35. Esto no me lo esperaba

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POV Emily

Sábado, 16 de diciembre, 04:12 am.

¿Cómo rayos hemos acabado ya el primer trimestre?

¿Cómo rayos estoy despierta a esta hora?

¿¡Y cómo rayos es ya mi cumpleaños!?

<<¡Felices 17, Margaret!>>

Ojalá sean felices porque por ahora no llevo unas muy felices 4 horas y 12 minutos.

Llorar, eso es lo único que he estado haciendo desde las 00:00.

No, no es por Nicky y Riley, ellas vendrán en unos días junto a Cole para irnos a Alaska, de hecho, finalmente todos iremos, incluso Emma, a la cual su tía convenció después de presentarle a su "amigo especial".

Desgraciadamente, mi cumpleaños y las navidades solo me traen recuerdos dolorosos que me dan ganas de llorar.

Siento mi ojos y garganta secos así que decido ir a la cocina para beber agua y enjuagarme la cara.

Bajo las escaleras silenciosamente y al pasar por la cocina me encuentro de frente con mi madre, que llora con mi tía consolándola.

<<Que oportuna eres>>

-Feliz cumpleaños, hija.- viene a abrazarme y cuando llega un poco más cerca, ve mi rostro. -Ey, ¿qué te pasa?

-Lo mismo me pregunto.- su cara está mojada y sus ojos rojos tal y como los míos.

-No es nada de lo que debas preocuparte, es solo que me he puesto algo nostálgica al ver el álbum de fotos, nunca olvidaré vuestros primeros cumpleaños, tan adorables con las coronitas y la tarta de dibujos.- río al recordarlo. -Ahora dime por qué esa cara.

-Yo iré a dormir que ya es tarde, buenas noches, queridas.- tía Katy se va rápidamente y mi madre vuelve su acusadora mirada a mí. Yo cojo una botella de agua y me siento donde estaba mi madrina.

-Sabes lo que pasó el año pasado este mismo día, es imposible estar feliz al recordarlo.- bajo la vista y mi madre me abraza a lo que la correspondo.

-Sé que es duro para ti, a mí también me duele pero debes estar contenta, sabes que no le gustaba que llores.- la miro a los ojos indignada.

-¡No hables en pasado!

-Hija...- la interrumpo.

-No mamá, hija nada. Me siento muy mal respecto a lo que pasó, y que tú hables en pasado respecto a esa persona no me ayuda, me duele aún más. Sé que quieres que esté feliz, a mí también me gustaría estarlo, pero la realidad es que no puedo, lo siento pero pasaré este día en mi cuarto, buenas noches.- me levanto cogiendo la botella dispuesta a irme, pero me detiene.

-Emily eres joven, tienes que disfrutar, no puedes pasarte tu cumpleaños llorando porque esto se pasará, y un día cuando cumplas 30 y pienses en tus últimos años de adolescencia te verás a ti llorando y te lamentarás.

-Pues lo siento por ti y por mi yo futura, pero no tengo ganas de celebrar nada.- y esta vez si deja que me vaya.

Subo a mi cuarto donde me tumbo de nuevo en mi cama para seguir mirando fotos antiguas mientras lloro, y cuando menos me doy cuenta, de tanto llorar, me quedo dormida.

***

En mis sueños se cuela el sonido de la puerta abriéndose y la luz entrando en mi habitación, por lo que me giro soltando un leve gruñido.

Seguidamente, el peso de alguien sentándose en mi cama hunde un poco el colchón haciendo que suelte otro gruñido mientras me cubro con las mantas.

Gracias a una mudanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora