Capítulo 29: Rojo, El Color Del Amor (Reimes)

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Narra Rebe

Desde lo que paso en casa de Ana he estado investigando más a fondo. Ella actuó muy raro ese día, como si pudiera comunicarse con él, de hecho pareciera que fueran cercanos o algo así. Creo que hubo algo que se nos paso por alto a mí y al resto. En fin estoy a punto de salir de casa cuando suena mi celular. Era James.

- Holis- lo saludé

- Hola, linda- no pude evitar sonrojarme

- Ammm James no es por ser grosera, pero voy de salida- le hice saber

- Entiendo, no tardaré mucho- me dijo- asómate a la ventana

-¿What? ¿por qué?

- Sólo hazlo- me pidió

- James... - repliqué

- Por favor- insistió. Me lo imagine con esos bellos ojazos hazel que tenia haciendo puchero, la imagen era tan tierna que finalmente hice lo que me pedía.

Me quedé sin habla y por poco el celular resbala de mis manos. Afuera había un gran corazón hecho con pétalos de rosa y adentro de éste estaba James.

-¡Por Dios!- exclamé todavía perpleja

- Esto es una demostración de lo que siento por ti- James empezó a hablarme por el cel- así como tú estás en mi corazón espero yo estar en el tuyo- me explico tierno.

No pude evitar sentir ganas de llorar, era hermoso.

- Espera ahí... no te muevas- le pedí aún conmocionada por todo lo que había dicho. Colgué el celular y baje corriendo para encontrarme con él.

En cuanto llegue al frente de mi casa James me sonrió de manera que no pude evitar sonreirle también.

-¿Es cierto que estoy en tu corazón?- pregunté ilusionada

- Desde el primer momento, Rebe- admitió

- Entonces, tienes que saber que tú estás en el mío- le dije al tiempo que empezaba a acortar la distancia entre nosotros.

- Bueno, creo que lo único que falta es que respondas a esto- dijo levanto en alto un cartel que decía:

Mi hermosa princesa pelirroja ¿quieres ser mi novia?

Y pensar que muchas veces había soñado con algo así. No podía creer que se estaba haciendo realidad.

-¿Qué me dices, Rebe?- preguntó James ofreciéndome una rosa

-¡Digo que sí!- chille emocionada, lanzándome a sus fuertes brazos

- Te amo, princesa- dijo acariciando mi mejilla

- Yo también te amo, James- le respondí para luego darnos el mejor de los besos.

Fue increíble y mágico, incluso las personas que pasaban por la calle nos miraban conmovidos, hasta mis padres nos felicitaron desde la casa. Luego de eso James me invitó a salir, mientras íbamos de la mano le decía a todo aquel que veía que yo era su novia, prácticamente lo gritaba haciéndome poner como tomate jajaja. De verdad amo a este chico, no sé qué haría sin él.


Hermoshos jajaja. Voten y comenten please.

Att: Ana Schmidt de Henderson

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