Capítulo 8

2K 237 64
                                    

-Yo... No se si pueda hacer eso...

-Tabitha, si vas a ser una Storm tienes que comenzar a comportarte como tal. -Habló severamente Gabriel y me encogí en mi puesto. Rápidamente Ibrahim lo tomó del hombro y lo giró para que le viera.

-¿Estás loco? Ella no es como nosotros aún Gabo, hazme el favor. No pretendas convertirla en lo mismo que tú eres. 

-Exacto, aún no es como nosotros ¿Y que esperaremos? Todos nosotros tuvimos que hacer cosas para ser lo que somos ahora y ella no es la excepción. Ayer le dijimos que no sería tomada como una niña, pero miren como la tratan ahora. -Él estaba molesto y la verdad yo no sabía exactamente la razón de su molestia. 

-¡Basta! ¿Por qué hablan de mi como si yo no estuviera? -Intervine. -Dije que sería una Storm y... -Respiré profundo. -Lo haré. 

Richard sonrió levemente y le hizo señas al mismísimo Gabriel. 

-Perfecto, entonces hazlo hoy mismo. Ibrahim y Gabriel estarán contigo. -Richard se levantó de su asiento y se fue. Todos miraban a Gabriel con mala cara, pero a este parecía no importarle. 

-Bien, busquemos a una niña cualquiera y empecemos. 

.

.

.

-¿Que se supone que es este lugar? 

Estábamos en una especie de local horrible pero muy concurrido. Había demasiadas mujeres hermosas y con muy buenos cuerpos, pero a leguas se notaba que no eran del todo decentes. Yo me sentía totalmente fuera de lugar aquí, la música estaba muy alta y el olor a alcohol y tabaco me estaba asfixiando. 

-Este es el prostíbulo principal de Mérida y el más frecuentado por todo tipo de hombres y mujeres del estado. Además... Es nuestro. -Dijo Ibrahim mientras se dejaba manosear por algunas chicas, en su mayoría morenas con uñas largas perfectamente decoradas. 

ah ok. 

-¿Y que se supone que hacemos aquí? Pensé que buscaríamos a una niña. 

-Exacto, aquí hay algunas. -Gabriel me empujo hacía un cubículo con luces rojas y me quedé pasmada. El lugar estaba repleto por niñas incluso menores que yo, teniendo sexo sin descaro unas frente a otras entre ellas mismas y con otros señores. La escena me asombró mucho, era la primera vez que veía ese tipo de cosas y muy en el fondo sabía que si mi nana viera esto, estuviera gritando y llamando a la policía. 

-Escoge cualquiera y vayámonos. -Habló fuerte para que lo escuchara. Le miré y le hice señas para que se agachara un poco y pudiera hablarle al oído. ¿Por qué tenía que ser tan alto?

-No puedo escoger a cualquiera Ibrahim, tiene que ser alguna parecida a mi. 

-¿Por qué? Igual quemaremos el cuerpo... 

-Esta se parece a ti Tabi. -Gabriel llegó a nuestro lado con una chica de mi tamaño, con mi mismo color de piel y cabello. 

No tenía nada de ropa, así que pude observar su cuerpo carente de senos pero bastante maltratado. Sus ojos cafés estaban vacíos y no demostraba ningún tipo de interés en Ibrahim, quien la tomaba de la mano. No puedo decir que se parecía a mi, pero de lejos y con algo de ropa quizás podría. 

Sin decir nada, la chica se safó del agarre de Gabriel y lo miró

-¿Traes a una nueva o pagarás por alguna de nosotras otra vez? -Eso me había descolocado un poco... Él pagaba por tener sexo con niñas... ok. 

-No hables en plural, solo pagaba por ti y no. Hoy haremos algo diferente. -Sonrió con malicia y la saco del cubículo, llamándonos a Ibrahim y a mi por encima de la música para que le siguiéramos. 

La Chica StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora