Después de todo el día pintando y atendiendo clientes me marché a casa resoplando y estirando mi espalda sentada sobre el taburete de madera. Eran las ocho de la tarde, pero al ser verano, aún estaba el sol fuera, aunque la humedad hacía parecer que estábamos más bien en otoño.
Mi espalda crujió y yo no pude evitar soltar un quejido antes de levantarme para enjuagar los pinceles y guardarlo todo en la maleta. Mañana tenía trabajo extra que hacer y tenía que tenerlo todo listo sin demora. Tomé el abrigo del perchero del hall de la galería y las llaves del edificio.
Mi casa estaba solo a 15 minutos andando, pero al estar cargada de maletas, opté por pedir un taxi. En esta ocasión, no me reconocieron, por lo que pude ir tranquila todo el trayecto sin necesidad de cubrirme discretamente la cara. Y daba gracias a ello porque no estaba de ánimos para atender a un fan histérico; realmente estaba exhausta.
No tardamos en llegar y salí con un suspiro de alivio del coche. Tras pagar, me deslicé lentamente en dirección a la entrada de la que iba a ser mi nueva casa.
La casa era espaciosa y cercana a un bosque; era un sitio perfecto para una artista. El olor a las flores y el viento cálido de una tarde de verano, se colaba por mis fosas nasales y relajaban mis entumecidos hombros, doloridos de tanto pintar. Aunque la humedad hacía de las suyas con mi pelo, así que tuve que rehacerme el moño improvisado que había durado todo un día sin problemas.
Dejé las maletas en la entrada y me apresuré a ponerme cómoda antes de comenzar a organizar mi ropa y pertenencias. Realmente necesitaba unas zapatillas mullidas y algo menos ceñido que mis pantalones de tiro alto.
Aunque era realista y no podría organizarlo todo después de un día lleno de trabajo, mudanzas y planear el futuro de mi estudio. Tenía también pendiente el duro proceso de adaptación y el conocer a la comunidad de gente que vivía aquí.
Pero todo poco a poco iría a su lugar.
Me quité los zapatos en la entrada disponiéndome a preparar un baño. Opté por pedir comida a domicilio, ya que, con el lío, no pude ir a hacer la compra. Las aguas calmantes unidas a la esencia que había vertido en ellas, hacía que mi estrés y mis preocupaciones se disiparan por fin después de varias horas de viaje y el peso de las maletas que tuve que cargar desde Bulgaria.
Mientras que estaba en la bañera, encargué varios platos de pasta junto con una caja de patatas fritas y un refresco de naranja. Me iba a saltar la dieta por todo lo alto, pero en esta noche era necesario.
El repartidor me indicó que tardaría solo 30 minutos, por lo que me daba tiempo a colocar parte mi ropa y poner la mesa. Arrastré una de las maletas a mi nuevo dormitorio, mirando las estanterías vacías y abriendo todos los armarios y cajones para comenzar a hacerme esquemas mentales sobre cómo organizarlo todo.
Mi dormitorio era espacioso y con grandes ventanales los cuales eran perfectos para aprovechar toda la luz del día. Una enorme mesa de caoba se encontraba de cara a la pared; era ideal para dibujar bocetos en papel o bien para también colocar mis cientos de maletines llenos de material de trabajo.
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Touch My Soul (Is It Love?Peter)[TERMINADA]
FanfictionEN EDICIÓN, LA VERSIÓN FINAL ES LA QUE SE PONDRÁ A LA VENTA EN AMAZON. A veces la vida da tantas vueltas que te mareas y no sabes donde caíste y el destino tan caprichoso que nunca sabes dónde vas a parar. Me llamo Alice Morgan, soy pintora de alm...