo esta…—Mort se aclaro la mirada y vio a Alessia de pies a cabeza—Eres hermosa, este … mira son para ti—Mort le dio las rosas.

Alessia se sonrojo, tomando un fuerte tono rojo en sus mejillas.

—G-gracias.
—¿Te has sonrojado?—sonrió Mort.
—Y tú has sonreído—respondió con una risita.
—Pues creo que ninguno de los dos está en sus casillas esta noche—la tomo de la cintura para besarla dulcemente, un tierno y espontáneo roce de labios.
—¿Mort que te está pasando esta noche? Me das miedo—dijo risueña.
—Me pasa lo mismo que a ti querida Alessia, ¿Más miedo que cuando tomo la pala?—río.
—Mucho más, ¡Ahora has reído!.
—¿Por qué te sorprende tanto? ¿No te gusta?.
—Claro que me gusta, es muy … lindo—beso su mejilla.
—Es … es hora de irnos.
—¿Irnos? ¿A dónde vamos?.
—Es una sorpresa.
—Sin duda hoy estas más loco que de costumbre—rió.

Ambos subieron a la camioneta de Mort.
Y se pusieron en marcha, con un rumbo desconocido.