Aquel niño que a reducidos metros de distancia se hallaba, no presumía su supuesto poder, el que iba a demostrar en la batalla de a continuación. Aunque no es que su imagen sea imponente, ni mucho menos prometedora, luce como un enano más del montón, lo que pone en duda si es que son tan poderosos como lo imagino. Y mucho menos él, él, que ni siquiera podía participar de las clases de gimnasia, y qué es tan melindroso, cómo ningún otro de la escuela. Un niño que luce tan ingenuo y torpe, ahora resulta que puede enfrentarme, quién ha practicado el arte marcial desde que tiene memoria. Y no por presumir, pero he hecho lo que ha estado a mi alcance, y al menos debo vencer a Gohan, debo hacerlo.
— Muy bien, cuando estén listos. –Emitió el Señor Piccoro. Emancipé una pierna de la otra para poder prepararme, era tiempo. El fisgón este colocó una pose de batalla; no era tan impresionante como puede pensarlo alguien.
<< Ja. ¿Ahora quieres alardear? >>
Acumulo toda la energía posible tomando muchísima concentración, soltando jadeos del sumo esfuerzo, no lo tomaré a la ligera.
— ¡Ahh! –Fue un berrido de lucha, propulsándome hacia su figura aún no lista. Pude notar como lo tomó de sorpresa, y al primer puño que con un intento de fuerza logro proyectarle, lo detuvo con uno de sus antebrazos.
<< Bueno reflejos. >>
Alzando mi pierna para que impacte justo en su rostro, este esquiva a nueva cuenta mi ataque. Una avalancha de golpes empiezo a lanzar, incluyendo codazos, varias zancadas para poder atraparlo y propinarle un buen puñetazo. En línea recta lanzo izquierda y derecha, pero eludiendo con mucha velocidad.
— Vamos, tú también atácame Gohan.
Pero pareciera que aquel niño no buscaba poner más de sí en este encuentro. Me hostigaba bastante. ¡Por qué soy la única aquí peleando!
Un más de un puño lancé hacia su perfil izquierdo, logrando confundirle con mi repentino cambio de método de ataque.
<< ¡Muy bien, ahora! >>
Con una tracción arduamente bien colocada, logré darle en el blanco, en una de sus mejillas que pronto se hundió por el golpe. Este salió volando de manera tenue, cayendo hasta grandes pasos hacia adelante.
— ¡Vamos Gohan, pelea en serio, sabes que esto no es un juego! – Vociferó como resondra el Sr. Piccoro —.
Mi oponente se colocó sobre sus pies para poder volver a la batalla, ahora, estaba sonriente, muchísimo más de lo que le he recordado. En un minúsculo segundo su semblante serio tomo lugar y asintió hacia su padre y el hombre verde.
— De acuerdo –Dijo—.
Ahora fue cuando, tanto él como mi persona, nos lanzamos uno contra el otro, y la presión de su cuerpo junto a su fuerza fueron atosigantes. Mientras intentaba encontrar un punto por dónde atacar, este ya se encontraba sobre mí arreando con sus pequeños puños.
<< Es... Fuerte. >>
Como si fuera poco, pronto nos percatamos del cambio del clima y su alrededor, estaba de color blanco, una masa espesa y gélida como si de césped se tratara. Pero decidí no prestarle por un segundo más mi atención.
Y ahora, yo era la que acorralada estaba por Gohan, su fuerza fue muy reveladora, y lo sigue siendo, aun estando en batalla, no puedo hacer más que contrarrestar sus golpes. Pese a que siento que no puedo lanzar un solo ataque porque el niño este no me da el tiempo, puede ser que hasta Gohan no esté dando toda su fuerza.
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La Inocencia del Corazón
FanfictionDesear una vida corriente no era lo complicado. Pero gozar de una, era el anhelo de esta mortal. Aun así era consciente en mis cinco sentidos que no era alguien ordinario. Además, se transformaría en una meta insoluble si tú y él seguían en el trans...