Capítulo XV 'My Little Bird' Junio 2018, Zayn Malik.

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Capítulo XV

‘My Little Bird’                                                                      Junio 2018, Zayn Malik.

                                                                                         But if I kissed you,
                                                                             will your mouth read this truth?

Un hermoso días comienza dando la esperanza de que algo bueno sucedería, o al menos el positivismo últimamente estaba en mí.
 Las calles lentamente se iban poblando, el empezar del verano pone feliz a todos, incluso en la mañana de un domingo.
 A lo que a mí respecta, mi vida ha dado un gran giro, al fin las cosas parecen ir bien conmigo, y eso se lo debo, en gran parte, a la hermosa chica con la que tengo el placer de compartir esta soleada mañana, recorriendo las calles tomados de la mano, sonriendo a este nuevo día.

Hoy es nuestro segundo aniversario juntos, ¿increíble, no? Aún recuerdo aquel triste día en el que nuestras vidas se cruzaron por primera vez en esa remota plaza. Tus ojos apagados e idos, tu sonrisa fingida con aires perdidos. Todos esos gestos habían hecho que mi lado protector salga a la luz, sentía que debía ayudarte, tenía que hacerlo.
 Jamás podré olvidar la sensación especial que experimenté al abrazarte aquella noche, me había sentido completo, como hacía tiempo no me sentía. Y en aquel momento me prometí que te cuidaría y ayudaría a salir de esos oscuros y tormentosos recuerdos que no te dejaban seguir, sin darme cuenta, que tú me ayudarías a mí, que me sacarías de esa oscuras tinieblas en las que mi vida estaba envuelta, para enamorarme cada día más, haciéndome encontrar la salida, llenando mis días de luz.   

Sin darnos cuenta ya habíamos llegado a mi hogar, tan rápido pasa el tiempo cuando estoy a tu lado. Abro la puerta y te invito a tomar un té, a lo que asientes con una hermosa sonrisa, la cual me deja embobado y pedido, como siempre. 
 La mañana es cálida y estos días hay que aprovecharlos ya que no siempre contamos con ellos, por lo que decidimos pasar lo que resta de la mañana en el jardín. Contigo vuelvo a ser el pequeño que llevo dentro, corriendo por todos lados como dos niños, disfrutando del momento, llevándolo al límite, mientras sonreímos. Tu corres, yo te sigo hasta atraparte por la cintura y así comenzar una guerra de cosquillas, riéndonos hasta que el estómago llega a doler y sin querer me pierdo otra vez en tus hipnotizantes ojos verdes que me atraen a ti como un imán, hasta que finalmente llego a tus labios y los beso con todo el amor que puedo, jamás me cansaría de ello, amaba tú sabor a fresas.
  Al separarnos nos recostamos juntos debajo del roble a disfrutar de nuestra compañía en un cómodo silencio, hablando sólo cuando es necesario. Buscándole extrañas formas a las pocas nubes que pasaban invertimos nuestro tiempo, inventando historias. Sin embargo algo me hace perder el juego, un pequeño pajarito pasó volando, sonreí inconscientemente, volviendo a dos años atrás.


Era una mañana muy similar, habíamos ido a desayunar juntos para luego ir a encontrarnos con los chicos, pero antes, habíamos querido dar un paseo matutino, cuando de repente te detienes y arrodillas repentinamente, tomando algo del suelo. Al acercarme y poniéndome a tu misma altura puedo ver que un diminuto pájaro reposa en tu palma.

-¿Si llevamos este pajarito a casa con su patita rota? Podríamos cuidarlo.

Me dijiste con una cautivante sonrisa de nena tierna a la que no pude negarme. Era y es mi gran debilidad.
 Nos encontrábamos a unos pocos metros de mi casa, por lo que una vez dentro, buscamos entre mis cosas una pequeña  caja y un trozo de tela para poder construir un hogar provisorio para nuestro pequeño amiguito.
 Tu dedicación y ternura al cuidarlo me llenaban el alma, me enternecía. Las horas del día pasaban y seguíamos al cuidado del pequeño individuo que se había sumado a nosotros.
 A medida que la noche caía podía notar el cansancio en tus lindos ojos y yo me preguntaba si te recostarías a mi lado y me dejarías abrazarte.
 Te invité  a quedarte, miraríamos una película y hablaríamos de cualquier cosa sin sentido, como siempre hacíamos. En primer momento dudaste, pero al ver a la pequeña ave allí, reposando, aceptaste, y así sucedió.

