Half Lemon » Yoonmin

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El aroma que había en el apartamento despertaba el apetito de cualquiera. Incluso el de Namjoon y Seokjin, quienes se habían sumado a aquella cena "YoongiXJimin" cuando los encontraron comprando en el mercado.

El pelinegro no pudo negarse cuando el menor los invitó a comer bajo la excusa de conocerse mejor, ya que eran "las personas que querían mucho a Yoongi hyung". Y ahora estaba él frente a la estufa cocinando para los otros tres.

Tener ruido en la casa no parecía molestarle, de hecho, le recordaba sus fines de semana en casa de sus abuelos en Daegu. El ambiente familiar volvía a llenar su cuerpo después de tanto tiempo.

Probó el caldo que estaba haciendo y un gemido de placer escapó de su boca; lo que llamó la atención de los otros tres que habían estado hablando entre ellos sentados en el suelo alrededor de una improvisada mesita.

—Si te la estás jalando hyung... —habló Nam con unos ojos brillantes.

—¡KIM NAMJOON! —gritó Jin mientras su rostro y sus orejas tomaban una tonalidad roja—. No se hablan de esas cosas, tus padres no te...

Yoongi dejó de escucharlos cuando vio que el menor se ponía de pie y se acercaba con un paso ligero hasta él. Con los brazos cruzados tras su espalda se balanceó de atrás para adelante, como si fuera un niño pequeño. El mayor tomó una cuchara limpia y la hundió en el caldo para que este la probara.

—Oh hyung... esto está delicioso.

—¿Verdad que sí? —Jimin asintió—. ¿Podrías ayudarme a picar unas cebollas? Se lo pediría a esos dos, pero están entretenidos discutiendo, además de que dejar a Namjoon en una cocina y con un cuchillo es de temer.

—¿Tan terrible es? —preguntó tomando un cuchillo y la cebolla.

—Lo es. La vez pasada en la cafetería intentamos hacer una vil copia de un Subway. La idea era buenísima porque a todos les gusta comer un buen sándwich a cualquier hora, pero por culpa de Namjoon tuvimos que ir al hospital. Se rebanó parte de su índice izquierdo.

—¿En serio?

Yoongi asintió y rió bajito. Observó cómo Jimin cortaba en trozos la cebolla con mucha dedicación, como si quisiera dar lo mejor de sí mismo en una simple labor y le enterneció verlo tan concentrado. También le gustaba la facilidad con la que estaba hablando con el menor, ya que parecía que se conocían desde hace mucho y tenían mucha confianza entre ellos, sin embargo, solo aquella tarde aquello se había formado: las tensiones habían desaparecido.

—¿Y Jin hyung?

—Él es bueno cocinando. La gente va a la cafetería por su comida, la cual es deliciosa, pero prefiero dejarlo fuera de esto.

—¿Por qué?

—Porque quiero cocinar para ti —confesó con las mejillas rosadas.

El cuchillo que Jimin sostenía cayó al suelo de pronto y rápidamente se agachó con tal de levantarlo. Yoongi observó cómo las manos del menor temblaban un poco y como su piel canela se había enrojecido cuando se levantó. Dejó el cuchillo sobre la tabla para cortar y llevó una de sus manos a su rostro.

—¡Oh Jimin no hagas eso! —habló alto el mayor.

Pero este ya había tocado sus ojos con las manos aun cubiertas con el jugo que había botado la cebolla. Yoongi no se aguantó la risa y pronto Namjoon y Seokjin se acercaron para ver cómo el rubio intentaba quitarse las lágrimas que caían de sus pequeños ojos irritados con las mismas manos sucias. Se acercó al otro y lo guió hasta el fregadero, en donde abrió la llave del agua. Juntó agua en sus manos y mientras Jimin lavaba las propias, Yoongi le limpiaba el área de los ojos que lucían horribles.