No comenzó como ellos quisieran.
Pasional e intenso se entregaban día a día, pero Alfred sentía que solo era un juguete en manos del presidente del consejo estudiantil.
Arthur no lo amaba y no se quedaría a verlo romper su corazón, pero Arthur esta...
Decir que estaba a punto de morir de nervios no sería exagerado.
La noche anterior se la pasó en vela pensando en todos los escenarios posibles para el día de hoy. Obviamente y luego de muchas ideas locas en algún punto de la madrugada cayó rendido al sueño por lo cual se despertó después del mediodía con unas ojeras terribles y pensando con desesperación que se vería fatal para su cita.
Cita
Una cita con Arthur Kirkland
Cita
Se repetían en su mente una y otra vez, y cada vez era más difícil pensar con racionalidad. Tomó un buen baño de agua fría para calmar los nervios y se aseguró de colocar una crema relajante para las ojeras, cortesía de su madre, no porque pensara que debía verse bien para Kirkland. No. Es porque es necesario y punto.
Tampoco elegía con cuidado su ropa por él, es simplemente que quería vestirse bien como siempre, no todos los días podía ir usando un buzo y una polera... Aunque eso usaba todos los días luego de la escuela, pero daba igual, no es por él.
Una vez listo salió de su casa hacia el parque, usualmente le demoraba diez minutos de caminata pero decidió salir veinte minutos antes para poder caminar con tranquilidad.
No tardó mucho en llegar al punto de encuentro y a pesar de ser temprano allí se encontraba él esperándolo con un rosa en la mano.
Cuando solía sentirse triste o necesitaba relajarse siempre iba a aquella zona del parque, era algo alejada con una única banqueta bajo la sombra de un frondoso árbol en medio de un verde césped, se encontraba frente a un lago artificial muy bien cuidado que producía una brisa suave y fresca. Ya que siempre estaba en aquel lugar cuando estaba triste de solo verlo a la distancia adquiría un tono melancólico.
Pero ahora le parecía todo lo contrario.
Ni bien lo vio acercarse Kirkland se puso de pie, estaba vestido con unos jeans, un polo básico color negro y zapatillas azules, jamás lo había visto fuera del uniforme de la escuela, aquel que le hacía lucir serio y caballeresco, en cambio ahora lucía relajado y hasta algo rebelde con las pulseras de cuero y ¿eso era un arete? Su pulso se aceleró aún más a ver en sus manos una rosa, su rostro con una sonrisa cálida y sus ojos, que brillaban intensamente, lo miraban con amor.
De pronto esa banca bajo el árbol en un parque cualquiera se convirtió en su paraíso personal. Mientras que para el inglés sería el lugar donde en una semana se despediría de quien consideraba el amor de su vida.
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Hello! Y se supone que esto terminaría en febrero.... Bueno ya falta poco así que un par de semanas más no hace daño. Jiji Nos vemos!