La noche fue igual que las otras o incluso peor. Estoy cansada y tengo moretones en mi cuerpo, ya que al parecer al espíritu le dio por golpearme, pero al menos voy camino a la uni, en donde no va a molestarme.
- Ana, ¿te encuentras bien?- me preguntó Deis
- Sí, ¿por qué no lo estaría?- la mire
- Porque estás muy rara y parece que no hubieras dormido nada- me contestó
- Estás exagerando Deis, estoy perfecta- mentí
No quería mentirle a Deis, pero no podía decirle el infierno que vivía en casa
-¿Ok? Haré como que te creo- dijo ella poco convencida
No pude responderle porque al mirar por sobre su hombro detrás de una pared vi la sombra que se había encargado de arruinar mi vida. No podía ser, nunca me había seguido hasta aquí, por qué tuvo que hacerlo hoy
- Si... yo... ya debo irme- dije nerviosa y sin esperar a que Deis hablara salí corriendo
Estaba aterrada, ya no tenía escapatoria, me seguiría a donde fuera. Llegue hasta el baño y me encerré en un cubículo, mientras intente respirar con normalidad. Lo siguiente que paso fue que el ambiente se hizo más pesado, empecé a sentir escalofríos e incluso las luces comenzaron a fallar.
Escuche unos golpes en la puerta seguido de unos rasguños en el espejo. El ruido era horrible, así que me tape los oídos, cuando de repente todo pareció volver a la normalidad, no se escuchaba ni un sonido. Espere unos segundos y salí del cubículo.
Temblorosa me acerque al lavamanos e intente calmarme, pero al levantar la mirada vi en el espejo la imagen de un chico. Era como una sombra, la oscuridad salia de él y había maldad en sus ojos, me sonrió de forma macabra y señaló el espejo. Había un mensaje escrito con sangre en el vidrio:
Eres mía, Anastasia
Estaba asustada, no sé porque, pero empecé a golpear el espejo con fuerza hasta que se rompió en mil pedazos. De la nada su voz retumbo en mi cabeza
- Voy a perseguirte hasta el fin de tus días- me dijo al oído
-¡Callate!- grité desesperada cubriendo mis oídos
- La nena quiere llorar, de verdad eres patética- se burló
Me tire al piso en posición fetal, sin importarme que el piso estuviera lleno de vidrios. Yo ya no lo soportaba más, así que tome un enorme trozo de vidrio dispuesta a atravesarlo por mi cabeza, cuando de repente Deis entro al baño.
Narra Deis
La verdad quede muy preocupada al ver a Ana salir corriendo, así que la seguí hasta el baño, pero cuando llegue la puerta tenia seguro. Esto me preocupo aún más, por lo que empecé a golpear la puerta
- Brujita, por favor abre- le pedí más no recibí respuesta
Seguí llamándola hasta que logre abrir la puerta. Había vidrios por doquier, Ana estaba en el piso apunto de clavarse uno en la cabeza. Ella me miró con sus ojos llorosos, soltó el vidrio y salio corriendo de nuevo.
Yo estaba pasmada, qué le estaba pasando a mi amiga, Ana no sería capaz de autolesionarse ni nada por el estilo, me preocupaba que cometiera una locura, así que corrí a decirle al resto.
-¿Qué pasa Deis?- me pregunto Kendo
- Ana, no esta bien- contesté
-¿Qué tiene mi prima?- preguntó Nash
- La encontré en el baño, el espejo estaba roto y ella...- empecé a decir
-¿Ella que?- quiso saber Rebe
- Ella estuvo a punto de matarse- les dije
-¿Estás segura, Deis?- preguntó James
- Claro que sí, yo la vi con mis propios ojos- respondí
- Bueno, ¿creen que tenga problemas o algo?- intervino Mer
- Yo creo que si, en estas últimas semana ha estado muy extraña- opino Kendo
- Chicos yo iré esta tarde a su casa a hablar con ella, la conozco desde hace años y no es normal que actúe así- dijo Carlos
- Se me hace raro que no me dijera nada- habló Nash algo triste
- Tranquila Nash, tal vez no quería preocuparte- le dijo Dust
- Si, tal vez- respondió ella
- No se preocupen iré a hablar con Ana y descubriré que es lo que le pasa- nos dijo Carlos
Todos nos quedamos un poco más tranquilos, aunque si nos inquietaba el hecho de que nuestra amiga no estuviera del todo bien, tal vez hasta necesite ayuda
Que fuerte, lograrán descubrir que me pasa?. Voten y comenten please
Att: Ana Schmidt de Henderson
