EL PROMETIDO DE MI HERMANA (con Siwon)

Capitulo 6

— Es una niña no lo entendería... últimamente está muy extraña, menos aún lo entendería... créeme lo mejor es que no lo sepa...

— Ok si tú lo dices... ¿estas segura que no hay nadie en tu casa?

— Lo estoy... (TN) _____ dijo que volvería tarde, mis padres no vendrán hasta mañana...

Apreté mis puños con fuerza sintiendo mis lágrimas resbalarse por mis mejillas, camine hasta las escaleras procurando hacer el menor ruido posible, salí de casa y comencé a correr, quería desaparecer de este maldito lugar, de esta maldita casa donde nunca había sido feliz y donde jamás lo seria. Mi vida era un completo desastre, no existía nadie en el mundo en quien pudiera creer o en quien pudiera confiar, todo aquello que una vez creí que era bueno, hoy resultaba ser una mentira, una horrible mentira, detuve mis pasos al sentir que a mis pulmones les faltaba aire, agache mi cabeza tratando de inhalar aire y calmar mi respiración, mire el lugar al que había llegado ¿cómo había llegado hasta aquí? Mis pies intuitivamente me trajeron hasta aquí, el edificio donde vivía Siwon, retrocedí hacia atrás, debía irme de aquí... me eche a caminar en otra dirección.

— ¿(TN) ______? ¡hey!—Siwon desde atrás tomo mi hombro haciendo que me girara—¿Qué tienes?—pregunto mirándome atento al ver mi rostro triste con lágrimas en él, baje mi mirada hacia abajo él tenía mi cuaderno de notas musicales—iba a la escuela a dejarte tu cuaderno... ¡Mierda! ¿Qué te paso? Mira como estas... ¡contesta!—me sacudió de mis hombros—

— Yo...—mi voz comenzó a temblar impidiéndome hablar—yo...—rompí en llanto dejando mis lágrimas hacer unas tras otras—

De pronto sin notarlo y sin saber cómo reaccionar sentí su cuerpo contra el mío, sus manos rodeando mi cuerpo apretándome junto a él y su mentón en mi cabeza, mi rostro apoyado en su pecho, pude sentir su perfume entrar por mis fosas nasales aspirando todo su perfume tan varonil.

— Llora si quieres... aquí estoy yo...—dijo dándome un fuerte abrazo, nunca lo habría podido adivinar ni descifrar pero esto... un abrazo era todo lo que necesitaba en este momento, un abrazó que me hiciera sentir protegida y que valía algo, que no era un desperdicio como mi padre solía hacerme sentir siempre que me regañaba, cada vez que lo hacía me sentía la peor persona del mundo aun cuando yo no hubiera hecho absolutamente nada.

— Odio mi vida...—admití entre sollozos—odio a mi familia... odio todo lo que me tocó vivir...—continúe diciendo, mis manos viajaron por si solas hasta su nuca donde se enredaron y lo apretaron con fuerza—

— Esta bien... di todo lo que tengas que decir... todo lo que te hace daño no está aquí... aquí solo estamos tu y yo...—dio unas cuantas caricias en mi espalda sin preguntarme nada más, solo dándome el consuelo que ahora necesitaba más que nada—

— Perdón por no contestar tu mensaje, había salido y no pude llegar...—él se disculpó cuando estuvimos arriba, en su departamento—

— Esta bien... entiendo ¿me das mi cuaderno?

— Claro...—me entrego mi cuaderno—no te molestes pero estuve viéndolo... ¿eres compositora?

— Ya quisiera...—dije sonriendo—no soy solo una aprendiz...

— Porque según lo que vi eres buena. Heechul me conto que eres la mejor de tu clase.

— ¿Heechul?—pregunte sin comprender ¿ellos se conocían?—

— Si, él es mi amigo, fue a él a quien fui a ver ese día que nos encontramos... ¿lo conoces?

— Si lo conozco, la enseña en otro curso pero quien no conoce al profesor Heechul.... ¿ustedes fueron juntos a la escuela?