Al día siguiente cuando ya vino el psiquiatra por la mañana me dijo que debía de intentar restablecer mi vida. A lo que yo le dije que para el curso siguiente me iba a presentar a la universidad ya que como no había podido en este curso pues lo haría en el siguiente.
Estábamos en mayo y para septiembre ya podría ir a la universidad. Quería estudiar literatura para luego poder hacer las oposiciones y mientras fuese profesor podría en las tardes escribir ya que tenía una gran imaginación y adoraba todo aquello relacionado con el mundo de las palabras.
Para mí cada palabra quería decir algo más allá de su significado. Cobraban vida nada más salir de la boca de alguien. Era algo fascinante y a la vez hermoso.
Bueno, siempre me voy por las ramas, mientras esperaba a la llegada del comienzo de la universidad me dijo el psiquiatra que realizase vida normal lo mejor que pudiese y que a parte de verlo a él una vez a la semana que cualquier cosa que necesitase contactase con él.
Había que ver la forma en que podían hablar unas personas... era como si las palabras le saliesen desde lo más profundo de su alma y ya podía decirte un simple "hola" que iba a sonar diferente a todos los demás "holas" del mundo. Por ello digo que las palabras están vivas porque surgen de manera diferente y espontánea según el portador.
Al fin me dieron el alta e iba a volver a casa con mis padres.
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Sentimientos de una suicida
Ficção AdolescenteSólo yo sabía lo que sentía... y no lo vi. Ella murió, ¿se suicidó? No, sólo yo sé que no. Pero su vacío me llena de soledad. ¿Quién soy yo sin ella? Si sólo supiera que pasó... por qué sonreía cuando en verdad estaba vacía. ¿Quién soy yo ahora?