EL PROMETIDO DE MI HERMANA (con Siwon)

Capitulo 23

— ¿Quién es ella? ¡Dime! ¡Dime!—Jiwon correteo por toda la casa mientras yo buscaba mi maldito celular, no recordaba donde lo había dejado—soy tu hermana preferida ¡dime!—pidió juntando sus manos poniendo una carita triste—

— Jiwon—la tome de sus hombre para que se quedara quieta y así podía concentrarme, incline mi cabeza hacia un costado, logre visualizar mi celular estaba sobre la cómoda de mi habitación—te recuerdo que eres mi única hermana...—solté sus hombros y agarre mi celular dejándolo caer en el bolsillo de mi saco—

— Con más razón entonces...—puso sus manos en su cintura—tienes que decirme quien es ella...

— Olvídalo. Haz de cuenta que no te dije nada...—eche un poco de perfume sobre mi cuello y mi ropa, tenía que llegar a tiempo a la empresa si no quería ganarme otra reprimenda como si tuviera 12 años—

— ¿Estás loco?—ella rio apoyándose en la pared—sé que no me lo dirás pero...—se acercó a mi oído para susurrar algo—lo voy a descubrir yo sola...

— Si claro...—dije despeinando el cabello de su frente—te quiero ver de detective...

— ¡Oye! No hagas eso...—se quejó arreglando su perfecto cabello en su lugar como a ella le gustaba—

— Adiós, ya llegó tarde.

— Adiós, te quiero...—pronuncio esperando que le respondiera de la misma manera, pero como de costumbre no dije nada— ¡oye!

— Yo también...—grite ya de espaldas levantando mi mano, escuche una risita proveniente de ella—

Las mañanas de trabajo en la empresa de mi padre eran detestables, apenas entraba veía mi reloj esperando que los minutos pasaran lo más rápido posible para por fin poder salir a respirar aire fresco y sentir que era libre.

— Siwon—me llamo mi padre cuando me disponía a salir de la empresa para tomar mi almuerzo junto a los demás empleados en el bufet—

— ¿Que deseas...?—me quede quieto esperando que el hablara—

—Con respecto a lo de esta mañana...

— No tenemos que hablar de esto...—interrumpí mirando hacia otro lado—ya déjaste en claro muy bien cuál es mi deber...

— Hijo...—expreso con voz pausada como muy pocas veces lo hacía—sé que esto es difícil para ti, haber crecido lejos de mí, sé que no estuve presente en gran parte de tu vida pero... te quiero tanto como quiero a Jiwon, son mis únicos hijos. Si no pude estar contigo fue porque tu madre así lo quiso...

— Ella está muerta—repuse con dolor, recordar que estaba solo en el mundo no era de mi agrado—no es justo que juzgues a alguien que está muerta y no puede defenderse...

— No estoy juzgándola pero...—hizo una mueca de dolor, cuando él hablaba de mi madre hasta parecía que sentía una especie de dolor, algo así como la tristeza se asomaba a sus ojos, era imposible de creer—no es justo que solo me culpes a mí del echo que no hayas crecido a mi lado, ella eligió apartarse de mi...

— Tú estabas casado...—lo acuse apretando mis dientes, el decía que ella era injusta pero ¿y el que? La había seducido ocultándole la verdad—

— Es cierto pero...—cerro sus ojos con pena, pero era tarde para eso, él la había lastimado mucho—

— No quiero seguir hablando de esto... tengo trabajo que hacer... si me disculpas...—a pasos avanzados gire y comencé a alejarme de el—

— Siwon...—volvió a pronunciar mi nombre, esta vez me detuve con pesadez girando para mirarlo sin acercarme más a el—sería mucho pedirte que Jiwon no supiera...