Capítulo III
U.N.I Enero 2016, Nicole Wallace
And I said that’s fine, but you’re
the only one that knows I lied…
Mis zapatos chocaban con las pequeñas piedras del suelo, el impulso era prácticamente imperceptible. Siempre había amado columpiarme, sentir el aire rozando mi piel, mi rostro, haciendo que el cabello vuele libremente en distintas direcciones por el aire y luego vuelva a su lugar.
Un pequeño suspiro salió de entre mis labios, odiaba ese sentimiento de soledad que volvía a invadirme, esa mezcla de emociones que sólo generaba ganas de desaparecer. Pero no, me había prometido no volverlo a hacer, miro el pañuelo azul que rodeaba mi muñeca, era lo último que había quedado de él, de Jace, mi mejor amigo. Cerré mis ojos dejando que los recuerdos atormentaran mi mente. Recordarlo causaba dolor, mucho dolor. Había sido la persona más importante en mi vida, pero se había ido.
Medio año atrás. Si tuviera una máquina del tiempo eso sería lo que haría, volver seis malditos meses atrás.
Era una noche lluviosa, donde el cielo se descargaba furiosamente. Jace era mi mejor amigo desde que tenía memoria. Esa tarde de julio había ido a casa, el día anterior habíamos tenido una tonta pelea que nos había hecho pronunciar palabras poco ciertas siendo presas del enojo del momento. Pero como cada una de nuestras peleas, luego de una larga charla, nuestro estado de hermandad volvía a estar intacto, repleto de sonrisas y promesas a futuro por cumplir.
Ese día había tenido un mal presentimiento, sentía que algo sucedería en esa noche sin estrellas. El temor llegó a ser tal que me decidí por contárselo a Jace y le pedí que se quedara hasta que el clima volviera a brillar. Pero él contestó con una sonrisa burlona y dándome uno de sus tiernos besos en la frente se dispuso a marcharse en su motocicleta negra prometiendo que me llamaría cuando llegue y que al día siguiente veríamos una de mis películas favoritas juntos.
Luego de regalarme su última sonrisa de dientes perfectamente blancos y con su cabello húmedo por causa de la lluvia emprendió el regreso a su casa.
Lo dejé ir, sabía que era prácticamente imposible discutir sobre ello. Lo seguí con mi mirada hasta que se perdió al doblar en la esquila, sin pensar que sería la última vez que lo vería.
Si tengo que ser sincera, siempre había sentido una gran atracción por el castaño, pero siempre intentaba ocultarla, éramos completamente diferentes. A lo mejor eso era lo que me atraía. Era algo extraño, pero todos decían que terminaríamos juntos aunque ninguno era lo suficientemente valiente como para aceptarlo y sentar cabeza. Vaya final. De todas formas, siempre me limitaba a negarlo rotundamente y en mi interior decía que Dios había hecho otra como yo para amarlo mejor de lo que yo podía.
Dos horas más tarde mi celular sonaría dándome la peor noticia que alguien podría darme. Después de que Jace se alejara del alcance de mi vista había acelerado para llegar a su hogar sin notar que un auto rojo circulaba a toda velocidad por una calle oscura y los frenos en el empapado pavimento no funcionarían correctamente.
Al escuchar a la mujer al otro lado de la línea entre en shock. Me había dejado, para siempre.
Sólo el hacerme la idea de que ya no estaría cerca mío, que ya no compartiríamos una sonrisa, una caricia, que no crearíamos nuevos momentos ni recuerdos, me sentí romper por dentro. Me sentí vacía, perdida, pero por sobre todo culpable. Culpable por la estúpida pelea, por haberlo dejado ir a su casa sin insistir al menos una vez más en que se quede hasta que la tormenta pasara, culpable porque eso haya sucedido, por no estar en su lugar.
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Help you, help me {+} One Direction
Teen FictionDistintos caminos, diversas realidades. Vidas difíciles que buscan salidas fáciles. Es así cómo la vida nos pasa? Sólo es esto? Nunca has querido que todo se calme y sencillamente desaparecer? Los problemas comienzan a atosigarnos hasta dejarnos pr...