|Diez|

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Ver el sol saliendo mientras la brisa acaricia tu pelo

...

Hoseok despierta y se sorprende al ver que yace solo en la cama, se siente vacío. Recuerda todo lo que sucedió anoche, y un miedo en su pecho se hace presente ¿y si Suni le había enviado un mensaje y SiYeon lo había leído? Con algo de desesperación se sienta en la cama y busca su teléfono celular en las dos mesas pequeñas de luz, pero no está ahí, no está en ninguna de las dos. Una mueca se asoma a sus labios y recuerda que anoche dejó su teléfono en la mesa del living al tomar a SiYeon en brazos.

Una pregunta recorre sus pensamientos, ocupando toda su mente; ¿dónde estaba SiYeon?

Con preocupación sale de la habitación bajando las escaleras de dos en dos, una vez que llega al corto pasillo se dirige a la cocina, tampoco está ahí, va hacía el comedor y lo único que vé es una taza y cuchara lavados que esperaban terminar de secarse, pero ella no estaba allí, camina hacía el living pero se encuentra en la misma situación, ella no esta ahí, pero algo capta su atención, su teléfono yace allí.

Lo toma y lo desbloquea con una rapidez y facilidad impresionante.

Tiene mensajes y uno de ellos es el de SiYeon, entra a su chat y lee.

Extrañaba a mis padres y fui a verlos, no quise despertarte porque te veías muy tierno durmiendo, amor.
Llegaré en la noche, avísame si quieres que lleve ramen :)

Lee y se tranquiliza dejándose caer en el sofá. Suspira pausadamente llevando su cabeza hacía atrás.
En segundos se da cuenta que sigue con la misma ropa de ayer y que aún no se había bañado ni cepillado sus dientes.

Llevó su teléfono hasta la mesita de luz del lado de su cama y se adentró al baño, tomó una ducha larga de quince minutos y luego cepillo sus dientes. Enrollo en su cintura la toalla, y una pequeña la dejó en sus hombros.
Mientras se bañaba había pensando en Suni, y ¿por qué no? También en SiYeon, en él, en todo.

Estaba tan estresado por sus pensamientos que aún mojado y con la toallas en su cintura y hombros se tiró a la cama. Descansó unos segundos y escuchó como su teléfono vibro, lo tomó y se sorprendió al ver el emisor de éste.

¿Podemos vernos hoy?
¿Ya le has dicho? Necesito verte.

Sí y no.

Suspira.

Sí, estoy libre, ¿a dónde y a que hora?.

Sí, estaba consciente de que no había respondido la segunda pregunta, pero lo único que le interesaba era arreglar los problemas.

En quince minutos, en el pequeño restaurante en el que siempre almorzamos.

¿Ahí, en serio ahí, Choi Suni?

Hoseok se imaginaba miles de situaciones, en donde una de ellas era un sí positivo y alegre, y otro un rotundo no, con sabor a molestia, tristeza y decepción.
Esperaba de todo, pero aún así no se sentía preparado para ninguno de los dos.

Se levantó con pesadez y se dirigió a su armario dispuesto a cambiarse.

(...)

Hoseok entró en el pequeño restaurante y miró a todas las mesas ocupadas y chocó con una mirada, con la mirada de Suni.

Sin expresión, pero por dentro con miles de tormentos de emosiones, se acercó a Suni y se sentó frente a ella.

— ¿Qué ordenaras?. —Le pregunta sonando tranquila, una tranquilidad que al pelinegro se le hacía inquietante. Le extiende el libreto con las comidas y la acepta gustoso, no había desayunado por lo que su estomago quería y pedía ser alimentado cuanto antes.

Piden la comida y almuerzan en silencio, un silencio incómodo, tal vez no lo era para Suni, pero sí para él.

— Suni... —Llama su atención con éxito Hoseok—. Yo....

— Sí. —Interrumpe ella. El pelinegro la mira confundido, ¿sí qué, sí te amo, sí todo se acaba aquí? ¿¡sí qué!?—. Estoy dispuesta a ser tu amante el tiempo que necesites si eso significa un nosotros, pero... se lo dirás, le dirás todo conmigo o sin mi.

Hoseok se queda sin habla.

— Me dije a mi misma que no interrumpiria en una relación, ni mucho menos en una pareja comprometida a punto de casarse. Me quejé de mi misma, porqué sabía que estaba mal, pero... si estoy bien contigo estando mal lo nuestro, me da igual todo lo demás. —Acaricia su mano y le sonríe de costado—. Estoy dispuesta a todo contigo Hoseok, a todo, pero si eso significa un nosotros juntos y felices, sin nadie de por medio. Hoseok entiende que se refiere a SiYeon, y lo comprende bien, demasiado bien.

Le gustó la respuesta, pero sobre todo se sorprendió. Mentía si dijese que no se sentía bien, pero aún había una mujer más, una mujer que lo esperaría en cada cuando él llegase.

Esto es tan doloroso, se dice así mismo. Y sí, lo es, y a pesar de todo quiere seguir.

(...)

Después del almuerzo y una caminata larga por el parque, ambos se dirigieron al coche del pelinegro, dispuestos a irse, él la llevaría a casa y luego iría a la suya. Antes de abandonar el pequeño restaurante Hoseok le había respondido a SiYeon que con muchas ansias esperaba el ramen.

— Hemos llegado. —Dice Hoseok estacionado el coche en el cordón, frente a la casa de Suni. En todo el camino ninguno habló, tal vez porque ya habían conversado toda la tarde o porque ninguna sabía que decir.

— Sí. —Suspira y mira a Hoseok con una sonrisa—. Bien, me iré y supongo que nos vemos mañana... —Aparta su mirada para concentrarla en el cinturón y desabrocharlo, una vez que termina ve a Hoseok muy cerca de ella con los ojos cerrados, frunce el ceño y lleva su dedo anular a los labios rosados del pelinegro, él con confusión al no sentir los labios de la contraria y sentir algo muy diferente a ello, abre sus ojos, mira el dedo y luego a ella—. Dije que sería tu amante, pero no con acciones Hoseok. —Dice alejando su dedo, sí, la noche anterior ella había sido quién lo había besado pero en su defensa ella no sabía que el pelinegro estaba comprometido.— Seré tu amante sentimentalmente. —Con una sonrisa besa la mejilla del mayor y se baja del coche caminando hacía su casa para luego entrar.

Hoseok analiza sus palabras intentando comprender puesto a que su cerebro trabajaba muy lento al estar confundido y con millones de pensamientos más, deja escapar un sonrisa moviendo su cabeza y luego centra su atención al camino.
Iría a casa cuando SiYeon ya estuviese en ella, por mientras iría al muelle que tanto le gustaba de pequeño. En el que se divertía cuando era un niño pequeño y en el que ahora siendo adulto iba allí para pensar y descargar sus emociones.














Perfect ❁ wonho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora