Capítulo 24: Volviendo al Ruedo

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En una oscura habitación se encontraba un hombre fumando, solo podia verse una pequeña luz del cigarro... pensativo miraba todo y a la vez la nada misma. De pronto tocan a la puerta. El no responde. Del otro lado se aclaran la voz.- Sasuke... estas despierto?... le pedi a Makoto que te dejara listo el almuerzo, ya me voy al trabajo.- Tampoco contestó. Al escuchar los pasos alejandose se levanto de la cama, se dirigio al baño para acearse y despabilar los enmarañados pensamiento.

Después de salir de la carcel, en la cual estuvo un mes gracias a su hermano y sus influencias, reflexiono un poco, pero no lo suficiente como para ponerse en vereda y tomar las riendas de su caotica vida. Entro a la ducha y mientras el agua mojaba su oscura melena tenia unos leves momentos en los que en episodios veía unos enormes ojos perla. Pensaba en Hinata. Pero todos los recuerdos que tenia los hacia ver como un verdadero monstruo. Pensaba en que momento de su vida se volvio tan miserable?... Debido a que o a quien el se comportaba de esa forma?.... « maldita sea.... porqué tengo que estar asi?» Pensaba y apretaba los dientes rabioso. Todo su cuerpo estaba tenso... Podia sentir los latidos de su corazon, era como si le martillara el pecho.

Cerraba los ojos y su mente se llenaba de imagenes de Hinata, parecia un proyector. Suspiró profundo y comenzo a sentir como su miembro se hinchaba y ponia duro. Pensar en ella lo excitaba mucho ya que si bien podia tener a cualquier mujer ninguna era como ella, no podian compararse a las emociones que su cuerpo probocaba en el. Comenzó a tocarse, imaginando que era ella, con su mano preciono fuerte la base de su pene y lo apretó, con sus dedos masajeaba sus testiculos para tener mas estímulo. Recordando las veces que la pudo tener bajo su cuerpo y sobre el mismo, sus gemidos y caricias pasionales donde no solo los dedos eran  los protagonistas sino tambien sus uñas, era una mujer salvaje a la hora del sexo, dominante y engreida. Pero sabia muy bien como hacerlo, una vez que entraban al cuarto ella era la reina, se cumplian sus caprichos y el estaba encantado de complacerla, aunque su humor duraba lo que la noche.

Esos recuerdos lo hicieron venirse varias veces en la ducha, estaba exausto. La transnochada y el exceso fisico que conlleva la masturbación lo fundieron. Se vistió y fue al comedor donde estaba Makoto, la ama de llaves de la casa Uchiha. Era una chica blanca casi transparente, sus ojos eran de un color plata y sus cabellos eran casi blancos. Su actitud era tranquila y sumisa, no era de hablar mucho, es mas solo la habia escuchado decir "Si y No Señor". Para referirse a el utilizaba "señorito" y eso el odiaba ya que no era un crío.

Almorzo y salio a dar un paseo, fue directo a la casa de un conocido suyo. Al llegar a la casa solo abre la puerta y entra, sube a la habiatacion y ahi estaba él con un par de mujeres en la cama.- maldita sea, vistete maldito degenerado!.- le dice a su amigo.- es mi casa y ando como se me plazca, ademas deviste avisar que vendrías.... no puedo estar pendiente de ti, no soy tu maldita puta.- le dice el hombre a Sasuke. Era un hombre alto con el cabello blanco pero era de piel morena.-pudrete Omoi! Eres un maldito sexopata... andas alzado como animal... me repugnas.- le dice Sasuke. El hombre solo tomo unas sabanas y salio del cuarto, encendio un cigarro y le hizo una seña a sasuke, el lo persiguió. - bueno... dime a que debo tu honrosa visita perra despiadada?? Acaso extrañas este cuerpo tan sabroso?.-dice a modo a broma, el Uchiha lo mira y sonrie.- eres un maldito perro! Maldito homosexual... locaaa.- se dan un habrazo fuerte, de todas las personas Omoi era el unico en el que confiaba, sabia mas cosas de el que su propio hermano.

Fueron a la cocina por unas cervezas y comenzaron a hablar, Omoi sabia que Sasuke estubo preso y a causa de quién. Conocía a Naruto por que su hermana gemela trabajaba en el bar.- no quiero hablar de esos temas, solo quiero volar un rato, ya sabes...- le dijo e inmediatamente Omoi supo a que se referia.- Ya no tengo de la buena pero conosco a un tipo que la vende, esa es excelente, si quieres te llevo alli.- la aftinencia lo estaba volviendo loco asi que iria donde sea por unas lineas de cocaina.

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