Narra Rebe
Desde lo que paso en casa de Ana he estado investigando más a fondo. Ella actuó muy raro ese día, como si pudiera comunicarse con él, de hecho pareciera que fueran cercanos o algo así. Creo que hubo algo que se nos paso por alto a mí y al resto. En fin estoy a punto de salir de casa cuando suena mi celular. Era James.
- Holis- lo saludé
- Hola, linda- no pude evitar sonrojarme
- Ammm James no es por ser grosera, pero voy de salida- le hice saber
- Entiendo, no tardaré mucho- me dijo- asómate a la ventana
-¿What? ¿por qué?
- Sólo hazlo- me pidió
- James... - repliqué
- Por favor- insistió. Me lo imagine con esos bellos ojazos hazel que tenia haciendo puchero, la imagen era tan tierna que finalmente hice lo que me pedía.
Me quedé sin habla y por poco el celular resbala de mis manos. Afuera había un gran corazón hecho con pétalos de rosa y adentro de éste estaba James.
-¡Por Dios!- exclamé todavía perpleja
- Esto es una demostración de lo que siento por ti- James empezó a hablarme por el cel- así como tú estás en mi corazón espero yo estar en el tuyo- me explico tierno.
No pude evitar sentir ganas de llorar, era hermoso.
- Espera ahí... no te muevas- le pedí aún conmocionada por todo lo que había dicho. Colgué el celular y baje corriendo para encontrarme con él.
En cuanto llegue al frente de mi casa James me sonrió de manera que no pude evitar sonreirle también.
-¿Es cierto que estoy en tu corazón?- pregunté ilusionada
- Desde el primer momento, Rebe- admitió
- Entonces, tienes que saber que tú estás en el mío- le dije al tiempo que empezaba a acortar la distancia entre nosotros.
- Bueno, creo que lo único que falta es que respondas a esto- dijo levanto en alto un cartel que decía:
Mi hermosa princesa pelirroja ¿quieres ser mi novia?
Y pensar que muchas veces había soñado con algo así. No podía creer que se estaba haciendo realidad.
-¿Qué me dices, Rebe?- preguntó James ofreciéndome una rosa
-¡Digo que sí!- chille emocionada, lanzándome a sus fuertes brazos
- Te amo, princesa- dijo acariciando mi mejilla
- Yo también te amo, James- le respondí para luego darnos el mejor de los besos.
Fue increíble y mágico, incluso las personas que pasaban por la calle nos miraban conmovidos, hasta mis padres nos felicitaron desde la casa. Luego de eso James me invitó a salir, mientras íbamos de la mano le decía a todo aquel que veía que yo era su novia, prácticamente lo gritaba haciéndome poner como tomate jajaja. De verdad amo a este chico, no sé qué haría sin él.
Hermoshos jajaja. Voten y comenten please.
Att: Ana Schmidt de Henderson