La película iba en la mitad, yo veía tu rostro descansar en mi pecho, mientras tus ojos estaban fijos en el televisor. En ese momento mi interior era una lucha de pensamientos. Unos inmensos impulsos por besarte me invadían pero ¿tus labios leerían mi verdad? ¿Sabrían que estaba enamorado de ti? Tenía miedo de confesarme ¿qué si no sentías lo mismo? Perdería tu amistad y eso no podría soportarlo.
 Pero todo pensamiento lógico se escapó de mi cuando alejaste la vista de la película para mirarme. Toda voluntad se esfumó,  te miré a los ojos, pidiendo permiso, para luego cerrarlos y acortar la distancia que nos separaba. Esa fue la primera vez que probé tus labios, haciendo que un sinfín de emociones surjan en mis adentros. Se sentía bien. Inconscientemente sonreí en mitad del beso, había llegado la hora de contar todo lo que sentía, ya no había vuelta atrás.
 Lentamente nos fuimos separando y al hacerlo pude notar un brillo nuevo en tus ojos, pero a su vez muchas dudas y temores, pidiendo explicaciones que yo debía dar.
 Esa noche fue testigo de todos mis sentimientos, te abrí mi corazón, dejando que todo salga de allí. Contándote como me sentía desde el primer día en que te vi. Al terminar me sentía libre pero con miedo, creía que te había perdido, estabas muy callada.
 Yo había comenzado a hablar otra vez, iba a decirte que olvidaras todo, que al menos me dejaras ser tu amigo, cuando de repente juntaste tus labios con los míos otra vez, marcando el comienzo de algo nuevo. A lo mejor nos habíamos mojado los pies demasiado deprisa y luego lo lamentaríamos. Sin embargo no fue así, al fin me sentía completo. Los minutos seguían corriendo y yo me sentía el chico más feliz del mundo.
 Tus ojitos se iban cerrando, pero te mantenías fuerte, no querías dormirte por miedo a que algo sucediera con nuestro pequeño pajarito.
 Yo prometí cuidarlo, no podía seguir viéndote tan cansada y ya era tarde. Por lo que te abracé mientras que recostabas la cabeza en mi pecho, dejando que Morfeo te lleve en sus brazos. Miré al pajarito y seguía allí, luchando por volver a ser el de antes, por crecer. Y luego te vi a ti, tan hermosa e inocente, durmiendo en mis brazos, con tus bonitos ojos verdes cerrados. Corrí unos mechones de cabello rubio que obstruían mi vista, no podía quererte tanto.
 Y con tan hermosa imagen, mis ojos se fueron yendo, acompañándote, partiendo a tu encuentro, también acompañado de Morfeo.

Horas después algo fuera de lo normal sentí en mi hombro, lo que me hizo despertar rápidamente para hacerme caer en la peor de las realidades. Te había hecho llorar cuando dejé al pobre pajarito con su pierna rota irse, abandonándonos.

~

Me sentí tan mal esa noche, sólo podía abrazarte y pedirte disculpas una y mil veces, a lo que respondías que no era mi culpa, que estaba muy lastimado y debía morir.
 De repente mis pensamientos de aquel día se van rápidamente y son reemplazados por el presente al sentir tus labios presionar mi mejilla seguido de una reconfortable caricia para luego escuchar el hermoso sonido de tu risita en mi cuello.  En este momento puedo declararme plenamente feliz. Los malos y oscuros momentos que alguna vez viví en las calles habían quedado como una desdibujada sombra del pasado.
 No podía pedirle más a la vida, mi madre junto a mis hermanas habían podido establecerse en Londres, conmigo. Nuevos  amigos habían llegado a mi vida en el más triste de los momentos para ayudar a superarlos y mostrarme que hay algo bueno detrás de tanta oscuridad y neblina. Y por último, pero no menos importante,  mi hermosa Nicki, quien me demostró que con el amor todo se puede, hasta lo más difícil se hace más sencillo con una sonrisa. Ellos me salvaron, me volvieron a la vida y  alegría, me ayudaron a confiar en mí y no temerle al cariño. Y todo se lo debo a ellos y a mi pequeño pajarito. 

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1000 visitas... Wow, quién lo diría? Es increíble, no me alcanzan las palabras para agradecerlo. Cuando empecé a escribirla ni siquiera pensaba en publicarla, es todo muy loco. Primero que nada, me gustaría agradecerle a cada persona que se tomó el tiempo de leer los capítulos, realmente lo agradezco. Sé que no "interactúo" como debería, pero sepan que realmente lo valoro. Estas visitas me dieron a entender que más gente de la que creía está leyendo esto y me gustaría saber que piensan. A lo mejor no les gusta comentar aquí, no tienen cuenta o simplemente no quieren, pero verdaderamente apreciaría que me digan que les parece. Si no es acá, pueden hacerlo por twitter (@dontlikespoons), o por dm. Sólo quedan tres capítulos más y dejaré de molestar jajaja, repito, infinitas gracias, 

Nos leemos pronto! 
Mili. 

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