7: Lágrimas

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—La cafetería abrió sus puertas nuevamente -avisó Phichit al entrar en la habitación que compartía con Yuuri pero, tan pronto como sus ojos cayeron sobre el escritorio, notó que su compañero de cuarto no estaba solo sino que lo acompañaba Yuko-

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—La cafetería abrió sus puertas nuevamente -avisó Phichit al entrar en la habitación que compartía con Yuuri pero, tan pronto como sus ojos cayeron sobre el escritorio, notó que su compañero de cuarto no estaba solo sino que lo acompañaba Yuko-. Lo siento, no debí haber entrado sin tocar -se disculpó e inmediatamente salió y cerró la puerta, luego de unos minutos golpeó con sus nudillos la misma y preguntó-: ¿Puedo entrar? ¿No están haciendo nada malo, chicos? -Yuko rió ante la última pregunta y respondió:

-Claro que puedes entrar, Príncipe de Chocolate.

Alegremente Phichit entró a la habitación y le sonrió ampliamente a Yuko.

-Chica, realmente me agradas -le dijo-. Y tú, Yuuri, de ahora en adelante me dirás "Príncipe de Chocolate". ¡Guárdame así en tus contactos y haz correr la voz, ¿bien?!

Yuuri soltó un par de risitas.

-Sabes que no lo haré, ¿cierto?

-Lo sé, pero valía la pena intentarlo.

Phichit se dejó caer en la cama y comenzó a revisar su móvil. Primero Facebook, luego Twitter y por último su favorita: Instagram. Bajaba y bajaba las publicaciones, viendo como todos eran felices o lo que comerían ese día. Frustrado soltó un suspiro y volvió la vista a la parejita, la cual se daba pequeños besitos de vez en cuando.

-Tengo que irme -avisó Yuko cuando terminó de resolver la última página de su tarea asignada.

-Pero pensé... -susurró Katsuki un poco confundido.

-Lo siento pero... Tengo otras que hacer -excusó inmediatamente mientras se paraba y miraba a Yurri—, iré al médico.

El azabache imitó la acción de la castaña tan pronto como escuchó la palabra "médico" salir de los labios de su novia.

-Pero ¿estás bien? ¿Qué te pasa? -cuestionó Katsuki mientras la tomaba de los hombros y Yuko lo miraba con sorpresa.

-No es nada -mintió-. Sólo es una revisión mensual.

Yuuri la miró y asintió.

-Si me necesitas, llámame e iré inmediatamente a verte -pidió el nipón.

-Lo haré -prometió Yuko.

Luego de un breve beso y una mirada acaramelada, Yuko salió de la habitación dejando a Yuuri y Phichit con la mirada clavada en la puerta.

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Scary love ❅ Otayuuri ❅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora