A estas alturas de la vida pensaba que qué lógica tenía escribir un diario. Con 30 años que tenía nadie pensaba que eso fuera coherente, y por ello era algo de lo que me avergonzaba decir, pues parecía algo estúpido e innecesario pero para mí no lo era. Sobre todo después de que a los 22 años leyera el diario de Aylin. Descubrí muchos secretos pero hasta pasados los ocho años no me atreví a leerlo. Era estúpido pues ella estaba muerta y yo pensaba que no nos ocultábamos nada pero me equivocaba. Y diez años después de su muerte seguía sin encontrar la esperanza de volver a ser quien fui.
Hoy, día 30 de Junio de 2020 empecé a descubrir los mayores secretos de mi hermana.
Mis padres no querían leerlo pues para ellos la vida de mi hermana les había costado el sentido común. Mi padre acabó yendo de putas, de cama en cama mientras que mi madre se confinó en su casa y apenas salía nada más que para lo necesario. De vez en cuando se encendía la luz en su cabeza y viajaba en taxi para visitarme a mi nuevo hogar. Ella no había apenas cambiado, sólo parecía tener diez años más de los que tenía pero no le podía culpar de nada pues ella había sido mi apoyo durante mucho tiempo.
Sin embargo, con mi padre apenas intercambiaba dos palabras pues se había vuelto un adicto al sexo y al alcohol y la verdad que sus conversaciones eran bastante breves pues su cabeza no le daba para más.
Yendo al tema del diario debo decir... que este es mi propio diario y que lo que leéis aquí es un secreto para los que me conocen. Hipotéticamente claro, no sabrán si existo o no o si esta historia es real o sólo fruto de una imaginación alterna a la mía.
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5 de Marzo de 2008
Soy una suicida, empecé a escribir aquí porque me siento sola, y aunque mi hermano gemelo esté siempre conmigo, él no entendería mi forma de vivir ahora. Me planteo el suicidio como salida pero él es demasiado importante como para que alguien como yo le rompa el alma. Tengo 18 años y ahora voy a dejar escritas todas las palabras que no pude expresar en voz alta.
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Por un momento dejé de leer... todo era muy fuerte y nuevo para mí. Me preguntaba por qué fui tan estúpido como para que a los diez años de su muerte me leyera yo su diario... ¿es que era masoquista o algo así? No lo sé, pero romperme el corazón al leer esto seguro que lo hacía. No debía de buscar el reencuentro con mi hermana, no debía de leer lo que ella escribió. Pero era lo único que me quedaba de ella y quería saberlo todo pues desde la distancia la seguía amando
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Sentimientos de una suicida
Teen FictionSólo yo sabía lo que sentía... y no lo vi. Ella murió, ¿se suicidó? No, sólo yo sé que no. Pero su vacío me llena de soledad. ¿Quién soy yo sin ella? Si sólo supiera que pasó... por qué sonreía cuando en verdad estaba vacía. ¿Quién soy yo ahora?
