Capítulo 8: Amenazas

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Narro yo

Al entrar a casa no paso nada como yo esperaba, así que me fui a mi cuarto. Estaba aburrida ya que no tenía nada que hacer y no comenzaba la universidad hasta dentro de un mes.

Se me ocurrió la loca idea de ir a recorrer la casa en busca de pistas para ver si lograba descubrir que pasaba en este lugar. Fui a la cocina, a las habitaciones, a la sala, a la biblioteca (que revise de arriba abajo), el jardín, hasta que finalmente fui al centro del salón donde estaba la lámpara central, que desde que llegue me había llamado la atención.

Los cristales volvieron a moverse, provocando el sonido de tintineo. Iba a irme cuando de la nada empecé a escuchar susurros, al principio no entendía nada de lo que decían, pero luego escuche tan claro como el agua: vas a morir

Di unos pasos hacia atrás, lo que hizo que los susurros dejarán de escucharse. No sabía como reaccionar a lo que acababa de oír, así que sólo volví a mi habitación. No había duda de que se trataba de algo grave, pero no me rendiría tan fácil.

Por lo tanto decidí que el mejor momento para buscar respuestas era a la noche, era arriesgado, aunque por ahora era lo único que podía hacer. Regrese a mi habitación y me quedé ahí el resto del día, mis papás regresaron antes de que oscureciera, entonces cenamos y después nos fuimos a dormir

Yo sólo dormí unas cuantas horas hasta la madrugada. Cuando iban a ser las tres de la mañana tome una linterna y salí de mi habitación. Alumbre mi camino mientras intentaba no caerme por las escaleras ni tropezar con nada.

Camine por la sala mirando a todas partes cuando de la nada una sombra paso a mi alrededor. No pude ver bien lo que era, sólo sentí escalofríos. Comencé a escuchar pasos cerca de mí, aunque la oscuridad no me dejaba ver bien, el ambiente se hacía cada vez más pesado casi asfixiante.

Me quise regresar a mi cuarto, pero algo se acerco rápidamente y golpeó con fuerza mi cabeza, no quise seguir allí, así que corrí hasta mi habitación. Sentía que algo me perseguía, lo que hizo que corriera más rápido, hasta que llegue a mi habitación cerrando la puerta tras mi espalda. Respire de forma acelerada, intentando calmarme, pero al levantar la vista vi a una silueta en frente de mí, que de la nada desapareció

Me deje caer al piso, agotada y un poco asustada. No entendía por qué me pasaba esto, por qué esa cosa me vigilaba. Fui al baño a revisarme la cabeza, afortunadamente no estaba sangrando, aunque si me dolía, de hecho ardía. Como si su toque me quemará 

En fin al mirar por el espejo volví a ver la misma silueta mirándome, me di la vuelta rápidamente pero no había nada. 

-¿Qué quieres de mí?- pregunté en voz baja

La respuesta llego casi al instante, el bombillo del baño exploto, los vidrios cayeron sobre mi cabeza, dejándome a oscuras. Al menos no me corte. Recogí los vidrios como pude y me fui a la cama, no sin antes rezar con mi rosario en mano

Sin embargo no pude dormir nada. Escuchaba voces y gritos, tenia pesadillas espantosas de gente siendo torturada. Lo peor de todo es que apenas era el inicio de mi sufrimiento, al parecer esto me perseguiría hasta el fin de mis días


La situación se esta poniendo grave creen que empeore?. Voten y comenten please

Att: Ana Schmidt de Henderson

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