~ Capítulo 10 ~

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Abro la puerta de mi apartamento con el corazón aún acelerado y me apoyo tras ella. No me creo lo que acaba de pasar, ni lo que mis oídos acaban de escuchar. ¿De verdad Josh se ha fijado en mi?. ¿Puede ser posible que tras rechazar chicas tan guapas como la amiga de Tanya, se haya fijado de verdad en mi?. Puestos mis antecedentes sobre la mesa la verdad parece mentira. Pero debería creerle, me ha mirado sinceramente a los ojos cuando hablaba y otra persona más, en este caso Rosy me ha dicho que actúa diferente conmigo. 

Decido darme una ducha para aclarar mis ideas y bajar un poco los efectos del alcohol y, cuando estoy delante del espejo para desmaquillarme me detengo para verme. No veo un ogro, pero tampoco veo nada demasiado llamativo como para que Josh se haya fijado en mi y no en otras mucho mejores. No puedo evitar pensar que miente, que solo pretende lo que el resto. Miro mis ojos y son de un color muy común, hay millones de personas en el mundo con ojos color miel. No soy extremadamente guapa ni tengo unas curvas de infarto y ni siquiera soy demasiado graciosa. Necesito dejar de pensar y relajarme, así que pongo el agua a calentar y entro debajo de la cascada templada de agua. Tras unos quince minutos debajo de ella ya estoy más serena; me pongo el pijama y me siento en el sofá.

Intento reflexionar fríamente y desde un punto de vista más objetivo cada palabra de Josh pero se me hace imposible. Tras tantas noches apareciendo en mis sueños, tras haber roto mi independencia -al menos la mental-, escuchar eso ha sido como una bomba para mi corazón. Quizá me estrelle contra la pared y no haya valido de nada todo éste tiempo defendiéndome del amor y de los tíos ya que él puede derrumbarlo todo en un segundo; pero no tengo otro remedio que dejarme caer en la tentación. Ya está aquí, ya se ha colado dentro de mí y no he podido evitarlo así que, ¿por qué debería torturarnos finjiendo que no puedo perdonarle?. Busco rencor en mí pero no lo encuentro, mi cerebro no encuentra ni una sola excusa que ponerle a mi corazón para alejarnos de él. Y así paso toda la noche, sumida en una batalla cabeza-corazón tan grande que ni el café puede solventarla. 

Despierto a las diez tras haber dormido un par de horas cuando el cansancio venció a mis pensamientos. Me tomo el quinto café desde que llegué al apartamento anoche y vuelvo a hacerme la misma pregunta que antes de quedarme dormida: 

<< ¿Le llamo?. ¿Pareceré desesperada si le llamo y solo han pasado unas horas?>>.

Antes de resolver mi pregunta mental mis dedos ya han abierto la aplicación de mensajería y están escribiendo solos:

"¿Te apetece venir luego a comer  'amigo'?" 

A la espera de respuesta viéndolo en línea el corazón se me sale por la boca. No sé por qué me ha parecido buena idea bromear con lo de que debería volver a hablarle yo si quería seguir siendo su amiga, igual se lo toma a mal. Cuando la pantalla cambia a escribiendo.. parece que me voy a desmayar, hasta que por fin leo:

"Que alegría que me escribas, morena. ¿A qué hora te viene bien?"

Normalmente lo odiaría, pero me encanta que me llame morena. 

"Te espero sobre las dos."

"Allí nos vemos. Besos"

Paso el resto de la mañana recogiendo cosas como loca y dejándolo todo en orden. ¿Qué por qué?. No lo sé. Al fin y al cabo seguro que en la fraternidad está todo patas arriba y él estará acostumbrado, pero estoy muy nerviosa y necesito descargar energía en algo. ¿De dónde he sacado la lúcida idea de invitarlo a casa?, si podríamos haber ido a cualquier otro sitio, ésta ciudad es enorme. En fin, lo hecho hecho está, ya no puedo echarme atrás. Faltan quince minutos para las dos y seguramente estará a punto de llegar.

Abro la puerta cuando el timbre suena y al oir llegar el ascensor me doy cuenta de que está pasando y es inminente: el atractivísimo Josh va a invadir el sitio en el que me siento más segura, y no sé por donde puede explotar esta bomba.

No Te Enamores De Mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora