Capítulo 33: ¿Quién Atormenta A Quien?

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Narro Rebe

Después de llegar de casa de Ana subo corriendo las escaleras hasta mi habitación mientras intento calmar mi respiración y aclarar mis ideas. Al entrar tiro mi bolso a la cama y de inmediato empiezo a buscar en el fondo de mi armario. Finalmente encuentro lo que estaba buscando: una fotografía. Sí, es como lo sospechaba, son idénticos, como dos gotas de agua.

Acarició con un dedo la foto. Lo extraño mucho, pero me alegro de que esté lejos de aquí, lejos de todo esto. Sólo espero que no salga afectado de ninguna manera, ya es suficiente con que mi amiga casi muriera y que un chico que falleció trágicamente no haya podido ir hacia la luz.

Narro yo

Últimamente he estado muy pensativa. No he dejado de pensar en Damian y en las locas ideas que se me vienen a la cabeza. Se que es imposible, pero desearía que... bueno no importa lo que desee tal vez ni siquiera sea algo sano para ninguno de los dos, aunque hacer lo que tengo en mente es mucho mejor que quedarme sin hacer nada y luego en el futuro arrepentirme de las cosas que no hice cuando tuve la oportunidad.

-¿Qué tienes Ana?- me pregunta Dam sacándome de mis pensamientos.

Sacudó un poco mi cabeza, ubicándome en tiempo y espacio. Estoy en la baranda de las escaleras, estaba recostada aquí porque quería pensar.

- Nada- le respondí

-¿Segura? Estás muy rara- me miró preocupado

- Es que estos días he estado pensando que te voy a extrañar mucho cuando te vayas- dije como si nada.

- Mi querida Anastasia, no pienses en eso- dijo dándome un abrazo intentando calmarme

- No lo entiendes... - repuse con voz temblorosa- me di cuenta de que me importas más de lo que me gustaría... yo... te quiero Damian Pierce- le confesé

Dam me miró serio al tiempo que se apartaba de mi lado, eso me dolió.

- No puedes quererme, Anastasia- habló frío- los sentimientos están sobrevalorados, nada de amor o lo que sea que sientas por mí.

-¿Por qué?- quise saber

- Es una locura, nos haremos daño, podrías hasta condenarte por el simple hecho de quererme- contesto de manera obvia.

-¿Crees que no lo sé?- pregunté irónica- sé qué quizás esto no esta bien, pero el corazón quiere lo que quiere

- No sabes de que hablas- dijo contrariado

- Se que a ti te pasa igual, no soy tonta Damian- dije un tanto molesta- sacate esa idea de la cabeza de que no te mereces nada bueno por los hechos de tu pasado, no ocultes lo que sientes.

- Deja de hacerte la idea equivocada, Anastasia- me pidió- no se puede ocultar algo que no se siente.

-¿Ah si? Pues pienso que el primero en hacerse la idea equivocada fuiste tú- lo mire de forma acusatoria- mírame a los ojos y dime que no te pasa nada conmigo, entonces te dejo en paz- le pedí al tiempo que lo acorralaba contra la baranda.

- Ana... - susurró Dam con la respiración un tanto acelerada

- Anda, dímelo- le insistí casi rozando mis labios con los suyos.
Damian se agarro con fuerza de la baranda, casi hasta el punto de romperla en un intento de contenerse.

-¿Lo ves? No puedes- declaré- ¿quién atormenta a quien, Damian Pierce?- cuestione con diversión, luego me di media vuelta y me fui a mi habitación.

Si cree que él es el único capaz de volverme loca, se equivoca, yo también puedo volverlo loco. Como dije una vez "este juego es para dos"; sólo espero que le hayan quedado claros mis sentimientos, que vale la pena arriesgarse cuando de amor se trata.

Narra Damian

De verdad Anastasia sabe como jugar bien sus cartas, es una auténtica cajita de sorpresas, primero cuando me enfrentó el otro día y ahora me sale con esto. Tiene un carácter fuerte que me gusta, dice lo que piensa, sabe lo quiere y lo que quiere en este momento es a mí. Sonrío. Tiene razón, me quiere, la quiero, nos queremos ¿que más da?. Ya es hora de que ambos seamos felices.

Wow finalmente quedaron las cosas claras entre ellos, podrán estar juntos? de quien estará hablando Rebe?. Voten y comenten please

Att: Ana Schmidt de Henderson

Dulce Maldición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora