Capítulo XXV

156 31 52
                                    

Sonreí al ver todo el entorno que caracterizaba a la montaña Paoz; los árboles cubriendo la mayor parte de esta, el verde del césped y el ambiente puro se podía distinguir a metros de distancia. Me aferré al cuerpo de Krilin mientras este planeaba a los alrededores para poder aterrizar justamente en la puerta de la casa del señor Goku. Y Trunks, estando a nuestra par, avisa que debemos apresurarnos.

Ya estando en el suelo, el calvo hace una interrupción rápida, en la que cuestiona sobre si había esperanza alguna antes los androides, si estos verdaderamente eran tan ruines. Aunque yo misma hubiera querido pensar de esa manera, Trunks trató de explicar que era una esperanza imposible.

<< Aunque como dijo Krilin... soñar no cuesta nada >>

La puerta fue abierta en un fuerte estruendo, en la que la señora Milk salió a sobresalir, dándole un golpazo a la frente de Krilin.- Ah... solo eres tú -Pero rápidamente cambio su mirada y la dirigió hacia mí.- ¡Pequeña Rin! ¡Estás bien! 

La mujer me sofoca a abrazos, y no sé realmente como responder a eso, por mencionar que pocas veces me han abrazado de tal... forma, o si me han dado un afecto así.

  — Ella es la esposa de Goku -Le explica Krilin al sorprendido joven del futuro, viendo la alegría de la madre de Gohan al verme acá.

Sonrío para ella. Que cálida bienvenida.

Del fondo de la casa se hallaban Yamcha, quien salió de forma veloz para saludar.- ¡Ya me tenían preocupado!

— ¿Dónde está Goku? -Pregunta directamente el de seis puntos, manteniéndose con un poco más de postura. Miro atenta al receptor, quién por su expresión, siento que puedo mantenerme tranquila.

  —  Él está bien, ya se tomó su medicina. Ahora está durmiendo. -Fija su atención en nosotros, y sonríe inmensamente después de pensarlo mucho- Ya veo, tú eres el muchacho que vino del futuro, ¿¡Tú destruiste a esos androides, cierto!? 

Los tres nos sorprendemos, pero sabemos entre nos que no hay momento para explicaciones, solo debíamos evacuar al señor Goku.

Tras de Yamcha sale otra figura, pero esta vez más pequeña y con más cabello. Suspiro, era el enano.

— ¡Qué bueno que regresaron! -Saltó hacia mí, tomándome de ambas manos, mientras que en su sonrojado rostro se formaba una sonrisa.

—Ho-Hola...-Vomité en mi interior, pero se lo dejé pasar por esta vez.- No hay mucho que perder, otros tres androides vienen hacia acá a atacarnos.

Ahora los tres restante, tanto la señora Milk, el de la cicatriz y Gohan estaban pasmados, todo se estaba volviendo muy repentino.

  — Eso mismo -Continúa el calvo- Por eso debemos llevar a Goku a Kame House, preparen todo.



Estuve más que pendiente al momento en el cual los amigos del señor Goku lo sacaron de su habitación, y lo dirigían a la nave que traía Yamcha consigo. Me acerqué a su cuerpo, pude ver su rostro después de unas largas horas de angustia. Estaba aquí, en medio de todo el caos, sonriendo como tonta al ver al hombre aún en gi anaranjado. Si no había ido corriendo emocionada hacia él, es por la situación en la que nos encontramos y en la que se encuentra el señor Goku. Y mientras este es conducido hacia el transporte, tomo su mano delicadamente, dándome algo de verdadera esperanza.

Con que Kame House... espero allí él pueda estar a salvo.

Todos abordamos la espaciosa nave,con un Goku asegurado y tranquilo en la paz de sus sueños, despegamos hacia un nuevo refugio.

La Inocencia del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora