*Dos meses después*
Han pasado dos meses desde que Damian se fue. Ya no estoy tan triste, tengo el apoyo de mis amigos, me esta yendo bien en todo, pero eso no evita que lo extrañe; incluso hasta estuve de luto por un tiempo y si no fuera por las chicas seguro ahorita seguiría vestida de negro. En fin hoy en la tarde hay una reunión en casa de Rebe, por lo que me arreglo y antes de ir decido hacer una parada en otro lado.
Voy al lugar de aspecto lúgubre y pacífico, rodeado de césped verde, llevo flores en mis manos. Mientras más me acerco, más nostálgica me siento, pero evitó llorar, <<hoy no>> me digo a mi misma, pues ya no volveré a llorar. Finalmente llego a la tumba del chico que amo. La lápida esta algo desgastada por el paso del tiempo, sin embargo las letras talladas en la piedra aún se pueden leer.
Me arrodillo al tiempo que dejó las flores aun lado de la tumba.
- Hola Dam, no sabes la falta que me haces- le dije- aunque como se que eres feliz yo también podre serlo.
Entonces un viento fresco sopló de la nada.
- Gracias por todo, mi querida Anastasia- susurró en mi oído haciendo que mi piel se erizara.
- No fue nada, te amo- le respondí.
- Yo también te amo, por eso encontraré la forma de poder estar juntos, te lo prometo- fue lo último que dijo.
- Se que así será- sonreí, luego me levante y seguí mi camino.
Llegue a casa de Rebe, en donde me encontré con todos mis amigos.
-¿Cómo estás, brujita?- me preguntó Deis.
- Muy bien, Deis. Gracias- le conteste radiante
- Te ves más feliz que otros días ¿paso algo que debamos saber?- se interesó Mer
- No, sólo que hoy me siento contenta es todo- me excuse.
- Pues, es genial verte feliz geme- dijo Nash.
- Esperamos que sea así por un largo tiempo- comentó Ken
- Jajaja así será- le asegure tanto a él como a el resto.
Seguimos hablando y haciendo bromas por un rato, Rebe aún no había parecido porque al parecer estaba ayudando a su mamá en la cocina.
-¿Cual es el motivo de la reunión?- quise saber- Rebe no me explico muy bien.
-¿Acaso tiene que haber un motivo para celebrar?- preguntó Carlos.
- No, sólo que como nadie cumple años ni nada por el estilo se me hizo un poco extraño- respondí restándole importancia.
Muy pronto me di cuenta de que además de nosotros a la reunión también estaban llegando familiares.
-. Chicos, ¿me he perdido de algo?- los mire.
- No, es que Rebe pensó que sería buena idea invitar a su familia- explicó James.
- Ok, es que en serio parece más que una simple reunión- opine.
- Serán ideas tuyas- dijo Dus
- Quizás.
Seguimos hablando hasta que Rebe se nos unió un rato, luego me tomo del brazo e hizo que me levantará.
