Los cuatro elementos | Warmi

Aire: ¿Qué pasa con Romi? parte 1

Llegamos al fin a la sala donde estaban todos reunidos y noté como nos miraban mientras llegábamos hasta donde estaban ellos.

Dirigí mi mirada hacia la única persona que conocía, Anna.

Esta, estaba preguntándole a Mimi con la mirada qué pasaba y vi de reojo como le hacía señas diciéndole que después le explicaba. En serio me estaba empezando a mosquear esto, parecía que yo era la única que no se enteraba del asunto.

-Bueno chicos yo soy Javi, ambos somos Javi – dijo mirando con complicidad al otro Javi- pero a mi me podéis llamar Ambrossi y a él Javi para que no haya confusión.

-Ahora nos vamos a sentar en un círculo – continuó Javi - Para los nuevos explicaros que primero hacemos una primera lectura grupal y más adelante, cuando os hayáis familiarizado con el texto tenemos una lectura de cada escena con los implicados.

Seguimos las indicaciones y nos sentamos en un círculo. Éramos once actores principales. Estaba bien porque así nos daría tiempo a conocernos más íntimamente entre todos y por otro lado a mi no me daría tanta vergüenza cuando tuviera que cantar.

Me senté sin mirar quién estaba al lado y fui a parar al lado de Anna y un chico que rápidamente se me presentó como Daniel, él hacia de Dios según me dijo.

En ese momento me di cuenta de que realmente no tenía ni idea de lo que iba el musical, había aceptado por no desaprovechar la oportunidad, pero igual era lo peor que había hecho en mi vida.

Tardamos una hora en leer y organizar como iban a ser en principio los ensayos y en ese tiempo me quedaron claras tres cosas:

La primera, no sabía cómo iba a hacer para cantar sola delante de tanta gente si ni siquiera cantaba frente a mi familia.

La segunda, no tragaba al chico que interpretaba a Joseba que hacía de novio de Mimi en el musical y que se llamaba Luis.

Y la tercera, y en realidad la que más me preocupaba, me tenía que besar dos veces con Mimi.

Como habíamos terminado y ya era la hora de comer los Javis nos mandaron a casa hasta el día siguiente.

Me apetecía ir sola porque no estaba de humor para hablar, pero sería un poco raro teniendo en cuenta que Mimi vivía conmigo, así que sin mediar palabra me coloqué a su lado y comenzamos a andar.

Al menos venía Anna con nosotras por lo que de momento me podría librar de entrar en la conversación.

-¿Y qué me dices de Luis? No te quitaba ojo amiga, parece que le hubieras echado un hechizo- comentaba Anna ganando mi interés.

-Es lo que tiene probar de mi medicina, siempre quieres más- contestó Mimi de forma engreída. A lo que ambas rieron.

Mimi parecía super divertida y cercana con todas sus amigas, era completamente todo lo contrario a cuando estaba conmigo.

-Es broma- siguió torciendo la cabeza y mirándome a lo que yo disimulé haciendo ver como que estaba distraída y sin escuchar – es que nos acostamos unas cuantas de veces y siempre estamos con el flirteo, pero no creo que vuelva a pasar- ¿ me estaba dando explicaciones?

-Mejor, porque te miraba como un trozo de carne – se me escapó.

A veces no sé si soy gilipollas o qué, es que no aprendo de mi impulsividad.

Mimi y Anna se pararon en seco y torcieron su cabeza mirándome, la primera molesta y la segunda, sorprendida y expectante a lo que iba a venir.

Seguí andando unos cuantos pasos más hasta que me di cuenta de que no iban a seguir, así que me detuve yo también.

- ¿Qué has dicho? - me dijo Mimi en tono desafiante.

-Que te miraba como un trozo de carne- dije impasible.

- ¿Y a ti qué te importa? - ya estaba otra vez a la defensiva e intentando hacerme daño.

- A mi nada, pero a ti debería porque te está tratando como un objeto- menudo momento para que me salga la vena de mujer empoderada.

- ¿Lo sabes porque es lo mismo que hace Roi contigo, verdad? - contraatacó.

-Que te den- le dije escupiendo las palabras y marchándome de allí.

Crucé de cera y aceleré el paso. No sé qué mierdas había pasado entre Roi y Mimi pero lo iba a averiguar en unos momentos porque estaba harta de comerme pullas que no me pertenecían.