|Doce|

359 52 9
                                    


Abre tus hermosos ojos y mírame mientras entro en ti. 


...


¿Ya lo sabe?



Suni pregunta lo que la ha estado carcomiendola estos tres días, se preguntaba si ella ya sabía todo... quería saberlo, y Hoseok en esos tres días no le había enviado ningún mensaje informándole, intento ser paciente y tres días fue lo que pudo resistir.



Sí, lo sabe. 


¿Por qué no me avisaste? 


Lo que Suni no sabía es que, a pesar de que hace tres días atrás Hoseok le había confesado todo, no la dejó ir. Su corazón no se lo permitió, fue a último momento cuando le dijo que se quedase, cuando la pelinegra estaba a punto de irse por aquella puerta y no volver más, pero no quería que todo terminará de ese modo... algo se lo impedía. 


  — ¿Por qué?. —Pregunta SiYeon con su maleta en la mano, lo mira extravagante, busca una respuesta lo antes posibles.


— No lo sé, no quiero que te vayas de ese modo. —Musita él inhalando lentamente el aire.


  — No sigas Hoseok, me haces más daño. —Respondió la menor con dolor en sus palabras. Quería pensar que lo hacía por arrepentimiento, que a pesar de su pasado la elegía a ella, que no quería que se apartase de su vida, que fuese su mujer, pero por más que quisiese aquello sabía que no sucedería, que esa no era la razón del porque le pedía que se quedase allí con él— Déjame ir...  —Susurró. 



Déjame ir como yo lo hice contigo. 



— Quédate hasta que encuentres un departamento en el cuál alojarte. 


Es una completa excusa, Hoseok lo sabe, no quiere que se vaya a la casa de sus padres ni tampoco a la de alguna amiga cercana a ella, no quiere que camine a solas en la oscuridad de la noche. Pero.. principalmente no quiere dejarla ir porque no se encuentra bien, porque la necesita, porque la quiere ahí con él.

Aunque, él solo quiere creer que lo hace por una buena acción.

Ella parece pensarlo, se reprocha así misma que no, que debe irse de allí, pero no puede negarse, aún le ama, le es difícil.


— Puedo ir a la casa de mis padres, lo sabes. —Le responde tras pensarlo un largo periodo de tiempo: unos cuantos minutos. 


  — Insisto, esta también fue tu casa.  


Exactamente, lo fue. Pero ya no le pertenece, ni siquiera aquel ramo de flores rojas falsas que están en el florero azul. 


Perfect ❁ wonho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora