Reina De Cuervos I: Entre Dos Mundos.

XIV

Estaba sentada en el trono cuando de pronto mi teléfono comenzó a sonar.

Caleb.

Me llamaba incontables veces por día. Después de que salí del hospital debido al disparo, lo he estado evitando.

Lo que hizo aún duele y demasiado.

Por otro lado mi madre se fue del castillo. Tenía viajes de negocios y esa era un excusa perfecta para marcharse por unos días.

Con Alec, sin embargo, todo ha marchado mas que bien. Creo que nos estamos haciendo mas cercanos que antes. Él ha estado conmigo en todo momento para no dejarme caer. Es más, creo que le estoy tomando algo de aprecio.

Hoy vendrían visitas muy importantes y no quería que todo se arruinara.

—¡Katy!—. Esa voz tan familiar me saco de mis pensamientos haciendo que girará mi cabeza en su dirección.

Me pare rápidamente y corri a abrazarla. Hacía demasiados años que no la veía personalmente. Una que otra vez nos enviabamos cartas a escondidas de mi madre, ya que no quería que tuviera un teléfono o que hable con mi prima.

—Oh, te extrañe tanto.

—Yo igual, Kathe.

—Llegaste antes—. Se separó de mi.

—Si, bueno, Devon quería llegar antes y Connor estaba ansioso por conocer el castillo—. Mi vista se dirigió al chico rubio con ojos azules. Me hacían recordar a Caleb.

Me dirigí hacía el para luego extender mi mano y estrecharla con la de él.

—Es un placer, reina—. Comencé a reir.

—No es necesario que me llames de esa forma. Eres amigo de Erin, puedes llamarme Katherinne o como gustes.

—Katy, ¿Sabes donde...?—. Alex, quien venía de la cocina junto a Alec, miro a las visitas, mejor dicho a una en especial—. ¿Erin? ¡Dios mío, estas aquí!

—¡Hermano!

—¡¿Hermano?!

—Ya se los explicaré luego. Ahora, Alex, ven aquí y dame un abrazo.

—¿Quién es Alex, pequeña?—. Habló un chico castaño.

—Sam, él es mi hermano. Alex.

—Oh. Asi que Alex... Mi teoría de que todos los Alex son sexys se ha confirmado. Ahora dime, lindo. ¿Para cuando nuestra primera cita?

—No soy gay—. Sam solto un suspiro.

—Si, bueno, eso dicen todos. Pero no desesperes, cariño. Estaré durante estos dos meses aquí disponible solo para ti.

—¿Y porque mejor no le preguntas a Alec si quiere?

—No podría, va en contra de mis principios.

—¿Porqué en contra de tus principios?—. Pregunto el chico con la mirada color avellana.

—Porqué no me fijo en chicos que ya tienen su corazón ocupado por otra persona y por lo que veo eso parece ser correspondido. ¿O me equivoco?

Alec carraspeo.

—¡¿Cómo demonios se olvidaron de mí?!—. Alguien nuevo entro al castillo—. ¡Tuve que traer todas las putas maletas yo solo! ¡¿Y todo por qué?! ¡Porque ustedes querían conocer a la reina, que de seguro debe ser...!—. Sus ojos verdes observaron a mi dirección—. Wow—. Todas la maletas cayeron al suelo y él solo seguía mirandome con una sonrisa en su rostro—. H-Hola, soy D-Dylan