Viktor lo miraba pasear de un extremo a otro de la habitación, estaba discutiendo con Otabek el por qué de su ausencia aquel día.
—Estoy con el japonés —susurró Altin al otro lado de la línea mientras observaba a Katsuki comprar un par de botellas de agua en el 7 Eleven que habían encontrado minutos atrás.
—Y a mi qué me importa eso —gruñó y volvió a girar sobre sus talones por décima vez en aquellos cinco minutos. Nikiforov estaba muy entretenido en los movimientos de su amante.
—Sólo quería contarte —soltó Beka, ya un poco irritado porque su amigo no dejaba de maldecirlo.
—Te quiero aquí en cinco —sentenció el rubio mientras se quedaba parado en medio de la oficina—, o haré que Viktor te despida.
El mayor soltó a reír y dijo lo suficientemente fuerte para que Otabek le escuchara:
—¡No te preocupes, coge con tu novio todo lo que quieras!
La sangre ardió en las mejillas del moreno al escuchar las palabras de su jefe. ¿Qué diablos le ocurría a ese hombre?
—Debes de dar miedo, Viktor. Eres su jefe, no su amigo —reprendió Yuri a Viktor.
—Tú nunca me haces caso, ni siquiera en la cama. Necio, necio, necio —recriminó el mayor mientras le mostraba la lengua—. Por tu culpa me he vuelto muy blando.
—Que estés subiendo de peso no es mi problema. Yo no te obligo a comer.
La expresión de Viktor se volvió seria de repente. Nadie, absolutamente nadie, podía meterse con su peso.
Otabek puso los ojos en blanco. Nueva pelea marital. No estaba para escucharla.
—Colgaré, Yura. Arregla las cosas con Viktor —dijo Otabek y luego colgó, Yuri no se dio cuenta que su amigo había terminado la llamada hasta que transcurrieron diez minutos.
—Ten —dijo Yuuri mientras le mostraba la botella de agua a Otabek.
—Ah..., gracias. —El moreno la tomó con toda la timidez que en su cuerpo podía haber. Ambos tomaron asiento en la acera, al parecer no era una calle muy concurrida.
Tomaron su agua sin prisa, mirando el pequeño restaurante que había frente a la tienda de conveniencia. La gente ahí parecía tan feliz, como en su propio universo. Parejas sonriéndose mientras no despegaban sus miradas.
—Disculpa... —dijo Yuuri con un hilo de voz—. ¿Cuál es tu nombre? —preguntó. Beka le miró con sorpresa y estuvo a nada de escupir el líquido que tenía en su boca.
—Pasaste todo el día conmigo y no sabes mi nombre. Eres increíble —bromeó Beka mientras cerraba la botella—. Mi nombre es Otabek Altin.
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Scary love ❅ Otayuuri ❅
FanficUna mirada bastó para que ambos supieran que el otro era la clave para alcanzar todo lo que deseaban. Gracias a la insistencia de su mejor amigo, Yuuri Katsuki decide ir a la discoteca que ha causado gran revuelo entre los jóvenes de su universidad...