La Inocencia del Corazón

Capítulo XXVII

—¿Rin? —La voz de Bulma se oía más seria de lo que hubiera imaginado. Temblé al tener contacto con el auricular que Krilin dejó a mi uso, con una cara que definitivamente no indicaba buenas noticias. Ni su expresión, ni el tono de voz de la mujer.

— D-Dime —Tartamudeo con obvio miedo— ¿Qué ha pasado con Pada? —Un suspiro al otro lado de la línea hace que baje la mirada— Necesito que vengas a la corporación, no es algo que se pueda decir por teléfono. Asiento aún sin que ella me viera, porque las palabras me saldrían más débiles y no quería llorar de inmediato. Vuelvo a hacer ese me gesto con la cabeza y me giro a ver a los muchachos que se encontraban atentos a mi corta conversación.

—Salgo de inmediato —Y cuelgo el teléfono sin considerar que fue un acto brusco para Bulma. Gohan se me acerca con las manos en forma de puño—.

—¿Ocurre algo malo? —al igual que él, todos se acercaron-.

—Debo ir a la casa de Bulma, me quiere ahí —Explico y mis palabras ya se habían recompuesto, mirando al chiquillo sin saber que pedía.—¿Me puedes llevar ahí?

Aunque no lo demostrara, estaba sorprendida de habérselo pedido a Gohan en vez de a cualquiera de los adultos. Inclusive creo que al enano también le impactó. Pero si no tuvo problemas en llevar a tres personas, incluyendo a un obeso, tengo la certeza que no le seré problema.

A parte, es un saiyajin. La supuesta raza guerrera, puede con una niña flacucha.

—Claro Rin —Y vuelve a hacer ese gesto que me inquieta, cuando está verdaderamente concentrado. Paso saliva y me acercó un poco más, soltando de a pocos un gesto suave. Él se sonroja al tenerme cerca y suelto una sonrisa torcida.—

— Bien, andando.

Caminamos habiendo hecho un gesto de despedida al maestro Roshi y compañía, apurando el paso para poder irnos de una vez. Yo me esperaba lo peor al llegar, y realmente no quería pensar en eso, no ahora, sólo quizá para cuando sea algo oficial. Llegaría y no me lanzaría al llanto, debía afrontar todo lo que posiblemente podría pasar una vez vea a la mujer peliazul.

—¡Espera un momento Rin! —Krilin nos intercepta una vez fuera de KameHouse. Su calva reluce al momento de contacto con el sol y no puedo evitar reírme un poco. Porque lo necesitaba.— Milk sigue con Goku arriba, cualquier noticia sobre él o de tu padre, debemos estar en contacto.

Asiento de inmediato sin darle muchas vueltas a lo que dijo, sin siquiera agradecerle por su preocupación. Tenía claro que aún ellos eran desconocidos para mí, pero, si Trunks del futuro había dicho que luché por la misma causa que ellos, algún lazo debimos haber tenido. Agito mi mano para poder despedirme de él, y giro mi cuerpo hacia Gohan, que ya había puesto su cuerpo en posición. Estiro los brazos hacia él rodeando su cuello. Enseguida Son me sujeta los brazos, y juraría todo el escaso dinero que tengo a que ha sonreído. Una de sus tontas sonrisas.

— Andando —Dicto y ambos salimos volando dejando un rastro de arena tras nosotros—.

De algo estaba segura, y eso era que en verdad Gohan no era tan malo como creía, o como quería que fuese. Lo digo ahora, aprovechando que está siendo de mucha ayuda dirigiéndonos a la corporación capsula. Y ya no me sentía tan mal por el hecho de que el estado de mi padre fuera desesperanzador. Pero obviamente no se lo diría, jamás podría superar el hecho de que yo misma embarre mi orgullo con ser amable con el enano de la nada. Aparte de no poder dirigirme a él con algo como "amigo" o siquiera "compañero", acabo de decirle enano, ese ya es un claro ejemplo que más allá de todo, lo seguirá siendo, al menos por ahora.

Ahora está el asunto de mi padre, que sinceramente como ya dije, era lo de lo que menos quería pensar en el camino. Presiento que aún sigue con vida, pero no es algo del todo alentador. Ni sé porque estoy tan preocupada, no me he dado tiempo de organizar mis pensamientos del todo, porque hasta no estoy siendo apática con Gohan. Tengo miedo, si, pero a la vez muchas dudas. Sé que cuando lo tenga frente a frente voy a preguntarle todo lo que respecte a su fuerza, porque más que yo, todo el mundo tiene derecho a saber, si la fuerza que necesitamos ahora más que nunca, permanecerá con a nuestro lado, por el lado bueno.