Narra Damian
Hoy es el día, se lo diré. Le diré a Anastasia que la amo, no importa sino tenemos mucho tiempo, lo que importa son los buenos momentos que pasamos juntos. Es una linda noche por lo que me aparezco en la azotea donde está ella mirando el cielo nocturno. Es tan hermosa, es un ángel, mi ángel.
Narro yo
Estoy en la azotea pensando en como mis amigos son felices con sus parejas, como me gustaría serlo a mí, a pesar de que no tendría una relación normal, pero eso es lo de menos. Suspiro cual tonta enamorada mientras miro el cielo estrellado, entonces siento una presencia detrás de mí. Es Damian.
- Linda noche, ¿no?- comento
- Ya lo creo- respondí
- Anastasia hay algo de lo que quiero hablar- me dijo
-¿Sobre qué?- le pregunté
- Sobre nosotros- me contestó.
Me gire para verlo a los ojos.
- En estos últimos días yo he sentido cosas que no sentía desde hace mucho, creo que ni siquiera las pude sentir cuando estaba vivo, yo... ya no quiero seguir así, ya no quiero ocultar lo que siento.- me explicó
-¿Qué quieres decir?- pregunté en un susurró.
- Quiero decir que cambiaste mi vida, antes de ti yo no era nada, yo sólo era cenizas pero tú me tocaste y volví a arder- me contesto muy cerca de mi rostro.
Inconscientemente puse una mano sobre su mejilla. Dam cerró los ojos ante mi contacto.
- Ya no puedo aguantar más un minuto sin ti Ana, me da igual si es una locura, sólo quiero estar contigo- admitió pegando su frente a la mía.
-¿Me quieres?- susurré esperanzada.
- No, no te quiero- sentenció dejándome helada- te amo, mi querida Anastasia- dijo acariciando mi rostro.
- Pensé que nunca lo dirías- suspire aliviada y a la vez feliz.
- Shhh mejor no hables- me pidió poniendo un dedo sobre mis labios- creo que me debes algo.
-¿Qué cosa?- lo mire sin entender.
-¿No pensarás que puedes dejarme con las ganas en uno de los pasillos de la casa y que no te lo voy a cobrar, eh?- cuestionó con cierta picardía
- Te lo merecías- me excuse entre risas
- Pues, tu atrevimiento dio frutos- fue lo último que dijo antes de besarme con pasión.
La chispa que habíamos intentado contener se encendió. Nos besábamos con amor y desenfreno, no queríamos separarnos, Dam no tenia problema con eso porque él ya no respiraba, pero yo sí.
- Dam... - susurré con un suspiro cuando nos separamos.
- Lo siento, llevaba días queriendo hacer eso- confesó con una sonrisa.
- A la próxima te aconsejo no esperar demasiado- le dije divertida.
- Bueno, desde hace tiempo ya sabía que te dejaba sin respiración- bromeó.
- Wow, estás muy gracioso esta noche- señalé mientras caminaba hacia la puerta de la azotea.
- Es que estoy feliz- me explico al tiempo que me abrazaba por la espalda deteniendo mi paso.
- Yo también estoy feliz, Dam- le hice saber.
Baje las escaleras, luego atravesé un par de pasillos hasta llegar a mi habitación, donde Dam ya me esperaba sentado en mi cama.
- Empiezo a creer que te gusta más mi cama que la tuya- comenté
- No he visto que te quejes- dijo como si nada- además te gusta que esté aquí.
- Mi sexy chico demonio no sólo eres gracioso sino que también algo arrogante- me reí y me acosté en la cama cerca de él
-¿Soy tu chico?- preguntó ilusionado
- Claro que sí- le respondí.
- Entonces, para hacerlo oficial ¿Anastasia serías mi novia?- quiso saber.
- Sí, Dam- contesté viéndolo a los ojos.
Él se recostó a mi lado sin apartar la vista de mi rostro.
- Por primera vez en años me siento vivo- expresó- ahora sé qué no necesito ir a la luz para estar en paz, tú eres toda la paz que necesito, sólo tú supiste como salvarme, te amo Anastasia Campbell- declaró para después darme un beso.
- También te amo, Damian Pierce- le dije entre besos.
Permanecimos acostados, abrazados, mirándonos, dándonos caricias y diciéndonos cosas bonitas. Esta si era una verdadera relación, tal y como la soñé.
- Quédate conmigo- le pedí en un susurró
- Siempre- me prometió.
Nos volvimos a besar, para luego quedarnos dormidos.
Awww que tiernos como seguirá esta historia?. Voten y comenten please.
Att: Ana Schmidt de Henderson
